Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]

Capítulo 2

TRIS

Las palabras de Tobias resuenan en mi cabeza y me ruborizo ligeramente. No puedo alejarlas de mi cabeza, él ha sido totalmente sincero conmigo, cosa que raramente ocurre, y me ha encantado que así sea. Sus palabras me han llegado hasta lo más profundo.
Cuando acabamos de almorzar, levanto los platos y me dirijo al fregadero, los ojos de Tobias me acompañan con cautela. Su mirada es fría y calculadora, pero detecto algo de dulzura en ella, por lo cual me sonrojo.
Abro el agua mientras tarareo, y la canción que mi madre solía cantarme cuando era pequeña vuelve a mis oídos, al igual que siempre.

"Abnegado, si quieres perderte a ti mismo
y dejarte de lado.
Erudito, si siempre quieres saber más
y no te basta con un poquito.
Cordial, si tu objetivo es cultivar la armonía
y sembrar la paz.
Veraz, si pones la honestidad
ante todo lo demás.
Osado, si crees que para proteger la ciudad
estás destinado.
Luego de la prueba, tu elegirás
a que facción pertenecerás."

Siento que mis ojos se cristalizan y van a colmarse de lágrimas, a pesar de que los años han pasado aún me duele recordarla y la echo mucho de menos, pero en el momento en que Tobias me envuelve con sus brazos y me besa el cabello todas mis angustias desaparecen. Ambos hoy y mañana tenemos el día libre, por la conmemoración de la disolución de las facciones y la fundación de la nueva Chicago y los pasaremos juntos.
- Déjame ayudarte - su tono es dulce y cordial.
- ¿Continúas trabajando lo de generoso? - le pregunto recordando el motivo del tatuaje de su espalada.
- Siempre lo he hecho, - admite - pero resulta que se me dan mucho mejor los métodos altruistas - me corrige ya que tiene razón, ese gesto es totalmente abnegado.
- Ambos somos estirados.
- Ambos fuimos estirados - resalta la palabra "fuimos" - también fuimos Osados, y hoy somos ciudadanos de "la cuarta ciudad".
Asiento.
- Aun así, mi facción de origen sigue siendo abnegación y mi facción elegida sigue siendo Osadía - respondo recordando el árbol genealógico que vi en el departamento.
- La mejor decisión que tome en toda mi vida - anuncia él, tomando un repasador y secando los platos que acabo de lavar. Trabajo en equipo, pienso y sonrío hacia mis adentros.
Estoy a punto de preguntarle por qué cuando oigo que suena el timbre.
- Yo voy - anuncio dejando a Tobias en la cocina mientras me dirijo a la puerta.
La abro sin consultar ya que supongo que será Christina, Zeke o Shauna pero la sorpresa cubre mi rostro cuando me encuentro con Marcus del otro lado de la puerta.
- Tris - su saludo es cordial y totalmente educado, podría jurar que se debe a educación y no a sentimientos personales.
- Hola - respondo sin inmutarme por sus ojos oscuros y penetrantes. Son muy parecidos a los de Tobias.
- ¿Está mi hijo? - me pregunta - Me gustaría hablar con él.
Asiento haciéndole un gesto con mi mano para que pase y se siente en el sofá del comedor. Camino a la cocina donde Tobias está acabando de guardar los platos.
- ¿Quién era? - me pregunta volteando.
- Tu padre - respondo y su cara se transforma -. Está en el living aguardando.

Sirvo café en tres tazas y rápidamente voy al comedor a ubicarme al lado de Tobias. Él toma su taza, me tiende la mía y toma mi mano.
- ¿Cómo estas, hijo? - le pregunta frío.
- Muy bien - responde Tobias - ¿y tú?
- De maravilla - sus ojos reflejan un brillo algo perverso, está disfrutando de la visita.
- Ah, antes de que lo olvide, Beatrice - me observa y hace un gesto disculpándose - Feliz cumpleaños número dieciocho - me felicita-. Lamento no habértelo deseado ayer pero estuve muy ocupado trabajando.
Al oírlo decir eso, puedo sentir como Tobias se relaja. La relación con su padre no ha quedado mal, a comparación de antes, pero yo sé que aún existe cierta tensión entre ellos, a pesar de que ninguno se atreva a admitirlo.
- Muchísimas gracias, Marcus - presiono ligeramente la mano de Tobias dándole confianza. Es increíble cómo nos hemos convertido en uno solo, al punto de reconocer los sentimientos del otro.
- Muy bien, - continúa Marcus-. He venido a hablar contigo, Tobias. Mañana convocaremos una reunión con Johanna y varios miembros más de la comunidad - explica-. Y ambos, - resalta la palabra para que sepamos que no es solo por interés suyo -, queremos que te encuentres allí.
Tobias me observa y Marcus vuelve a hablar.
- Ella puede venir, es más, también está invitada-. Su voz es delicada, como si no estuviera dispuesto a revelar nada hasta entonces.
- ¿Con qué objetivo? - la pregunta de Tobias hace que su padre niegue con la cabeza y yo de por sentado que mis suspensiones eran ciertas-. Si no me dices el motivo no iré - su voz es fría y decidida, no cambiara de opinión, lo sé.
- Muy bien, - afirma - entonces, la invitación es solo para ti, Beatrice.
Me observa y recuerdo cuando me alié con él hace varios años y me arriesgaría a pensar que Marcus está pensando lo mismo.
- Lo siento, - me encono de hombros, disculpándome -. Si Tobias no va, no iré -. Anunció y Marcus me observa incrédulo.
- Has cambiado - me acusa con sus ojos calculadores.
- No, - respondo - Ya lo he hecho una vez y también ha sido contigo- le recuerdo-. Teniendo en cuenta que ahora soy feliz no me arriesgaría por algo que ni siquiera sé de qué se trata - confieso y Tobias pone su otra mano sobre la mía.
Marcus observa su gesto y luego, nos observa a ambos.
- Me has sorprendido - habla nuevamente - y sigues haciéndolo. - Ambos lo observamos confusos y entonces, comprendo que se refiere a Tobias-. Pensé que solo sería temporal, pero el afecto que sientes por ella es sincero y puedo verlo en tus ojos.
Tobias no responde, solo asiente.
- Me recuerdas a mí, cuando conocí a tu madre -. De repente siento que estoy de más en esta conversación y observo a Tobias quien vuelve a hablar.
- Ve al punto - insiste y Marcus asiente.
- Johanna quiere que ambos estén mañana - ambos asentimos-. Queremos volver a establecer las facciones.