Veneno

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¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CABRITA SEXI!

Este es mi fic de regalo por el cumpleaños de Shura, espero lo disfruten. No está revisado, así que disculpen los horrores ortográficos que puedan encontrar.

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Afrodita sintió el frío helado en su rostro y casi sonrió con deleite. El calor estaba bien, pero el frío sin duda era lo mejor. No había nada más agradable que subir las interminables escaleras que ascendían hasta su templo sin tener que soportar un sol abrasador.

Había decidido ir al pueblo a surtir su despensa temprano, con la finalidad de aprovechar al máximo la semana libre que el Papa les había otorgado. No se sorprendió de no encontrar a ninguno de sus compañeros fuera de sus templos, la mayoría provenía de climas cálidos y en ese momento, la nieve le cubría casi hasta los tobillos y otros, se habían ido de vacaciones.

Al cruzar la casa de Capricornio y elevar su cosmos para informar que era él quién estaba pasando, se sorprendió de no obtener ningún tipo de respuesta, frunció el seño ligeramente pero no dio más importancia y continuó su camino hasta su templo. No estaba para preocuparse por nadie.

Esa semana la había planeado cuidadosamente, no es que fuera hacer algo de gran relevancia, ni siquiera tenía pensado abandonar el Santuario, pero eran pocas veces en las que los liberaban de toda responsabilidad y podía atender su jardín como se lo merecía.

Acomodaba su despensa cuando la imagen de Capricornio le vino a la mente, frunció el ceño con cierta inquietud, era extraño que no hubiera respondido a su llamado cuando justamente, Shura, era el santo que más respetaba el protocolo. Alejó ese pensamiento de su cabeza de un movimiento de mano y continuó ordenando su cocina.

Ese año, Shura, no había viajado a la Península como solía hacerlo para esas fechas. Eso le había llamado la atención, supuso que el Papa no le había concedido el permiso aunque no lo creía así, pues a él mismo, el Papa, le había preguntado sí deseaba salir esa semana y sabía que Deathmask, Milo, Shaka, Mu y el propio Shion, sí qué se habían tomado lo de vacaciones muy en serio, al grado que habían partido la noche anterior. Resopló.

—¿Por qué me preocupo por estas nimiedades? —se cuestionó en voz alta poniendo un ramo de rosas frescas en un jarrón que adornaba su sala.

Volvió alejar a su compañero del décimo templo de su mente y se dispuso a darle toda su atención y tiempo a su jardín pues llevaba algunas semanas bastante descuidado. Comenzó a podar, pero el presentimiento de que algo le había pasado al Capricornio lo volvió asaltar.

—Maldita sea —se quejó cuando una espina perforó su piel. Lamio la herida y soltó las tijeras.

Salió de su templo refunfuñando consigo mismo. Reprochándose su actitud, pues lo que pasara o no con Capricornio o cualquiera de sus compañeros en general era algo que —en teoría —debería tenerlo sin cuidado. Sin embargo, no se devolvió y se paró en la entrada de Capricornio. Llamó con sus cosmos.

Un remanente del cosmos de Shura llamó su atención justo cuando estaba por darse la vuelta creyendo que el de Capricornio no estaba y que solo había perdido el tiempo. Se animó a entrar sabiendo que estaría en problemas sí el dueño del templo lo pillaba, al menos tenía una buena escusa, supuso.

Avanzó con cautela por las sombras del templo al que no le entraba ni un haz de luz, ya que las cortinas de las estancias privadas de aquel templo —a las que avanzó siguiendo el tenue cosmos que parecía llamarlo —estaban completamente cerradas.

Entró a la sala y sus ojos se abrieron con sorpresa cuando encontró a Shura, pobremente vestido sobre la alfombra y la cloth de Capricornio a su lado emitiendo un brillo intermitente y entonces supo que había sido ella quien le había estado llamando. Rápidamente se acercó a él.

Afrodita x Shura Historias CortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora