Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]

Capítulo 10

Capítulo 10

WILL

Aline estampa un beso en mi mejilla, la dejo en el suelo y tomo su mano.

Entonces, mi padre se acerca a nosotros, lleva un brazo alrededor de la cintura de mi madre, quien al verme corre hacia mí.

Su pequeño cuerpo me estrecha con dulzura, le llevo casi una cabeza, tengo casi la misma altura que mi padre. A pesar de ser pequeña, sus brazos son fuertes, y mi padre se une al brazo abarcándonos a ambos.

– Felicitaciones – mi madre me besa la mejilla y me observa orgullosa, luego observa a Uriah y los felicita a él y a Aline, mientras Christina y Zeke hacen lo mismo con nosotros.

De repente unos brazos rodean a Uriah y este sonríe cuando Denisse aparece por detrás.

– ¡Segundo lugar!

– El año entrante será tu turno – Uriah la abraza.

Mi madre y Christina hablan animadamente mientras mi padre y Zeke hablan por lo bajo algo que no puedo llegar a oír. Pero, lo que más me sorprende es que la sonrisa de Zeke desaparece cuando mi padre acaba de explicarle. Quiero acercarme a oír pero mi madre toma mi muñeca antes de que pueda acercarme. Cuando la observo, me devuelve una mirada confusa y prosigue:

– ¿Por qué no vamos para la cafetería? El banquete de bienvenida los espera.

– ¡Sii! – exclama Christina y abraza a mi madre saltando. Por un momento, pareciera que vuelven a tener dieciséis años y están celebrando el final de su iniciación una vez más. Después de todo, se supone que los padres viven las alegrías de sus hijos, como propias.

– Tobias – mi madre se separa de Christina – ¿vamos?

Mi padre la observa con aprecio, es increíble el efecto que produce sobre él. Cuando mi madre le habla, es como si el mundo entero desapareciera. Por ella, él es capaz de todo, hasta de dar su vida un millón de veces.

– Claro, cariño – sonríe levemente y toma su mano, Zeke y Christina hacen lo mismo y los cuatro se dirigen hacia la cafetería.

– Tienes razón – Aline estrecha mi mano cuando salimos tras ellos– no había notado que tu padre llamaba "Cariño" a Tris.

Me encojo de hombros.

–Siempre lo ha hecho.

– Se nota – asiente – tu madre se siente muy cómoda con ello.

– ¿Por qué no iba a hacerlo? "Cariño" y "Seis" son los dos apodos que mi padre utiliza con ella. Así como es solamente mi madre, quien llama a mi padre por su verdadero nombre – le recuerdo–. Ella es la única en toda la facción que lo llama "Tobias".

– Es un nombre muy bonito – Aline se encoje de hombros –. No comprendo por qué no lo usa.

En ese momento, mi padre voltea levemente la cabeza. Nos ha oído.

Susurra levemente algo al oído de mi madre y se aproxima a nosotros.

– ¿Por qué presiento que tu madre y yo éramos el centro de su conversación? – Se me cae la mandíbula, jamás he oído a mi padre tan abierto en público.

– ¿Qué ocurre contigo? – pregunto –. Últimamente estas más abierto que nunca – observo a Aline, quien esta coloradísima y utiliza la mano que tiene libre para ocultar su rostro.

Se encoje de hombros.

– Te he hecho una pregunta y ya no eres un iniciado, estas de nuevo bajo mis normas, y no como líder, si no, como tu padre.

– Me preguntaba por qué la llamo "cariño" y le he dicho que se debía a que tú llamas así a mi madre. Tú le dices "Cariño" o "Seis" y ella es la única que te llama por tu verdadero nombre.

– Yo le pregunté a que se debía eso – Aline comienza hablando bajito pero a lo largo de la frase va armándose de valor –. Por qué no te agrada que te llamen Tobias.

– No he dicho que no me agrade, pero es cierto que solo Tris me llama así – responde mi padre encogiéndose de hombros.

– Cuando Danielle te llamó "Tobias" el primer día la reprendiste diciéndole que te llamara "Cuatro".

– Por ello mismo, solo Tris me llama Tobias – insiste mi padre –. Se debe a que ella fue la primera en todo Osadía en conocer mi verdadero nombre. Cuando llegue aquí como trasladado, no quise decir mi nombre y mi instructor me puso "Cuatro".

– Por la cantidad de tus miedos.

– Exactamente.

– ¿Eres trasladado? – los ojos de Aline se iluminan.

– Así es, soy trasladado, al igual que Tris.

– Si – asiente Aline – sabía que Tris era nativa de abnegación, pero no sabía que tu...

– Si, – mi padre se encoje de hombros – yo también era Abnegado.

Continúo observando a mi padre perplejo.

– ¿Qué ocurre? – me pregunta ladeando levemente la cabeza.

– ¿Qué ocurre contigo?

– Creo que mi nuera tiene derecho a conocerme un poco– me guiña un ojo y Aline retoma su color rosado en las mejillas, por lo cual mi padre sonríe.

– Felicitaciones por el primer lugar, Will. No esperaba menos – me observa y entonces mi madre se une a nosotros –. Y felicitaciones a ti Aline, sabíamos que lo conseguirías.

– Gracias a ustedes. Gracias a ti y a Tris, - observa a mi madre- por ayudarme y por confiar en mí.