Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]

Capítulo 7

Capítulo 7

TOBIAS

Veo a Will abrir los ojos y una sonrisa inunda mi rostro. Lo ha hecho perfecto, mejor de lo que yo mismo lo habría hecho. 

Entonces, Tris continúa.

– Gabriel.

– Cassandra. 

– Tomas.

– Marie.

– Edward.

– Drew.

Y todos han acabado. 

– Bueno – Cara se quita los lentes de la simulación y vuelve a colocarse las gafas falsas – Parece que habrá otro Eaton entre los líderes.

– Habrá que verlo – responde Max impasible y, sin nada más que decir, se aleja de la habitación. 

– Iré tras él – modula con sus labios y aguarda mi respuesta.

– Iré en busca de Tris.

Bajo hasta donde se encontraron los iniciados y me encuentro con Tris aguardándome, igual que al acabar todas las pruebas finales, está sentada en su banqueta, jugando con una jeringa.

– ¿Cómo ha acabado? – sus ojos se iluminan al verme.

– Mejor tiempo – susurro. Ella brinca y se cuelga de mi cuello.

– Lo sabía – sonríe –. Igual que su padre. 

– E igual que su madre – agrego y observo el suelo, pensativo.

– ¿Qué ocurre? – me observa y sus ojos se ensombrecen, ha reconocido en mi rostro que algo no va bien. 

– Nada. 

– Tobias, dime. Sabes que te conozco.

Sonrío.

– Confía en mí, cariño. Todo irá bien. 

Debería ir arriba a acabar de confeccionar la lista, pero en lugar de eso, tomo la mano de Tris y junto a ella, me dirijo a nuestro piso. 

No me importa que es lo que ocurra, porque lo que vendrá luego, eclipsará todo. 

Ella no objeta nada, de lo contrario no vuelve a abrir la boca hasta que llegamos a la habitación.

– Es grave ¿no es así? – pregunta, acercándose a mí.

Me siento en borde de la cama y la observo. Al estar parada a mi lado, me supera varios centímetros en altura, pero aun así, no son muchos.

La abrazo por la cadera y la acerco hacia mí. 

– No lo sé, cariño, no lo sé.

Sus ojos celestes brillan, esperanzados. 

– No tienes de que preocuparte, – se sienta en mi regazo y me besa la cien – mientras estemos juntos, lo superaremos.

– Me preocupa Will – confieso – Uriah y Aline. 

– Tobias – ella toma mi barbilla y hace que la mire a los ojos – a mí también me preocupan. Pero, ambos sabemos que no podremos hacer nada, aun nada ha salido a la luz. No tenemos de que preocuparnos. 

Guardo silencio y asiento.

– Apropósito, ¿te he oído decir que te preocupaba Aline? – cambia drásticamente de tema y una sonrisa asoma por sus labios. 

– Si, ¿por qué? 

– Hoy Will ha concurrido a la prueba final de la mano de ella – levanta las cejas. 

– Mujeres – mascullo – Chismosas hasta el hartazgo.

Un codazo sacude mis costillas.

– ¡Oye! Solo te contaba.

– Deja a mi hijo que haga lo que se le plazca – la reto –. Nadie te ha dicho que hacer a ti durante tu iniciación. 

Ella guarda silencio, como si estuviese recodando algo.

– Me agrada esa pareja – mascullo al fin.

– ¿Will y Aline? – pregunta levemente interesada y algo celosa de su hijo. 

Asiento. 

– Aline me recuerda a ti – susurro –. Y Will, bueno, Will es igual a mí. 

– Lo sé, lo único mío que posee son sus ojos. 

– Y su tozudo carácter– añado.

Tris frunce el ceño.

– ¿Por qué Aline te recuerda a mí? – susurra y entiendo que no ha querido pronunciarlo, sino que, simplemente ha hablado en voz alta. 

– Es pequeña, pero fuerte; es tan lista que da miedo; pasa desapercibida y no busca llamar la atención; se ha encontrado un lugar entre los nativos y se perfectamente, que será uno de los nuestros.

Ella mee observa durante un segundo y finalmente vuelve a hablar.

– Se te olvida algo, – la observo – ella también corre peligro. Aline también es divergente.