Capítulo 1

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TOBIAS

Tomo la mano de Tris y jalo hacia mí. Ella se deja caer entre mis brazos.

– ¿No has sido muy duro con él? – me pregunta refiriéndose a la pelea con Will de hoy.

Sonrío.

– No lo creo.

En el momento en que una iniciada pasa junto a nosotros, nos separamos automáticamente

– Tris – susurra la joven acercándose y ella se pone colorada, – ¿Cambridge y Lea se han ido?

Puedo ver que el rostro de Tris se ensombrece y responde sin vacilar.

– Si, Camille. Son las reglas.

La joven veraz asiente y se retira sin nada más que decir.

– Malditos cortes– susurra Tris acurrucándose en mi pecho –. Los odio tanto.

– Lo sé.

– Lea se ha ido, todo porque Cambridge no supero la primera etapa. Lea iba a ser un gran osado, en su lugar se quedó Christopher.

La acuno con mis brazos mientras ella habla, en este momento, es ella misma, no la instructora fría, ni la osada con solo seis miedos. Es la abnegada de la que me enamoré.

– Aline, – susurra – ¿te agrada esa niña, verdad? – me pregunta.

La miro confuso.

– ¿Por qué lo dices?

– Me ha sorprendido que te abrieras con ella, al explicarle lo de tus tatuajes – aclara –. No sueles abrirte con nadie.

– Tienes razón, solo lo había hecho contigo–. Confieso – y tienes razón, me agrada Aline, me recuerda a ti cuando iniciaste.

Tris levanta la vista encantada con lo que acaba de oír.

– No quiero que se vaya, Tobias.

– Ella tampoco quiere irse, Tris – le recuerdo–. Ya lo has visto, trabajará para quedarse.

En ese momento, veo a Max salir del complejo y acercarse hasta nosotros.

– Tris. Cuatro – nos saluda con un cordial asentimiento de cabeza.

– Max – Tris lo saluda apartándose a penas de mí.

– Siento interrumpir – me observa – pero requerimos tu presencia.

– De acuerdo – me separo de Tris y le beso la mejilla –. Nos vemos luego.



Cierro la puerta detrás de mí y me alejo. Hemos organizado con Max toda la segunda etapa de los iniciados y hemos preparado todo para que mañana pasen por su paisaje del miedo. 

Cuando me dirijo a nuestro piso paso por el abismo y me detengo frente a la baranda. Apoyo mis dos brazos en ella mientras observo el agua.

– Cuatro – oigo una voz detrás de mí y por el tono deduzco que se tratará de un indicado.

– ¿Si? – volteo levemente la cabeza y me encuentro con Danielle, la veraz, quien lleva puesto un vestido negro y el cabello rubio cayendo sobre sus hombros. Sus ojos verdes me miran consternada, y algo en el fondo de mi pecho me recuerda a Tris, cuando se inició. Su cabello rubio, sus ojos curiosos y aquel vestido negro que ella llevaba.

Aunque, cuando vuelve a hablar, me recuerdo que no se parece en nada, ya que ella jamás habría sido tan descarada. 

– ¿Puedo acompañarte? – me pregunta y se para a mi lado antes de que yo pueda responder.

– ¿No crees que tendrías que estar con los otros indicados? – pregunto frío, ha sido un buen día hoy y quizá esté un poco más tolerante. 

– No me agradan – se encoje de hombros –.

– ¿Ninguno? – levanto las cejas sorprendido. 

– Los cordiales se han largado, al igual que Giselle, Camille se junta con los veraces que quedan y a los nativos de Osadía no les agrado, por lo que Christopher ha dicho. 

– ¿Todos los nativos?

– Se ha ganado el odio de Will y Uriah. Además, los nativos y los trasladados no se llevan muy bien – frunce el ceño.

– No es tan así – respondo recordando otras iniciaciones, y a Aline entre nosotros hace algunas horas.

– ¿Por qué no intentas juntarte con los nativos? – le suelto como un consejo. Es una joven bonita y será una gran Osada, no veo por qué no podría intentarlo.

– No le agrado a Will.

– Y con razón, después de lo que has dicho de su madre.

Ella me observa confusa y mi mirada se vuelve fría, como el hielo. Puedo ver algo de miedo en sus ojos, pero lo disimula muy bien.

Finalmente, levanta la vista sorprendida.

– ¿Lo sabias?

– Es mi hijo, Danielle.

Al oírme pronunciar su nombre, sus ojos se ablandan.

– A veces lo olvido – Me suelta apoyando su cabeza en mi hombro y yo la observo sorprendida. Qué coraje – Aunque es igual a ti, Tobias.

Al oírla pronunciar mi nombre me encojo de hombros para que se aparte, pero no lo hace.

– Te he dicho que me llames Cuatro – le ordeno.

– Tris te llama Tobias.

– ¿Que tienes con mi esposa? – me aparto de ella bruscamente.

– Envidia, supongo – no baja la mirada al hablar y me observa ¿esperanzada?

– Estas de mente – le suelto y sus ojos se entristecen.

– ¿Por qué? – me observa dolida. Diablos, "No debo hablar con los iniciados" Me recuerdo.

– Eres una niña. Tienes la edad de mi hijo – exclamo espantado por lo que acaba de decir.

– No me importa– responde inflexible.

– Pues a mí si –Mi tono es frío y me alejo unos centímetros de ella–. Ve con mi hijo, no conmigo.

– Tu hijo me odia – responde.

– Porque lo único que haces es hablar mal de su madre como si pudieras competir con ella. Es mi mujer, Danielle, y tu instructora, tienes que tenerle algo de respeto. Ya que, de no ser así, tampoco tendrás el mío. Es a quien más amo en el mundo y nada me hará cambiar eso– las palabras escapan de mi boca antes de que pueda detenerlas y entonces, oigo una voz detrás de mí.

– Tobias.

Allegiant: Final Alternativo - Resurgente: Después de Leal [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora