Afrodita x Shura Historias Cortas

10 De Marzo

¡Feliz cumpleaños, Afrodita!

OK, este capítulo está basado en las edades que ofrece LoS. Aclaro, nunca la he visto porque no me llama la atención, pero leí por ahí las edades que se manejan y se me ocurrió esta pequeña viñeta, espero la disfruten.

Sí, no tuve imaginación para el título.

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Sus ojos oscuros se posaron en la figura que bajaba las escaleras de Acuario. Shura de Capricornio, saludó con un ligero asentimiento de cabeza al santo de Piscis que le devolvió el saludo con una ligera sonrisa, pero pasó de largo sin dirigirle la palabra. Sus ojos, se enfocaron en su espalda hasta que lo vio perderse en Sagitario. Suspiró ligeramente y se recargó en el pilar que tenía cerca, intentando controlar los celos, pues sabía con quién iba y a donde iban y qué harían cuando regresaran.

Sí, sabía perfectamente que Afrodita de Piscis saldría con la joven de Escorpio, era natural y frecuente que salieran juntos y más en días especiales como ese: Afrodita cumplía años. Sacó la pequeña caja que guardaba en el bolsillo de su pantalón y la abrió. Quedó observando el pequeño dije que decoraba la cadena que había comprado para él. La cerró de golpe.

En ocasiones como esa lamentaba la diferencia de edades que los separaba, tal vez, sí el hubiera sido unos años más joven o Afrodita mayor hubiera logrado entablar una amistad con él y no con Milo, pero no había sido así y Afrodita simplemente pasaba de él a diferencia suya, que se mantenía siempre pendiente del sueco, en parte por gusto, en parte por órdenes del Papa.

Se sentó en las escaleras de su templo a observar las estrellas. Frunció el ceño cuando un par de horas después lo vio regresar. Arrugó la frente y observó su reloj todavía no pasaban ni de las diez y no pudo evitar pensar en una posible pelea entre él y Milo, sin embargo, mantuvo sus esperanzas a raya. Afrodita se veía demasiado relajado con las manos en los bolsillos. Él, encendió un cigarro.

—¿Mucho tiempo libre? —preguntó Afrodita cuando estuvo cerca de él.

Se retiró el cigarro de la boca y dejó escapar el humo del antes de responder.

—Un poco, y tú, ¿no estás de cumpleaños? —preguntó intentando sonar normal.

Afrodita hizo un pequeño mohín y miró hacia las estrellas entendiendo el significado de sus palabras, para nadie en el Santuario era secreto la relación que mantenía con Milo.

—Sí, pero Milo le tocó guardia —se encogió de hombros —así que...

—Todavía es temprano —respondió casual—, ¿por qué no entras y tomamos unas cervezas? —ofreció mirándolo directamente. Afrodita sonrió ligeramente.

—Supongo que, no haría mal convivir con uno de los viejos, veamos cuanto aguantas y sí eres capaz de seguir mi ritmo —se burló Afrodita. Shura negó con la cabeza y una sonrisa mientras se levantaba.

—Te sorprenderías. Incluso, puedo enseñarte un par de cosas —dijo despreocupado pero con toda intención. Afrodita alzó una ceja sorprendido.

—¿En serio? —preguntó coqueto. Esta vez fue Shura el que elevó una ceja—. Tal vez... te deje sorprenderme.

—No digas cosas de las que después te puedes arrepentir, niño —respondió serio.

Afrodita se posó frente a él.

—No ofrezca lo que no puede cumplir, anciano.

Shura sonrió de medio lado y tomó su rostro para acercarlo al suyo y otorgarle un apasionado beso. Beso que Afrodita no dudó en corresponder.

—Entonces, no perdamos tiempo —dijo el español cuando se separó de él—. Entremos —Afrodita asintió y se giró para adentrarse en Capricornio, pero Shura lo detuvo una vez más. Lo miró—. Feliz cumpleaños, Afrodita —y le entregó la pequeña caja—, te la doy ahora porque luego no tendré tiempo de hacerlo.

Afrodita lo tomó y guardó en su bolsillo, ya vería que era más tarde, ahora quería disfrutar de las atenciones que Shura podía tener hacia con él.

La sala de Capricornio fue el escenario perfecto para que Afrodita sintiera en carne propia la virtud de la experiencia.

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¡Gracias por leer!