0 9

134 19 8
                                    

Dib miraba fijamente a Zim, quizá algo aturdido pero la verdad era que no le prestaba mucha atención a sus palabras, mirando su hamburguesa después de unos minutos, volviendo con esa incómoda pregunta: ¿Cuándo cambio?

Debería estar felíz, su pareja ahora era capáz de comunicarse con la gente a su alrededor sin problemas, incluso cuando aveces se sentía avergonzado ya no era algo muy evidente o que afectara como antes.
Haciendo un par de muecas por sentirse así, por querer volver al tiempo en el que las cosas eran distintas y el silencio reinaba sobre su amistad casi inexistente, ya que con mucha suerte sabían algo del otro.

¿Entonces cómo se volvieron pareja? ¿Era válido gustar del otro cuándo no se conocían para nada más del nombre y edad? Sintiéndose bombardeado de preguntas que él mismo se hacía comenzó a marearse, sintiendo como se asfixiaba intentando respirar cuando le costaba hacerlo y solo lo dificultaba más.

── Dib, ¿Te sientes bien?── Dejando su comida de lado para mantenerse fijo en la preocupación que fue naciendo al ver a Membrana sin poder respirar bien, tocando un poco su mano para que lo mirase; como una pequeña corriente eléctrica que sintió él del lentes miró al menor, saliendo de entre todas las explosiones para bajar la mirada a sus manos.

── Sí, solo... tengo que ir al baño, ya vuelvo.── Haciendo una pausa para respirar con algo de calma se levantó para apartar su mano de la contraria, dejando atrás al otro azabache sin prestar atención a los pequeños gritos que daba bajo sus oídos.

Arrastrando sus pies a uno de los tantos cubículos desocupados se metió adentro de uno de ellos, sintiendo el frío sudor de su cuerpo bajar por su mentón, cayendo lentamente al suelo para quedar frente del retrete, mirándolo hasta que ya no lo pudo contenerse más. Acababa de vomitar.

Respirando con fuerza con algunas gotas cayendo por su rosas mejillas, sintiendo el ardor en la garganta para no dejar de pensar que era asqueroso lo que acababa de hacer, sin comprender el por qué. Mirando para atrás cuando de forma baja dijieron su nombre, no había cerrado con seguro.

── Dib qué es lo que... tengo que llevarte a tu casa.── Interrumpiendose a sí mismo Zim intentaba no alterarse al saber que su pareja había vomitado después de notarse claramente que se encontraba mal. Tomando su brazo para intentar levantarlo pero al no tener tanta fuerza no hacía mucho.

── Zim, espera. ¿Crees qué podrías hacerme un favor?── Deteniendo sus movimientos lo miró desde el suelo, dejando un silencio que le decía que continuara.── ¿Podría volver a ser todo cómo antes? A cuando nuestra relación era tranquila, a cuando no eras así.

Levantándose con torpeza explicaba lo que quería, mirando a los ojos al otro tras que éste lo atrapara al casi caerse, notando en esos ojos celestes que no entendía a qué se refería. Tirando la cadena y limitándose solo le pidió que lo olvida y que se fueran de ahí, diciéndole que ya se encontraba mejor, pidiéndole que lo soltara. Estaba culpando a Zim de su malestar.

g o m i t a        [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora