Capítulo 11

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TRIS

– ¡Esto estará de fábula! – oigo gritar a Uriah desde los brazos de Tobias, su entusiasmo resulta palpable.

Aline le responde algo pero no llego comprender qué.

– Jamás he visto pelear a Cuatro – vuelve a hablar Uriah, – realmente, por supuesto.

– Y eres muy iluso si crees que lo hará –, le recuerda su padre mientras nosotros nos acercamos –. Sería lo mismo que yo peleara contra ti.

– Gracias por tantos ánimos – el tono de Will es sarcástico.

– Dos peleas en dos días, – masculla Tobias observándome – como cuando era iniciado – me deja en el suelo.

– Oigan, oigan, oigan – Christina interrumpe –. Tampoco es para tanto. Ya te habrás oxidado, Cuatro. Desde que te casaste con Tris que no has vuelto a entrar a un cuadrilátero.

Will lo observa sorprendido.

– ¿De veras? – pregunta.

– Hasta ayer..., si – Tobias se encoge levemente de hombros.

– ¿Por qué? – Will me observa, como si yo fuese el motivo.

– ¡No me mires a mí! – le suelto– ha sido decisión suya.

– Es cierto. Cuando acepté el cargo como líder deje de hacerlo. Además, – se encoge de hombros restándole importancia – Zeke, tú tampoco has seguido haciéndolo y no tuvo nada que ver con Christina.

– Tienen razón – acepta Zeke abrazando a Christina por los hombros – el combate depende mucho del puesto de trabajo que ocupes –. Cambia de tema drásticamente – Muy bien Will, hazme quedar bien como instructor – le guiña un ojo.

Tobias y Will suben al cuadrilátero, y yo me siento en el suelo junto a Zeke y Christina, a mi lado Aline y Uriah hablan animadamente.

Ambos comienzan a moverse por el cuadrilátero.

– Te advierto, que no me haré responsable si mañana no puedes caminar hasta el cuarto de las simulaciones – Tobias sonríe volviendo a sus dieciséis años.

Al verlos, uno frente al otro, me sorprende lo mucho que ha crecido Will las últimas semanas, la iniciación lo ha trabajado más y frente a Tobias tiene ya casi su mismo tamaño.

– Están iguales – anuncia Christina observándome, – es un calco de su padre.

Will comienza a moverse y es quien atiza el primer golpe. Tobias lo esquiva con destreza y estrella su puño a la altura de las costillas. Como respuesta Will junta el aire perdido y lo expulsa descargando toda su fuerza en una patada a la altura de los riñones de Tobias.

Jadeo, no mentiría al decir que estoy sufriendo cada golpe como propio.

Will salta esquivando la patada de Tobias, pero no ve venir el puñetazo hasta que lo oímos contra su mandíbula.

– Auch – suelta Uriah –, eso le dolerá mañana.

Will se sujeta la mandíbula y vuelve a arremeter contra su padre quien atrapa el puñetazo con su mano y un gesto de dolor.

– Recuerda que es hasta que uno de los dos conceda – le refrezca Tobias.

– ¡Ni hablar!

– Como quieras – exclama retorciéndole el brazo que tiene entre sus manos. Cuando Will está de espaldas a él, lo empuja con su rodilla provocando que se derrumbe.

Entonces Will junta envión desde el suelo y salta para intentar colgarse de los hombros de Tobias, pero este advierte el movimiento y luego de esquivarlo sonríe con suspicacia.

– ¿Creíste que no lo notaria? Yo perfeccione ese movimiento en tu madre – suelta orgulloso.

Tobias intenta atizar otro golpe pero Will arroja una patada dándole al puño antes de que llegue a destino.

Una patada en la pantorrilla provoca que mi hijo se derrumbe y esta vez cuando vuelve a saltar, Tobias le permite colgarse de sus hombros desgarrándole la camiseta, pero al hacer fuerza para que  caiga, este es más rápido y contraataca el movimiento de la única forma que conozco, y que solo se lo he visto hacer a él: se mueve con mayor destreza, volteado su cuerpo en el aire para ser quien caiga sobre Will, en vez de al revés.

– Suficiente – anuncia Tobias poniéndose de pie y le tiende una mano a Will, quien la ignora –. Como digas, – se voltea con una sonrisa en los labios y se agacha con destreza cuando Will pasa volando sobre su cabeza.

Y toda la sala estalla en risas.

– Te lo he advertido – sonríe levantándolo del suelo–. No podrás conmigo.

– No te sientas, mal – le suelta Zeke mientras se acercan –. Nadie he podido.

– ¿Estas invicto? – Will observa a su padre sorprendido. Tiene un corte en su labio, el cual no es la gran cosa.

– No, – Tobias tira de su camiseta hecha harapos acabando con ella– ayer me vencieron –. Exclama arrojado lo que queda de su camiseta a un cubo cercano y tira de mí para el volverme entre sus brazos.

– ¡Wow! – exclama Uriah al observar los tatuajes en la espalda de Tobias y al observar a Christina descubro que está Igual de sorprendida que su hijo.

Cuando Tobias me suelta me acerco a Will para comprobar que no esté herido. A pesar del corte en el labio y el maratón que se lo formará a la altura de la mandíbula, el resto no es nada preocupante.

Le arrojo una bolsa de hielo para su mandíbula y me aproximo a Tobias, quien por lo visto, no tiene ni un rasguño.

– Ten – le arrojo una camiseta – cubre esos tatuajes.

Aline nos observa y finalmente habla.

– ¿Por qué? – Pregunta y yo volteo – ¿Por qué debe cubrirlos?

– "Traición" – Tobias pone los ojos en blanco y voltea hacia Aline para mostrarle su espalda, es la primera vez que lo veo dispuesto a hacerlo, lo cual me sorprende.

– Es increíble. Una obra de arte – Aline usa las mismas palabras que he usado yo para describirlos la primera vez que los vi.

– El tener tatuados los signos de las otras facciones es considerado "Traición" – explica él.

– Pero, – ella me observa – Tris lleva tatuado el signo de abnegación en su hombro.

– Es su facción de origen, y se lo hizo durante su iniciación, y aun así la aceptación no es del todo buena.

– Hasta que no fui miembro hecha y derecha de esta facción no me lo destape. Lo llevaba cubierto – explico.

– Y aun así, yo llevo tatuados todos. Aunque, te agradecería que no lo comentaras– ruega mientras se pone la camiseta y Aline asiente levemente.

– ¿Vamos a comer? – pregunta Uriah dirigiéndose al resto.

Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora