13

96 11 5
                                    

Mientras qué Gir y Mimi se encontraban jugando en alguno de los juegos o jugando entre ellos, Tak y Keef los observaban de vez en cuando hablando de temas variados de forma bastante animada, e incluso, por llamarle de algún modo, de forma bastante dulce. Él pelirrojo miró hacia abajo cuando su mano fue suavente jalada después de ser tomada entre unas pequeñas manos, encontrándose con él hermano menor de Zim que lo estaba invitando a jugar.

Aceptando sin más al ya haberse percatado de qué el menor tenía una cierta fijación en estar cerca suyo, tomando la mano de la peliazul cuando Gir lo comenzó a guíar, le elevó los hombros a su pareja mientras le sonreía, siendo su otra mano agarrada con algo más de firmeza a la vez qué su sonrisa era correspondida.

Membrana e Irk se encontraban algo alejados, sentados entre los columpios en el frecuente silencio que solía acompañarlos como si ambos tuvieran algún tipo de relación con aquel falta de sonido.

── ¿Y, cómo has estado?── Afirmando la cadena de metal con algo de fuerza no necesaria, elevó la vista del suelo para ver a su pareja, mirándolo a pesar de que este no lo hacia y no lo haría.

── Bien, ahora puedo controlar de mejor forma mi ansiedad, y... ahora tengo un poco más de autoestima.── Hizo una pequeña pausa, dándole un apretón más fuertes a las cadenas qué se deshizo al instante, balanceandose un poco en el columpio que era empujado suavente por sus pies que no soltaban el suelo.

Dib volvió a su posición inicial, no hablaban mucho, pero eso no era novedad.

── Eso es bueno.── Quedándose en silencio, ninguno volvió a intentar hablar otra vez.

Todavía tenían de amante al espacio entre ambos y Zim ya había dejado de intentar terminar con el, aceptando sin muchas ganas que su pareja no se podía acostumbrar a una relación un poco física que consistía en abrazos, besos, o tomarse de las manos. Y si lo hacia, quién sabe cuándo sería.

g o m i t a        [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora