Un año antes de la Donante
Desde el asiento central, tengo una clara visión de cada una de las caras presentes, escucho los argumentos, protestas y sugerencias de todos los que conforman el consejo. Mantengo inexpresivo mi rostro, ignorando lo dicho por Haros: son solo parásitos, no sirven de nada. En cierto sentido concuerdo, pero cuando se fundaron las ciudades y se buscó un equilibrio, se vio la necesidad de tener una unidad que fuera imparcial, que pudiera oponerse, solo en caso de que quien estuviera a cargo, abusara. No es que realmente funcionara, como durante la estancia de Alón en el mando.
Tampoco Rafael parece muy conforme, aun así, permito que continúen expresándose y es que, ante la ausencia de mi padre de sangre, Henryk, a quien prácticamente considero un verdadero padre, aun sin dejar de lado al subalterno que me engendró y dio su vida por mí, soy yo quien debe supervisar los asuntos de la ciudad. El problema, es que varios dudan de mi capacidad y no puedo culparlos, nunca he mostrado un verdadero interés en la política, siempre he sido el emisario de las ordenes de mi padre. Alguien dispuesto a cumplir lo dictado y no oponerse. Tal vez, es por eso por lo que todos esperan imponerse o que cumpla sus demandas.
―Deberías fingir que al menos te interesa un poco ―murmura Rafael dejándose caer en la silla vacía junto a mí, ahora que todos se han marchado―. Incluso yo desde la parte posterior me di cuenta de que ni siquiera te enteraste de que quieren sustituirte. Debiste haber dicho algo.
―No soy realmente un gobernante, Zayn. Y Jericó sigue siendo la ciudad de mi padre. Mi estancia es temporal.
Al no encontrarse Henryk y siendo yo su único hijo de sangre, soy quien ostenta dicho cargo, pero no me corresponde realmente.
A pesar de que muchos fueron convertidos por Henryk, a lo largo de los siglos que lleva como vampiro, cuando un vampiro comparte más que un poco de su sangre con otro, se le considera como suyo y él no dudo en dejar clara mi posición. Es algo distinto a ser un hijo biológico, porque no lo soy, pero llevo parte de su sangre y poder en la mía. Es complicado explicarlo, pero hay cierta influencia sobre el resto, un poder que pocos tienen y que nunca he usado, no realmente.
―Como quiera que sea, ellos asumen que no volverá y puesto que tú te has promulgado como el sustituto temporal, quieren que alguien más tome el control de la ciudad.
―En eso no estoy de acuerdo ―Haros entra en la enorme estancia que funciona como una especie de sala de reuniones y cierra la puerta, brindándonos privacidad. Las paredes son estructuras especiales que bloquean los sentidos de los vampiros. Casi todo lo que hay dentro del muro esta hecho del mismo modo―. Si eso ocurre, ellos harían lo que quisieran y eso incluye tomar más de los humanos, más aún de lo que hacemos.
―No pueden, irían contra las reglas.
―Olvidas que quien asuma el cargo, podrá modificar lo estipulado y ahí es donde entra la importancia.
―Ellos ya lo habrían hecho, si tú los dejaras, pero saben que no iras en contra de los deseos de Henryk.
Eso es cierto. Tras un año de ausencia, de inmediato echaron del muro a la mujer que había sido su donante.
―Creí que no te gustaban los humanos ―se burla Rafael, metiéndose como de costumbre con él. Ellos siempre han gustado de molestarse, pero tras lo ocurrido hace algunos años con Elina, ahora son una especie de antagonistas, que aprovechan cualquier oportunidad para no solo bromear.
No negare que resulta un poco entretenido verlos, tras largas décadas de aburrimiento y siempre y cuando no crucen a línea. Nunca pensé que la eternidad pudiera cansar y creo entender porque muchos se han marchado. He vivido casi 700 años, vi el mundo caer tras la tercera guerra y elevarse las nuevas ciudades, pero sigo sin encontrar un verdadero propósito para mi existencia.
―El hecho de que no sea amante de los cuellos, no significa que sea un cretino abusador y no es únicamente porque eso no haría feliz a Regan. Es simplemente lo que pienso.
Rafael no replica, porque ambos son fieles a él. Fueron convertidos antes de que yo naciera y estuvieron con él, hasta que Henryk me encontró y entonces me dejó bajo su protección. Por ello, más que guardianes, son mis compañeros.
―Diez años no es demasiado tiempo ―expreso en voz alta mis pensamientos, en desacuerdo de lo que la mayoría de los fundadores piensa. Es bien conocido, que algunos vampiros cansados de su existencia simplemente se marchan y permiten que su presencia de extinga, pero no era eso lo que Henryk deseaba.
Su obra recién comenzaba, él no tenia deseos de marcharse. Él buscaba algo o a alguien.
―No para nosotros, pero si para quienes viven fuera de los muros y las cosas no van muy bien que digamos. Esas nuevas cosas han comenzado a ser más constantes. Además, de que no tenemos los suficientes guardias, ya que cada uno ha pedido tener personales.
―Olvídate de eso. El asunto es otro. ¿Seguimos sin saber exactamente de dónde vienen, que los genera? ―pregunta Rafael, tomando algo de interés y puedo hacerme una idea por qué. La nueva humana que ha tomado como donante, es totalmente vulnerable al virus que ha surgido recientemente. Aunque se trata más del hecho de que es una copia de la mujer que alguna vez amó y perdió. De eso hace ya casi un siglo.
―No. Aunque no es eso lo que más me preocupa ―expresa Haros, dedicándome una mirada seria―. Abdón ha expresado claramente su deseo por tomar esta ciudad.
―Él maneja Erbil.
―Eso no le importa. Parece que mantiene bastante controlados a los suyos y sabemos que siempre ha sido ambicioso, así que ahora que su padre y Henryk, que eran los últimos primeros ya no están, no hay algo que lo haga temer. Escuche que ha aumentado el número de sus guardias.
―¿Braxton sigue al frente de ellos?
Él fue un asesino como humano y tras ser convertido, se volvió aun mas sanguinario. Jamás dejaría a las personas de Jericó bajo su mano.
―Si. Danko envía a Abiel constantemente a vigilarlo y hasta ahora no ha hecho nada sospechoso, pero teniendo el control de una ciudad entera, no dudo que haga de las suyas. No podemos permitirlo. Él debió matarlo cuando tuvo oportunidad.
―Lo necesitábamos en ese momento y Gare lo tenía bajo su mando.
―Eso es cierto. Además, Abdón no tiene idea del poder de Armen ―Rafael sonríe de lado, con diversión. Son poco quienes conocen realmente mis habilidades, aquellas que he reservados únicamente para casos especiales.
Tome vidas inocentes por error, no quiero pasar de nuevo por lo mismo.
―Debes tomar una decisión, Armen. Para la ciudad, Regan seguirá siendo el mismo Regan, pero para nosotros, es hora de que elijas si tomas el lugar de tu padre o estás dispuesto a cederlo y si es lo primero, tienes que fortalecerte. Yo puedo pasar de la vena, pero con tus habilidades, necesitas una donante.
―Estoy de acuerdo con Haros ―asiente Rafael―. Sabemos tu postura y todo eso, pero necesitas la fuerza, estamos aquí para ti, eso no lo dudes, sin embargo, ellos harán lo que sea para tomarte el control, así que...
No hay mucho que pensar. Hay una sola cosa que a Henryk le habría gustado que hiciera. Proteger la ciudad que tanto ha amado.
―De acuerdo. Pero si lo hago, será bajo mis condiciones y antes de ello, agotare mis recursos.
Ambos intercambian miradas, pero asienten.
―Entonces, es hora de poner a Irvin a trabajar. De igual manera, habla con Danko y hazle saber tu decisión. Siempre es bueno tener aliados y levantar esta ciudad no será cosa sencilla.
Parece que las predicciones de Vasyl, finalmente se harán realidad. ¿Será que también se cumplirá sobre esa chica?
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ARMEN (Saga la donante #5)
VampireEl otro lado de la historia la donante, narrada por Armen Regan, un vampiro que está cansado de su existencia y que sin embargo, se encontrada en una encrucijada, entre proteger a una simple humana o salvar a los suyos.