Capítulo 1

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TOBIAS

Abro los ojos, la luz del sol se filtra a través de los plack outs y puedo ver todas las cosas a mí alrededor. Nuestro departamento no tiene persianas así que la luz comienza a filtrarse desde el alba. A mi lado, ella descansa su cabeza sobre mi pecho desnudo y yo la envuelvo con ambos brazos.
A los costados de la cama puedo ver todas las prendas de ropa de la noche anterior y sonrío.
- No puedo quererte tanto, Seis - Mascullo casi inaudible mientras la observo.
Aún recuerdo cuando la conocí. Sus ojos insistentes y curiosos. Su cabello dorado como la luz del sol. Su cuerpo pequeño y delgado. Y la observo ahora, dos años después, es increíble cómo ha cambiado. Su cabello corto, sus ojos siempre brillantes y felices. Su sonrisa, tan amplia y bella. Es toda una mujer, y sé que no me equivoco al decir que es solo mía. Porque también sé que soy suyo, y nadie puede negarlo. Yo le pertenezco y ella me pertenece, es todo lo que hoy me importa.
- Buenos días - una sonrisa se extiende a través de su rostro cuando abre los ojos muy poquito, por la luz del sol.
- No quería despertarte - mascullo muy bajito y le beso la frente con ternura.
Ella me observa consternada.
- ¿Qué ocurre? - pregunto.
- Estaba pensando, - su mirada se ha vuelto seria, pero aun si, podría jurar que percibo un brillo perverso en sus ojos, no acoto nada y oigo con atención - que ya pueden llamarme seis - acaba la frase y observa el suelo avergonzada.
Tomo su rostro con una de mis manos y hago que su mirada se encuentre con la mía.
- Siempre te han podido llamar Seis. Nunca habría permitido que me tuvieras miedo.
- Lo sé, - Tris sonríe acurrucándose contra mi pecho.
Acaricio su hombro desnudo con una de mis manos y así nos quedamos en silencio. Esos silencios que tanto aprecio.

- ¿Quieres desayunar?
La observo cuando ambos nos levantamos de la cama y tardo un segundo en comprender su pregunta.
- Me encantaría, - respondo mientras tomo las sabanas del suelo para acomodar la cama.
- Iré a preparar algo - anuncia Tris y yo la sigo con la vista mientras sale de la habitación y me detengo en el lugar en el que ha desaparecido. Jamás pensé que me pondría así de idiota por una mujer, si me lo hubieran dicho antes de conocerla me habría reído a carcajadas.
Hago la cama y me dispongo a correr las cortinas, cuando lo hago observo la vista que tenemos desde el último piso del edificio Hanckook y trago saliva.
- Cuatro, - oigo la voz de Tris algo juguetona y me dirijo a la cocina.
Entro y sobre la mesa hay dos tazas de café y pastel Osadía que ha sobrado de su cumpleaños.
- ¿Cuatro? - la miro confuso mientras me siento frente a ella. Desde que las facciones se han desarmado que he vuelto a utilizar mi nombre. "Cuatro" es solo un apodo que forma parte de mi pasado. Solo Cristina, Zeke y algunos de los antiguos miembros de Osadia me llaman así.
- Tú me llamas Seis - su mirada es calculadora - no entiendo porque no puedo llamarte Cuatro.
- ¿Qué te ocurre hoy? - le suelto de repente sin ser brusco.
- No lo sé - pone una de sus manos debajo de su barbilla y mira el techo.
- Beatrice - La reprendo utilizando su nombre completo, por lo cual vuelve a mirarme - Suenas como una adolecente enamorada.
Ella suelta una risita y se recompone. Cierra un segundo sus ojos y estos se han vuelto impenetrables, aun así, percibo algo de felicidad en ellos y me alegra saber que yo soy causa de ello.
- ¿Cómo la has pasado ayer? - le pregunto refiriéndome a su cumpleaños.
Tris sonríe.
- El almuerzo ha estado increíble, la fiesta sorpresa es lo más lindo que alguien haya hecho por mí, y la noche...- ella baja la cabeza y se ruboriza.
- Dime - susurro.
- Ha sido fantástico - masculla - ¿y tú? - me pregunta y veo como la sangre sube a su rostro.
- Ha sido la mejor noche de toda mi vida.
Sus ojos se iluminan al oír mi respuesta.

Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora