Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]

Capítulo 2

TOBIAS
Pasamos por el control de seguridad sin detenernos. Al otro lado veo a Cara. Tiene muy amoratado un lado de la cara y lleva una venda en la cabeza, pero eso no es lo que me preocupa. Lo que me preocupa es su expresión de tristeza.
- ¿Qué ocurre? - le pregunto.
Cara niega lentamente con la cabeza.
- ¿Dónde está Tris?
Ella vacila, como pensándose con mucho cuidado lo que va a decir.
- Dinos lo que ha pasado. - Christina se impacienta.
- Tris entro en el laboratorio de armamento en lugar de Caleb - responde Cara-. Sobrevivió al suero de la muerte y libero el de la memoria, pero... le dispararon... - Antes de que pueda acabar la frase Christina la interrumpe.
- ¿Qué?- exclama-. Ella... No, no puede ser, es un error.
- ¿Dónde está? - tomo a Cara por los hombros con más fuerza de la que habría querido y ella hace una mueca. Al notarlo, aligero la presión.
- En una habitación, en la enfermería. La puerta está cerrada, pero según he oído la situación no es buena. Ha perdido demasiada sangre y su pequeño cuerpo no tolerará tantas intervenciones quirúrgicas...
- Llévanos- la interrumpe Christina y ambos corremos tras Cara.
Recorremos los blancos pasillos y cuando llegamos a la zona de enfermería me adelanto. No sé dónde ir y no podre preguntar a nadie ya que la gran mayoría ha sufrido los efectos del suero de Abnegación pero algo me dice que se dónde ir.
Me detengo frente a una puerta blanca donde se encuentran sentados mirando hacia a ella Caleb y Mathew.
Al verme Caleb se pone de pie y se aproxima pero antes de que pueda hacerlo le asesto un golpe.
Es Christina quien me agarra por detrás y me detiene.
- Cuatro, escúchame. ¡Cálmate! - exclama exasperada -. Ella no habría querido que le hicieras daño.
- Él -. Respondo mirando hacia donde Caleb se encuentra. - ¿Dónde está Tris?
- Hemos vacunado contra el suero de la memoria a los principales médicos del Departamento-. Explica Mathew. - Por si acaso.
- Ha sido idea suya-. Interrumpe Caleb con una mano en la mandíbula donde lo he golpeado y yo lo fulmino con la mirada.
- Tris ha entrado en el laboratorio de armamento por él - explica Mathew señalando a Caleb -. Ha sobrevivido al suero de la muerte pero David estaba dentro y le ha disparado. Dos disparos, uno en su cadera y otro en su pecho. El de la cadera no es tan importante pero el segundo ha alcanzado un pulmón. Cuando la trajeron aquí había perdido mucha sangre y comenzarían varias intervenciones quirúrgicas. Además de estar conectada, aún no ha despertado, y... - vacila - no saben si lo hará. Aún presenta ondas cerebrales pero su situación es muy delicada, sus posibilidades son una entre...
- Es suficiente -. Interviene Cara. - Habrá que esperar- responde y coloca una de sus manos sobre mi hombro y yo me muevo para apartarla. No quiero que me consuelen.
- Quiero ir a verla.
- Debes esperar, - me responde Mathew-. Los médicos dijeron que nos permitirían entrar cuando fuera posible.
- De acuerdo-. A Christina se le llenan los ojos de lágrimas e intenta disimularlo sin mucho éxito. - Habrá que esperar- repite las palabras de Cara con la voz rota.

- Cuatro, tienes que comer algo -. Christina deja sobre la mesita un refresco y un plato de comida.
- No gracias, - respondo.
- Cuatro, - espera a que me mire pero yo no aparto los ojos de Tris -. Llevas dos semanas sin dormir, y desde que te han dejado entrar a verla no has comido.
- No tengo hambre - respondo sin interés.
He pasado toda la primera semana sentado fuera de la sala esperando noticias, hace seis días que me han dejado entrar a verla y me he pasado aquí dentro cada segundo desde que ha ocurrido.
Al verla de aquí, parece dormida. Y el aparato que respira por ella hace que su pecho suba y baje no hace más que afirmarme que permanece dormida. Pero al tomar su mano, esta floja y sin vida; además de estar fría. Eso me tira el alma a los pies.
Imagino que está dormida, que cuando la sacuda despertará, pero que no lo hago ya que me engaño diciéndome que está cansada y debo dejarla dormir.
- Cuatro-. Insiste ella.
- Si como algo ¿me dejaras en paz? - le espeto y ella asiente. - De acuerdo.
Ella me acerca el plato y como algo, aunque sin hambre y sin ganas. No tengo apetito. Me acerca una copa con agua y me la bajo entera. No había notado que hace dos días que no me hidrataba.
- Perfecto-. Ella muestra una sonrisa forzada -. Ella no habría querido verte así.
- ¡Ella no está aquí! - exclamo-. ¡Si estuviera despierta la tendría entre mis brazos! -. Levanto demasiado la voz, por lo cual Christina se sorprende.
- Ya volverá. Yo lo sé.
Christina sale de la habitación pero yo no levanto la vista de la pequeña cara de Tris.
Lleva el pelo despeinado, aunque desenredado ya que una enfermera lo ha hecho por ella hace algunos días; ambos brazos a sus costados, su mano derecha debajo de la mía; tiene puesta una bata del hospital y una buena parte de su cuerpo vendado; está limpia, tiene algunos arañazos y aun lleva la cicatriz sobre su ceja, pero le han limpiado todos los restos de sangre, y su cara muestra una pasividad increíble. Más hermosa que nunca.
Anhelo que vuelva a abrir esos ojos. Quiero encontrarme con esos amplios ojos azul cielo y que envuelva mi cadera con sus pequeños brazos. Quiero sentir la presión de sus labios sobre los míos y enterrar mi mano en su cabello. Deseo con tanta fuerza que abra sus ojos que daría mi vida a cambio de ello.
La enfermera entra a controlar un par de cosas y hace caso omiso de mi presencia, al principio intentó pedirme que me retirara pero mi cara debió dejarle claro que no lo haría, ya que no ha vuelto a insistirlo desde entonces.
Oigo que una puerta se abre y la voz de mi madre llega a mis oídos.
- Tobias-. Amar ha ido a buscarla por mí a la valla hace unas semanas ya que no he abandonado la enfermería desde entonces.
- La echo tanto de menos-. Es la primera vez que digo lo que pienso-. Quiero tenerla conmigo.
- Lo sé-. Evelyn suspira-. Ya volverá Tobías, confía en mí.
Responde ella, y me abraza. Recuerdo el desprecio con el que observaba a Tris antes, y no sé si ha cambiado o simplemente lo dice para complacerme, pero dada la situación, le doy el beneficio de la duda.
Ella se sienta a mi lado y me hace compañía un rato hasta que me quedo dormido sobre los bordes de la camilla de Tris.