Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]

Capítulo 4

TOBÍAS
Pero esa no era la primera vez que la veía. Ya la había visto por los pasillos del instituto, durante el falso funeral de mi madre y caminando por las aceras del sector abnegado. La veía sin verla; nadie vio como era de verdad hasta que saltó.
Desde el momento en que me entere que había elegido Osadía supe que sería uno de los nuestros, cosa que nadie pensaba.
Su cuerpo pequeño y débil, sus ojos de niña, su falta de estado físico, su descoordinación y su torpeza para la mayoría de las cosas hacia que se pensara lo contrario. Pero todas mis suposiciones cerraron en el momento en que la vi salir de la simulación en tres minutos, ella era especial, y yo lo sabía. Ella no lo pensaba, pero yo sí.

- ¡Tobias! ¡Tobias! - oigo que ella me llama de alguna parte. Grita mi nombre, está desesperada.
Me volteo frenéticamente y la veo, dentro del laboratorio de armamentos, David está sentado en su silla de ruedas delante de ella, y tiene una pistola. Le esta apuntado.
- ¡Tris! - grito y ella voltea, David también lo hace sin dejar de apuntarle.
- ¡Pon tus manos arriba! - exclama mirándome -. Si te mueves, la asesinare.
- ¡Tris! - repito, sin prestar atención a las palabras de David.
- Lo digo en serio -. Exclama disparando hacia donde Tris se encuentra, sin darle-. Suelta el arma. Y ni si quiera intentes acercarte, si no quieres que el suero de la muerte acabe contigo.
- De acuerdo-. Respondo levantando mis brazos y dejando el arma en el suelo-. No le hagas daño.
David quita su mirada de Tris para mirarme y en el momento en que Tris se dirige al suero oigo un disparo y ella grita.
- ¡Tris! - exclamo y corro hacia donde ella se encuentra pero el suero de la muerte vuelve lentos mis movimientos impidiéndome acercarme antes de que Tris ponga la clave, presione el botón verde y suene el segundo disparo. Otro grito de ella.
Continúo avanzando pero mi cuerpo se derrumba, aunque no quito la vista de Tris. Ella me observa y mueve sus labios para que yo entienda.
<<Te amo. >>
Luego, la veo cerrar los ojos.

Me levanto casi gritando, pero me y tranquilizo totalmente cuando noto que me encuentro en la enfermería y solo ha sido una pesadilla. La mano de Tris sigue bajo la mía y ella continúa conectada, observo su pecho subir y bajar mientras acaricio su delicado pelo rubio hasta que consigo tranquilizarme.
<<Solo ha sido una pesadilla - Repito para mis adentros-. Ella está aquí contigo. >>
Es extraño estar tan cerca de alguien que esta mentalmente tan lejos.
Es extraño y depresivo.
- Buen día-. Christina entra en la habitación con mi almuerzo.
- Hola-. Respondo.
Ella deja la bandeja sobre la mesa y se para delante de Tris.
- Hola mejor amiga-. Susurra ella a Tris corriéndole el cabello de la frente-. Te echo de menos-. Se sorbe los mocos y refriega uno de sus ojos para que las lágrimas no caigan. Yo vuelvo a tragarme las mías.
- Oí que Evelyn estuvo aquí contigo-. Suelta ella sentándose a mi lado, últimamente desde que es quien me trae la comida cada día cuando viene a ver a Tris intenta distraerme y es con quien más he hablado, además de que me ha bancado de mal humor. Se ha vuelto una gran amiga.
- Hace varios días que viene aquí a hacerme compañía un rato.
Ella asiente. Ambos sabemos que lo hace por mí, y no por Tris.
- Me da igual-, respondo a los pensamientos de Christina-. Sé que lo hace por mí, pero me da igual, me quedare aquí con ella- Digo tomando la mano de Tris.
- Tris me había contado lo que Evelyn pensaba de ella.
- ¿De veras? - la miro sorprendido. No habría imaginado que Tris hablara de ello. Ella sabía lo que Evelyn pensaba, pero no habría imaginado que lo comentara.
- No me malinterpretes. Solo conmigo -. Aclara ella-. Tris no acostumbraba a hablar mucho del tema, pero una vez me comentó algo que Evelyn le había dicho.
- ¿Que le había dicho? -. Suelto y, por primera vez en semanas quito la vista de la cara de Tris, para algo que no sea comer, tomar, dormir o ir al baño.
- Durante su estadía en su campamento de Abandonados, luego del ataque a Abnegación -, comienza a narrar Christina - Evelyn le soltó a Tris que su padre pertenecía a Erudición antes de trasladarse a Abnegación. Cuando vio su cara de sorpresa Evelyn le pidió disculpas de manera sarcástica afirmando que su intención no era abrir heridas y Tris le afirmó que sabía que no era cierto-. Ella vacila un segundo como sin saber si debe continuar pero finalmente se decide-. Y, le soltó que sabía que intentaba utilizarte, y que iba a decírtelo. A ello Evelyn se limitó a contestarle con arrogancia "Mi querida niña, soy su familia. Soy permanente. En cambio, tu eres temporal."
En el momento en que Christina acaba la frase la puerta se abre y Evelyn aparece tras ella y por su cara podemos saber que ha oído todo. Y no me importa.
Christina Suspira.
- Diablos-. Susurra ella tan bajo que solo yo puedo oírlo-. Sabía que debía callarme.
- Creo que será mejor que te retires querida, - responde Evelyn sin inmutarse y Christina me observa, esperando ver si estoy de acuerdo o no.
- Ve-. Respondo sin quitar la mirada de Tris.
Evelyn se sienta en una silla enfrente de mí del otro lado de la camilla de Tris.
- Hola-, susurra ella y al ver que no respondo, prosigue-. Tobias... - vacila- Creo que te debo una explicación.
- No, nada de eso-. Respondo-. De veras te agradezco que pases cada día aquí conmigo, ya que sé que solo lo haces por mí-. Afirmo.
- No, escúchame-. Ella me interrumpe-. Dije eso en aquel momento ya que no estaba segura de quien era esta chica. No sabía quién era, y dudaba de que te llevara por buen camino o sea digna de ti. El ser hija de los Prior no la dejaba mal parada-, la observo incrédulo-, el que su padre haya tenido que ver con Marcus no quiere decir que Natalie, su madre, fuera mala persona. Pero -, prosigue ella-, sus contestaciones hacia mí como si me odiara sin siquiera saber mi nombre me exasperaban. Sé que lo hacía por ti, pero no era motivo. Hoy, - explica-, pude conocerla y entender que es una niña, porque eso es lo que es, que te merece más que nadie. Una joven de 16 años que es capaz de dar su vida por su hermano...- vacila-, no hay muchas como ella. Es especial, yo puedo ver lo que has visto en ella.
No respondo a sus palabras. No sé si creerle o pensar que me lo ha dicho para consolarme.
- No lo estoy diciendo porque ella se encuentre así-. Aclara, ya que debe haber notado en mi cara lo que pienso-. No quiere decir que vaya a quererla, pero tienes mi palabra de que eso es lo que pienso .Y, si fuera por ti, quisiera que abriera los ojos ya-. Acaricia uno de mis pómulos con su pulgar, el cual debe estar oscuro y morado, ya que hace días que no duermo.
Si pudiera dar mi vida porque ella abriera los ojos lo haría.