Capítulo 15

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Capítulo 15

TOBIAS

– Me llamaste sádico – le recuerdo.

Tengo a Tris entre mis brazos, sentada en mi regazo mientras me reprocha aquella vez, hace veinte años, cuando le arrojé los cuchillos durante su iniciación.

– Lo eras.

La observo ofendido.

– Nunca lo fui. Creo que lo sabes muy bien. Si mi interés hubiera sido hacerte daño, lo habría hecho.

–Me cortaste la oreja – acaricia el cartílago de su oreja con delicadeza y se estremece muy levemente.

– ¿Quieres saber por qué lo hice?

– "Si no lo hubieras hecho habría seguido parada allí", o eso me dijiste entonces.

– Si, – asiento – pero también, tenía que demostrarle a Eric que no significabas nada para mí, ya que si lo descubría ambos tendríamos problemas, y puedo asegurarte que te habría hecho la vida imposible, solo por que eras importante para mí.

– ¿Por qué lo habría notado? – Me observa – ¿Por qué no eras un sádico al igual que él? No creo que el no haberme cortado  significara eso.

– No quería arriesgarme – me encojo de hombros –. Ya entonces, te observaba demasiado.

Ella sonríe levemente y acurruca su cabeza en mi hombro.

– Fue increíble que no te movieras – susurro.

– ¿Sabes por qué no lo hice? – levanta la cabeza y me observa –. Por qué confiaba en ti. Sabía que no me harías daño.

– Entonces, no era tan sádico.

– No, simplemente eras mayor que yo.

– Sigo siéndolo – le recuerdo.

– Es algo que ya he olvidado –  se encoje de hombros –. Al no conocerte esos dos años se volvían un abismo. Cuando te conocí se esfumaron como el vapor.

– ¿Y ahora? – Susurro contra su mejilla.

– Ni siquiera lo recuerdo.

– No era tanta diferencia, Tris.

– Pero eras mi instructor.

– ¿Y? – la observo confuso.

– Admiración, supongo.

– ¿Admiración? – frunzo el ceño.

–  Eres increíble, – suelta –. Siempre lo has sido.

– Al igual que tú – respondo.

Tomo su rostro con una de mis manos y me acerco a besarla. Un beso ligero, delicado nuestros labios rozándose con dulzura, simplemente por cariño y afecto, no por deseo ni placer, por amor.

Alguien tose en la habitación y cuando nos separamos Zeke, Christina, Uriah, Will y Aline están observándonos.

Mi mano que sigue sobre el rostro de Tris y puedo sentir el calor subiendo a sus mejillas.

– ¿Nos vamos? – suelta Christina y juntos, nos ponemos de pie.





Dejamos el complejo sin que nadie lo note. Utilizamos las puertas de atrás, por las que Erudición introduce las innovaciones, y por las mismas que Jeanine introdujo las computadoras para el ataque.

Una vez fuera, nos detenemos en la vía aguardando la llegada del tren.

– ¿Y ahora? – suelta Uriah.

– Johanna nos espera en Cordialidad donde utilizaremos uno de sus camiones, para salir de aquí – Respondo y volteo hacia Tris–. ¿Le has avisado a tu hermano que nos íbamos?

– Ya debe saberlo, Cara tiene que habérselo dicho – su tono es desinteresado  pero aun así agrega –. De todas formas le he escrito esta mañana.

Asiento y continúo avanzando por mi cuenta, hacia atrás. Cuando veo el tren acercarse corro y subo primero. Los trenes que van hacia cordialidad no son como los de Osadía, estos tienen pesadas puertas de hierro, de manera que he subido primero para abrirla.

Observo desde arriba como Christina, Zeke, Uriah, Will, Aline y Tris comienzan a correr y a subir en ese orden, cuando  Aline ha entrado me cuelgo de la puerta, sosteniéndome de la manija dejo ambos pies sobre el borde y observo a Tris corriendo tras el vagón.

– Puedo hacerlo.

– Sé que puedes – respondo tomándola por la cintura y atrayéndola a mí.

Ella no objeta nada y se deja llevar.

Una vez dentro la voz de Christina resuena por el vagón.

– ¿Saben dónde he vuelto? – pregunta y todos la observamos confusos–. A mi iniciación, me he sentido igual que la primera vez que subí al tren.

Tris sonríe.

– De no ser por ti, no estaría aquí en este mismo momento.






– Es aquí – anuncio y Will se pone de pie y me observa sorprendido.

– ¿Cómo lo sabes?

No respondo, ignoro su pregunta de manera que voltea hacia Tris.

– ¡Vamos! – anuncia ella y salta fuera del vagón.

Christina, Zeke y Uriah salen detrás, luego Will y Aline lo hacen consecutivamente y finalmente me dejo caer dando una vuelta en el suelo para suavizar el impacto.

Veo a Will tomando la mano de Aline y juntos, voltean hacia Tris, quien está aguardándome.

– No sé si reír, o llorar – suelta ella observándome.

– Mejor prosigamos, no me apetece ponerme sentimental.

– ¿Cuándo te ha apetecido? – la voz de Zeke rompe el momento y no puedo evitar soltar una carcajada.

– ¿Tú que sabes?

– Te conozco hace veintidós años, Cuatro.  ¿No crees que podría contar la historia de tu vida?

– Oye, oye. Cuida tus palabras con mi esposo - irrumpe Tris autoritaria.

Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora