Capítulo 25

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A lo largo de mi existencia, muchas emociones se desvanecieron con el paso del tiempo, como suele ocurrirle a la mayoría de los vampiros. No fue mi caso, tal vez, debido a mi naturaleza hibrida, sin embargo, hay una en particular que continúa grabada en mi mente. Impotencia. Ese un sentimiento que podría parecer carente de importancia e incluso fácil de ignorar, fui testigo de cómo muchos simplemente lo hicieron a un lado y retomaron sus pasos. Siento un niño, vi el temor en la cara de mis padres y luego el verdadero terror en el rostro de mi madre, tras la muerte de mi padre biológico. Era joven y débil, no pude hacer nada por ella y la humidad de Gema me hace pensar demasiado en ella y temer que tampoco seré capaz de lograr algo a su favor.

Ella debería ser solo un alimento, pero no lo es y nada tiene que ver con lo abierto que demuestra su sentir. Basta con contemplar su rostro para anhelar algo más... algo que nunca quise realmente.

Tomo una pausa, antes de terminar la elaborada explicación que he preparado a consciencia, pero aun antes escuchar su respuesta, puedo intuir que esto ha resultado mucho peor de lo que esperaba. Las expresiones de Haros y Uriel no son buenas, pero eso no es una verdadera sorpresa, ellos parecen estar en contra de todo lo que tiene relación con Gema y esto no hay forma de desligarlo a ella; sin embargo, es la actitud de Mires lo que me preocupa, no puede ocultar su desconcierto.

Mires es un fundador de tercera clase, un fiel sirviente de Vasyl, una poderosa vidente; ambos parecen estar a mi favor o al menos es lo que han mostrado.

No puedo culparlos por su reacción. Soy consciente de cómo puede llegar a sonar todo lo que he dicho, incluso es posible que parezca una locura, pero tras la conversación con Gema, simplemente no puedo evitar considerar sus palabras. Especialmente después de que cada una de ellas fueron apoyadas por los registros de ataques que solicite a primera hora del día y me di a la tarea de revisar personalmente.

No estaba equivocada.

A pesar de que tras asumir el puesto siempre he intentado estar al tanto de todas las cosas que ocurren en la ciudad, tal como Gema refirió, hay demasiado que he terminado pasando por alto. El número de personas que han perdido la vida o desaparecido por ataques de impuros resulta inquietante, aun cuando han disminuido significativamente en los últimos años. Sin duda los impuros continúan siendo una verdadera amenaza para los humanos. Y si a eso se suman los repudiados, es algo para tener en cuenta.

Proteger la ciudad y encontrar una manera de favorecer a los humanos, son dos cosas que deben ser tratadas. Han pasado muchos años desde que se hizo un ajuste a las débiles barreras que rodean los limites de ciudad, no es sorprendente que sean un blanco fácil.

Es posible que debido al aumento de personas podría pensarse que no es un problema perder algunas cifras, no obstante, eso no debería ser normalizado en ninguna circunstancia. Cada vida es importante, cado uno de ellos tiene derecho a ser protegido.

―Me gustaría saber sus opiniones.

Guardo silencio, esperando tal vez demasiado, ya que sus expresiones me dan una idea bastante cercana de lo que podrían decir.

Mires se mueve inquieto en su asiento y se aclara la garganta.

Imagino que esto es algo que piensas plantear frente al consejo.

El consejo.

Su mención me hace rememorar lo que hace mucho tiempo y de forma acertada expresó Edin: «Ellos están muy lejos de ser consejeros, yo los nombraría parásitos. Aunque ese es un título que podría quedarnos a muchos».

Al inicio, cuando Henryk fue nombrado gobernante de Jericó, la mayoría parecía ansiosa por aportar, eran realmente participativos, fue por ello por lo que se les brindó la oportunidad de tomar decisiones, sin embargo, ahora no son más que fundadores que desean mantener comodidades. Incluso si considero todo lo que se tuvo que trabajar para construir este lugar y todo lo que nos rodea, no fue fácil. Tras la guerra prácticamente se perdió todo, fue partir de cero para abastecer necesidades tan básicas como la vestimenta.

ARMEN (Saga la donante #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora