ARMEN (Saga la donante #5)

Extra

Hola. Antes de que lean, les explico. Este no es un capitulo como tal, pero que sentí necesario para entender más sobre lo que ocurre y porque tanto malestar de Anisa. Oh, esa mujer es muy intensa. Espero disfruten y mañana subir el correspondiente. Saludos. 

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Anisa

«¿Alguna vez estuviste enamorada?».

¿Realmente ella acaba de preguntar eso?

Reprimo un bufido, porque no necesito más para entender a donde se dirige. Esa humana es demasiado idiota.

Permanezco apoyada en la pared, en el pasillo que conduce al comedor, desde donde puedo cumplir con mi deber sin tener que ver su cara. Sacudo la cabeza, mientras escucho el resto de la conversación que tiene lugar entre Irina y esa chica en la sala principal de la residencia.

―Escucha. Los sentimientos de los vampiros son incluso mas fuertes que los de un humano.

Me parece demasiado hipócrita que cuestione si tenemos sentimientos, pero sobre todo que considere que lo que sea que exista entre ella y el señor Regan pueda llegar a más. ¿No entiende que su estancia es temporal? Las reglas son claras, aunque él quisiera conservarla, no durara, no se puede convertir humanos. Sin contar que al inicio consideraba al señor Regan un monstruo como todos los demás vampiros, no se ha molestado en ocultar su repudio. Y esa es solo una de las razones por las que me desagrada.

Tanto nos odian y siguen dependiendo de nosotros para existir. La naturaleza del humano es ser egoísta y malagradecido.

―¿Qué quieres decir?

Sin duda demasiado estúpida, incluso para un molesto humano.

―Eso. A diferencia de un humano...

Genial, Irina. ¿Quieres contarle como puede eliminarnos?

El pensamiento me viene a la mente, pero no lo externo, porque al mismo tiempo hay otra voz que intenta alcanzar mi mente.

Irvin.

"¿Qué ocurre?". Lo primero que considero es que ha ocurrido otro ataque de impuros, pero si fuera el caso, tendrían que haberme llamado a primera hora. Es más, del mediodía y por fortuna esas cosas no son capaces de moverse durante el día.

"Necesito que vengan a la oficina del señor Regan".

Ambas. No únicamente yo y para que lo solicite, aun cuando al señor ha expresado que no le gusta que dejemos a esa humana sola, tiene que ser algo grave.

"Explícate. ¿Qué es lo que ha ocurrido?", inquiero de nuevo, separándome de la pared.

"Alguien ha ingresado a su oficina".

No expresa demasiado a través de sus pensamientos, pero Irvin no jugaría con algo como esto. De cualquiera podría esperarlo, pero no él.

Maldición.

―Irina... ―Cruzo la estancia en un segundo, alcanzando la perilla de la puerta que conduce a los pasajes que conectan la residencia con todo el muro.

Es una serie de pasillos diseñados para que solo aquellos que los conocen y tengan acceso puedan moverse sin terminar en un destino no deseado.

―¿Qué ocurre? ―Ella olvida su labor observándome un poco sorprendida. No entiendo porque sigue sin suprimir sus emociones o evitar proyectarlas. Eso sin duda implica una debilidad cuando estás en un combate.