diecinueve.

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19.

entraron en la casa, por fin habían llegado luego de caminar algunas cuadras. Aún tomados de la mano caminaron hasta la cocina, Daniel se dio cuenta que su madre le había dejado una nota en la nevera.

"amor estoy donde la abuela, llego mañana en la mañana. Espero que hoy te haya ido bien.
—mamá."

— ay más linda —dijo cuando leyó la nota, Daniel la miró con una sonrisa.

—yo quería que la conocieras, es re copada. —contestó. Subieron hasta la pieza del morocho y ella se tiró en la cama inmediatamente.

Daniel hizo lo mismo que ella, no dudó en acostarse a su lado mientras veía como la luz de la lámpara que entraba por la ventana pegaba de manera suave en el rostro de ella.

se acomodó mejor y ella se recostó en su pecho, el veía sus labios que aún tenían un poco de brillo se veían tan bonitos. No le dio muchas vueltas al tema, juntó sus labios con los de ella, y lo que empezaron siendo besos cariñosos terminaron subiendo de tono.

las manos de Irina estaban en el cuello de Daniel, mientras que las manos de él sostenían su cintura. No tardó mucho para que ella se sentara en su abdomen, ambos estaban entrando en calor y las prendas justo ahora estaban estorbando.

cuando sacó la remera de ella se permitió admirarla, en todas sus formas y contextos le parecía preciosa.

[...]

se despertaron gracias a una llamada entrante en el teléfono de Irina.

—¿no se supone que vos llegarías para el desayuno? —hablaba Sandra al otro lado de la línea.

—perdón , me quedé dormida. —contestó mientras rascaba su ojo.

—bueno, para el almuerzo te quiero acá eh, cuídate y salúdame a Claudia y a Daniel. Te amo.

—bueno, chau te amo. —colgó la llamada y se echó hacia atrás nuevamente logrando encontrarse con Daniel ya despierto— te manda saludos mi mamá.

—una linda Sandra —contestó— ¿querés que bajemos a desayunar? —preguntó y ella asintió. Daniel salió de la cama y se puso el pantalón de pijama supuso que su madre ya había llegado.

Irina imitó su acción, pero decidió dejarse la camisa que él le había prestado. Bajaron juntos y cuando entraron dieron los buenos días.

—ma, ella es Irina.

—qué gusto poder conocerte, me llamo Claudia. —dijo saludándola con amabilidad, los nervios le agradecieron.

—gracias, igualmente.

pasaron el desayuno bien, para suerte de Irina Claudia era una mujer amable y cariñosa a su vez. Obviamente le dio saludo de Sandra, que al principio la confundió cuándo ella le dijo "te manda saludos mi mamá" pero con una corta explicación quedó todo claro.

Claudia le contaba varias historias de Daniel cuando era niño, mientras este abraza a Irina por la espalda y escondía su rostro en el cuello de ella. Ella estaba sentada al lado de Claudia y reía por lo que le contaba, la imagen le pareció tierna y les tomó una foto dejándola de recuerdo.

ayudó a lavar los platos y subió a la pieza de Daniel para cambiarse y volver a su casa antes del almuerzo. Se despidió de la madre de Daniel quién le pidió que volviera un día para tomar mates.

—no, porque me vas a seguir avergonzado. —se quejó Daniel y ambas rieron.

—sos un exagerado Danilo —contestó ella— un gusto doña Claudia, espero volver pronto si su hijo me trae.

Daniel la acompañó hasta la puerta para despedirse.

—no me gusta mucho la parte en la que te tenés que ir, sabes —decía mientras la tenía abrazada.

—pero me tengo que ir, el martes nos veremos otra vez. —le dio un beso y se fue.

estaban embriagados de amor.












hoy les tiré varios caps, un corto maratón para recompensar la ausencia.🦋

ojeras negras ; dani ribba. Where stories live. Discover now