Capítulo 19

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«No creo ser capaz de seguir resistiéndome a ti». Mi arrebato debió ser suficiente para hacerla considerar la situación, para mantener la distancia, pero no fue eso lo que leí en su rostro y ¿cómo puedo esperar que ella ponga limites, cuando soy incapaz de hacerlo?

He considerado demasiado las cosas y solo puedo pensar en una alternativa, seguir adelante, mantenerla a mi lado y recompensarla.

Henryk fue generoso con sus donantes, aunque fueron muchas las mujeres que estuvieron aquí, en realidad solo dos de ellas significaron algo más que un alimento. La última de ellas, Kassia, quien se marchó no mucho tiempo antes de que él desapareciera, ellos tuvieron una relación cordial, parecía ser más una especie compañía y entendimiento mutuo. No obstante, él seguía pensando en aquella chica que protegió cuando era muy joven.

¿Qué puedo ofrecerle a cambio?

Ese es el pensamiento que ocupa mi mente, mientras que los días tras nuestra conversión avanzan convirtiéndose en una semana. Ya no se trata de considerarlo, porque sé que no puedo seguir negándolo y que tarde o temprano lo haré. Sin embargo, asegurar el bienestar de su familia no es lo que único que quisiera darle. Preguntar tampoco es una opción, ¿cómo reaccionaria ella si lo hiciera?

Echando la cabeza atrás, me apoyo sobre el respaldo del sillón, mi vista se posa sobre el techo de la sala, no hay luces, pero no importa estar sumido en la oscuridad, mi mente sigue en otra parte. Con el hastío tras un largo día, he estado tentado a ir a su habitación, sin embargo, sigo sin tener respuestas o argumentos suficientes para romper lo que yo mismo me encargue de imponer y recordarle, de modo que he terminado aquí. La parte lógica y razonable de mi persona, insiste en que no debería tomar y manchar su pureza por un placer efímero. Y no me refiero a solo al contrato que nos liga, sino a lo corta que resulta la vida de un humano. Ella debería ser capaz de poder disfrutar, reír y ser feliz, algo que yo no puedo ofrecer. A pesar de que mis manos están manchadas de sangre, no por voluntad, no cambia el hecho de lo que soy y tuve que hacer.

Además de todo eso, gobernar esta ciudad es demasiada responsabilidad y los problemas parecen continuar sumándose. No deseo arrastrarla a este mundo, el problema es que mis anhelos siguen aumentando.

Por ahora hay algo que sigue preocupándome.

¿Qué es exactamente lo que Abdón planea?

Los guardias que fueron enviados a indagar han asegurado que la ciudad se mantiene en constante movimiento, como si estuvieran preparándose para resguardarse. O tal vez es todo lo contrario, están alistando una salida. ¿Realmente busca una confrontación?

Nunca me pareció un tipo que pudiera ser un líder, es decir, era alguien ambicioso, eso era claro, incluso cuando Zel estaba a cargo, pero era justamente el control de su padre de sangre lo que posiblemente evitaba que hiciera su voluntad y demostrara sus verdaderas intenciones.

No necesito pensar mucho para saber porque ha apuntado a Jericó y no a Cádiz, no cuento con el apoyo de la mayoría de los fundadores que viven aquí.

La pregunta es: ¿Por qué ahora? Él ha tenido el mando de Erbil por más de 200 años, sin que ninguno de los otros fundadores interviniera, ¿Por qué esperar tanto tiempo para rebelarse?

Algo no me gusta de todo esto...

El sonido de sus pies desnudos contra el piso interrumpe mis reflexionar, haciéndome volver a un costado el rostro y fijar mi atención en el pasillo, que sumido en profundas sombras debería hacer complicado su andar. Espero, pero ninguna luz se enciende, ella se mueve muy despacio, sus manos frente a ella, palpando.

ARMEN (Saga la donante #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora