Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]

Capítulo 7

TRIS
- Beatrice Prior- el médico camina delante mío. Me encuentro sentada en una silla y estoy esperando mi veredicto luego de esta última semana-. ¿Cómo te sientes?
- Bien-. Respondo mirando al piso-. Siento curiosidad por salir a recorrer "El departamento" del que todos me han hablado, pero físicamente me encuentro bien.
- ¿Dolores? - me pregunta el.
- Mejorando-, respondo. Aún tengo los puntos de mi intervención quirúrgica. Los de la cadera ya me los han quitado y están acabando de cicatrizar las costras, pero en el pecho aun llevo los puntos-. Ya casi no me duelen.
- Y en cuanto a tu memoria...
- He oído todo lo que me han contado-. Respondo repasando todos los hechos que he oído-. Pero solo recuerdo lo que recordé cuando vi mis tatuajes.
- ¿Nada más? ¿Ningún detalle que tus amigos hayan notado? - Me pregunta a notando todo en mi registro médico.
- Cua...Tobias-. Me corrijo recordando que él me ha dicho que lo llame por su nombre-. Mientras me contaba algunos hechos, he dicho varias cosas por intuición y él me ha preguntado si las recordaba-. Antes de que el médico pueda preguntar me explico-. El otro día me contaba que yo había conocido su paisaje del miedo -, explico consiente de que aquí en el departamento todos conocían como funcionaban las facciones por verlo en las pantallas, antes de que se expandiera el suero-, y que allí había entendido por que lo llamaban "Cuatro". Le dije por intuición que se debía a que solo tenía cuatro miedos, y que uno de ellos era la altura, recordando la noche que habíamos pasado en la noria...
- Y eso es cierto, - concluye el médico sin vacilar. - En tu subconsciente aún se encuentran los recuerdos, Beatrice. Solo hace falta que vuelvan al consiente-. Explica el-. Quizás lo hagan todos juntos, quizás de a partes. Y así quizá vuelvan pronto, dentro de un tiempo o nunca lo hagan. Pero el que te cuenten lo ocurrido, ayudará.
Recapacito todas sus palabras, y cuando lo he procesado cambio de tema.
- ¿Puedo ir a recorrer el Departamento? - pregunto. - Llevo días aquí encerrada.
Él vacila.
- Por favor- insistió-. Le pediré a Christina o a Caleb que me acompañen.
- De acuerdo- responde suspirando-. Pero no puedes salir de aquí sin compañía.
Sonrío ante su respuesta.

- Es increíble-, le digo a Christina-. No se puede comparar con nuestro hogar.
- Nada puede compararse con Chicago-. Responde ella. Aún no me acostumbro a oír el nombre "Chicago".
- Aquí es...- vacilo - diferente.
Según me han explicado, este edificio antes era un aeropuerto, uno de los aeropuertos con más tráfico del país. Si, en los aeropuertos aterrizan los aviones, otra cosa que también me han explicado. Es increíble. Luego, fue el Departamento de Bienestar Genético. Actualmente, sigue siendo el Departamento, pero ya no es de Bienestar Genético, porque luego de que yo soltara el suero de Abnegación, la diferencia entre "Puro Genéticamente" y "Defectuoso Genéticamente" ya no existen.
"Es una agencia del gobierno de los Estados Unidos" me había dicho Matthew. Un joven al que yo "conocía" y me había explicado todo, cuando llegue aquí.
Al recorrer el departamento con Christina veo ventanas que acaban en arco muy por encima de mi cabeza y por ellas, entra una luz pálida. El suelo es de losetas y las paredes son grises perla.
- ¿Qué es esto? - le pregunto a Christina observando lo que parecen los restos de una escultura.
- Era una escultura-, explica ella-, un símbolo de lo que era el Departamento de Bienestar Genético. Era un enorme bloque de piedra - señala lo que resta de ese bloque, que es cuadrado y basto, muy similar a las rocas del abismo-, colgado sobre el bloque había un tanque de cristal de las mismas dimensiones, lleno de agua, y de un tuvo que recorría el centro del tanque salía una gota que salpicaba la piedra-. La miro totalmente confusa ¿Con que objetivo?- Según tú me habías explicado -continua ella-. El bloque de piedra era el problema al que se enfrentaban. El tanque de agua su potencial para cambiar el problema y la gota de agua era lo que en realidad son capaces de realizar en un momento dado.
- Qué alentador-. Sueno sarcástica.
- Obviamente, se referían al daño genético - ella revolea los ojos-, cuando soltaste el suero los pocos que no fueron afectados, eran los que no creían en el daño genético. Un grupo de la periferia, destruyó la escultura.
Yo asiento, este mundo es una total locura.
- Christina... ¿Qué ocurrió con Uriah? - le pregunto, recordando al joven morocho osado nativo de Osadía que me había invitado con ellos al Edificio Hankoock cuando yo era una iniciada a la cual, ninguna de los trasladados quería. El joven que poseía una sonrisa capaz de acabar con cualquier chica que lo mirara.
-Uriah, - sus ojos se empañan al recordarlo pero ella lo disimula-. Uriah salió de la ciudad junto con nosotros...
- Si-, la interrumpo-, conozco toda la historia pero no supe por que el acabo conectado. Su familia decidió desconectarlo días después de que yo soltara el suero. Pero, ¿Cómo acabo el en aquella situación?
- Fue en un ataque. Organizado por los Dañados Genéticamente. Derrumbaron una pared para crear una distracción-. A ella se lo quiebra la voz-. Tú estabas cerca, tu viste la pared desmoronarse sobre él. Era uno de los pocos amigos que me quedaban, te dije eso luego de enterarme que no despertaría, sentí que estaba perdiendo a todos mis amigos- su voz suena cada vez más rota-. Al oírme me prometiste que no te perdería, cuando me contaron que David te había disparado pensé que moriría.
- Estoy aquí-. La abrazo-. No me he ido a ninguna parte-, le susurro-, quizá no recuerde todo, pero algo si recuerdo: Que eres mi mejor amiga.