Después de una hora, sólo J.J. y Morgan seguían desafiándose en los dardos. Antes habían pasado por el billar, junto al resto, donde Morgan se había coronado ganador, pero tal y como J.J. les había advertido, nadie podía vencerla en lo que a tirar dardos a una diana se refería. Morgan, sin embargo, se negaba a rendirse a pesar de que había perdido las tres últimas partidas.
El resto, desde el reservado, contemplaban la competición entre los dos agentes mientras terminaban de vaciar la última botella de vino que habían pedido. Eran casi las doce, y ya los primeros bostezos habían comenzado a hacer acto de aparición.
- Creo que es hora de retirarme- Anunció Rossi- Pediré un taxi ¿Alguno quiere compartirlo conmigo?
Rápidamente Hotch se apuntó, y a continuación lo hizo Reid y García. Emily resopló. Evidentemente había venido con Morgan, y les tocaría regresar en compañía de J.J. No estaba muy segura de poder convencerlos de que dejaran el torneo para otro día.
- ¡J.J., Morgan!- Los llamó García- ¡Hora de irse!
Los dos aludidos se volvieron hacia el resto del grupo y después de que J.J. le dijera algo a Morgan entre risas – El resto asumió que sería algo relacionado con que le había dado una paliza- regresaron al reservado.
- Me debes la revancha- Le advirtió Morgan a J.J.
A Morgan no le gustaba perder. Era tan competitivo que si hubiera sido por él, habría seguido jugando con J.J. hasta el amanecer.
J.J. entornó los ojos, sabiéndose vencedora.
- Cuando quieras... Pero te aconsejo que practiques antes- Se burló dándole un codazo.
-¡Ay!- Chilló Morgan fingiéndose herido.
García se levantó de su asiento interponiéndose entre ambos.
- Suficiente.... – Luego se dirigió a Emily- Emily, quedas encargada de que lleguen a casa sin que se maten entre ellos.
Emily resopló.
- ¡Qué honor!
Las risitas evidentes de Reid y Rossi, añadidas a la más comedida de Hotch, sirvieron para terminar la velada y, una vez que llegaron los taxis, el equipo se dividió tal y como habían previsto. Habían ido hasta el local también en taxi, previendo que beberían más de la cuenta, después de dejar sus vehículos en sus respectivas casas. Emily había conducido el coche de Morgan desde Quántico hasta la casa, para que él pudiera llevar su camioneta. Al fin y al cabo, su propio vehículo seguía en el garaje del edificio de apartamentos.
La primera parada del taxi, fue frente a la puerta de la casa de J.J. Ésta, que se había acomodado en el asiento trasero junto a Emily, mientras Morgan había sido expulsado al asiento del copiloto, se acercó a Emily en tono confidencial justo antes de apearse del vehículo.
- No desaproveches vuestra segunda oportunidad- Le susurró.
Emily le dirigió una mirada perpleja y a cambio no recibió más que una sonrisa cómplice de J.J.
Por supuesto, al igual que el resto, J.J. había sido testigo privilegiada de su interacción con Morgan durante toda la noche. A nadie del equipo le había pasado desapercibido la forma en que Morgan bromeaba con ella, haciéndola reír como hacía tiempo no lo hacía; o el modo en que se colocaba detrás de ella para guiarla al golpear la bola de billar; o la manera en que Emily apartaba la mirada cuando Derek decía algo que la hacía ruborizar.
Todos sabían que sólo sería una cuestión de tiempo. Incluso Hotch, el más reticente a una relación amorosa dentro del equipo, se había resignado a que dada la historia que los unía, sería muy difícil que sólo volvieran a ser compañeros de trabajo.
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CENIZAS
Fiksi PenggemarUna historia de Demily. NOTA: No soy dueña de mentes criminales, sólo uso sus personajes por pura diversión. ADVERTENCIA: Clasificada con contenido adulto por la temática.