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Volvían a lo mismo, Dib dando vuelta tras vuelta en circulos con una actitud muy paranoica, aunque esta vez era por los disfraces de Halloween.

── Dib, estoy enfermo.── Keef se encontraba sentado en su cama, tapado con mantas y con algo de fiebre. Mirando sin ganas como Membrana no le prestaba atención
y seguía con su balbuceo.

── ¿Qué pasará si nuestros disfraces son completamente distintos?── Para ser un chico de diecisiete años era algo bajo, incluso más que Zim, por lo que podría pasar desapercibido a la hora de pedir dulces, aunque nunca se era lo suficientemente viejo para eso.

Dio un par de gritos más, hasta que él pelirrojo ya harto de esa situación se inclinó un poco y agarró la muñeca de Dib, provocando que se detuviera e haciendo que se callara.

── Dib, ¿Eso qué importa? No tiene nada de malo si sus disfraces son completamente distintos, solo debes disfrutarlo y ya, y también tratar de no perder a Gir, es demasiado hiperactivo.── Las veces en las que estuvo en la casa de Zim terminó jugando con el menor, no le molestaba, pero andar con un niño
de ocho años por las calles pidiendo dulces podría salir algo mal.

── Sí, tienes razón.── Miró sus pies, siendo soltando suavemente su brazo izquierdo, elevando la vista con una pequeña sonrisa.── ¿Y cómo estás?

── Ya estoy algo mejor, aunque aún me duele la cabeza.── También le sonrió, ruborizado por su resfriado.

Hablando de cosas al azar para pasar el rato, aún tenían tiempo hasta que Dib se tuviera que ir.
Aveces se preguntaba en qué momento se volvieron amigos, probablemente siendo la influencia de Zim la causante de su amistad, llevándose bastante bien después de una que otra charla.

Alegrándose al tener con quien pasar el rato a parte de Zim o su hermana menor, teniendo amigos después de años de soledad y bullying por parte de sus compañeros de primaria. Una estapa que siempre lo acompañó pero que nunca soportó.

g o m i t a        [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora