A Mal Inicio, ¿Buen Final?

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Historia pensada para el evento «¡Santos Apocalipsis!... Y unas cuantas burradas más» del Foro de Saintseiyayaoi.net.

Estos días, mi creatividad entró en cuarentena y se niega hacer acto de presencia, pero juro que hago mi mejor esfuerzo.

U.A.
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El sonido de una llamada entrante despertó al joven que dormía apaciblemente en el lecho. Sin abrir los ojos sacó una mano de debajo de las mantas y atientas buscó el aparato que no dejaba de sonar hasta finalmente dar con él y sin ocuparse en averiguar quién llamaba, respondió.

—¿Diga? —se oyó decir con voz adormilada.

—Afrodita, buen día—respondió una alegre voz al otro lado de la línea.

—Buenos días, Aldebarán—trató de reprimir un bostezo—. ¿Qué sucede?

—Espero no haberte despertado, pero necesito un favor. Bueno, más bien Shaka...

—¿Ya apareció?

—¿Eh? Sí, supongo. No me dio detalles, solo me pidió que organizara una cena, para unos amigos hoy, pero ya tengo algunos compromisos y me preguntaba sí podías organizarla tú, le pediré a Sorrento que te cubra, para que no tengas que ir hoy al trabajo, ¿qué dices?

—Acepto—dijo sin pensarlo demasiado.

—Perfecto, ya sabes a quien invitar y ellos le sumas otros dos. Trataré de llegar a tiempo. Nos vemos.

Afrodita oyó el fin de la llamada y se volvió a dejar caer sobre la almohada, preguntándose por qué Milo no le había despertado en cuanto supo de Shaka, porque estaba seguro que su rubio amigo primero llamó a Milo, por nada eran los mejores amigos. Ese pensamiento lo hizo levantarse de golpe, agudizando su oído para ver si escuchaba a Milo moverse por el departamento. «Ay, no», pensó con angustia al no escuchar nada. Se levantó con prisas y fue directo a la habitación de su amigo solo para encontrarla vacía, al igual que el resto del lugar.

Fue directo a la puerta de entrada, solo para confirmar sus sospechas. «Ese idiota», pensó Afrodita con frustración. Había ido al departamento que Milo y Shaka compartían después de que el primero le llamara a mitad de la noche porque se sentía asustado tras la «desaparición» de Shaka. Él como buen amigo no había dudado en ir hacerle compañía, solo para enterarse que el rubio se había ido de casa por culpa de un estúpido chocolate.

Habían pasado la mitad de la noche tratando de contactar con Shaka, sin resultado alguno, al final a él no le quedó más remedio que quedarse en el departamento, ya que por la hora no era seguro volver al suyo propio y Milo le pagaba olvidándose de él, dejándolo encerrado en el departamento. Era de verse, por fortuna ese día no tenía que ir a trabajar, se dijo medianamente aliviado, pero sí que tenía un día ocupado por delante sí quería cumplir con el encargo de Shaka.

Regresó a la habitación y se dispuso a asearse, nada ganaría con hacer una rabieta —esa la haría cuando tuviera a Milo en frente y pudiera gritarle hasta cansarse—, por el momento primero se ocuparía de tomar un baño, era una suerte que entre ellos tuvieran la costumbre de dejarse ropa en cada uno de los departamentos, «tal vez sea tiempo de empezar a compartir llaves», se dijo Afrodita con un suspiro. Después de asearse, tomó su teléfono y marcó el número de Milo.

—Afrodita, ¿qué necesitas? —preguntó Milo nada más contestar.

—¿Qué necesito? —repitió entre dientes—¡nada más que vengas abrirme tu departamento, animal! O acaso olvidaste que estoy en tu casa—la exclamación de sorpresa que escuchó del otro lado de la línea le dio la respuesta. Tuvo que contar hasta diez y respirar profundo para no estallar en contra de su amigo «cuando lo tenga en frente», se repetía así mismo.

Afrodita x Shura Historias CortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora