Mis dedos se deslizan perezosamente por las suaves hebras de su pelo, soy cuidadoso en cada uno de mis movimientos, no deseo importunarla, aunque ella parece encontrarse sumida en un sueño profundo. Ha terminado sucumbiendo después de unirnos por segunda vez y, sobre todo, después de beber un poco he tenido que obligarme a dejarla dormir. A diferencia de ella, no necesito las horas de sueño, así contempló su rostro relajado. No puedo explicar el sentimiento que genera tenerla a mi lado, una sensación de pertenencia absoluta.
No tenía planeado mantenerla, esto era algo temporal, pero ya no tengo la seguridad de poder dejarla libre una vez que termine el tiempo acordado. No es por beber, ni siquiera me importa no hacerlo más, se trata de cuidar de ella, de protegerla, eso tiene prioridad.
Si antes dudaba en mantener el poder, ahora sé que no hay otra forma de asegurar su bienestar. Aunque eso también la pone en una posición de riesgo, muchos la verán como una debilidad. Ahora tengo la determinación de cambiar la situación y equilibrar las cosas. Es momento de poner en marcha algunos planes.
Mis pensamientos se interrumpen, al notar como sus parpados se agitan y sus manos que descansan sobre mi torso se contraen, como si buscara un punto de apoyo.
Me mantengo inmóvil, pero atento a cada uno de sus movimientos.
Su respiración se vuelve irregular, su cabeza agitándose a los costados. Una pesadilla de nuevo.
Espero, luchando contra el impulso de hacerla reaccionar, de sacarla del sueño. Hacia algunas noches que no experimentaba una.
Ella se tensa, antes de que sus ojos se abran. Se incorpora moviéndose tan deprisa, un grito estrangulado en su pecho y sus ojos llenos de inquietud.
―Gema ―susurro, tratando de llegar a ella. No estoy seguro si esta completamente despierta, luce demasiado desorientada.
―Yo... ―Acarició su mejilla y tal como otras ocasiones, ella al instante busca mi toque, como si lo necesitara.
Tiro de ella, abrazando su temblorosa figura, murmurando palabras tranquilizadoras hasta que parece caer en un sueño nuevamente.
No me gusta esto. Lo he estado dejando pasar, pero creo que es necesario hablar al respecto y buscar respuestas. Es cierto que ignoró su pasado, podría guardar memorias dolorosas que le hacen experimentar estos episodios, pero en las primeras semanas ella no experimentaba ninguno de estos sueños que la hicieran actuar tan errática. Es como si las pesadillas la siguieran tras despertar y no pudiera diferenciar la realidad.
Permanezco despierto, sosteniéndola contra mí, hasta la claridad lentamente llena la estancia y ella recobra la consciencia. Hay un poco de timidez, pero más que eso, ella no parece recordar su pesadilla. Sin embargo, toco el tema, deseando conocer lo que la inquieta.
Le pido describa lo que hay en sus sueños.
Escucho atento, sin dar crédito a cada una de las palabras que se suma a su explicación, haciéndole saber lo imposible que parecen sus afirmaciones, no porque crea que miente, sino porque no hay forma de que pueda saber. No con esos detalles. No memorias que casi había olvidado.
Ha pasado demasiado tiempo desde que perdí mi parte humana. A medida que los años transcurren las emociones se vuelven algo lejano, como observar y escuchar todo detrás de un cristal que nubla las emociones. Como describir de una escena que puedes imaginar, pero no conectar.
Pero... ella no podía saber todo esto por sí misma, no sin que tenga una relación con beber su sangre. Tal como lo ha explicado.
Solo ocurre cuando bebo su sangre.
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ARMEN (Saga la donante #5)
VampireEl otro lado de la historia la donante, narrada por Armen Regan, un vampiro que está cansado de su existencia y que sin embargo, se encontrada en una encrucijada, entre proteger a una simple humana o salvar a los suyos.