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Repitiendo la misma escena de siempre, su enojo era visible y la incomodidad del pelirrojo también lo era, escuchar a su amigo decir todo eso era de lo peor, sin contar la mala sensación que sentía al recordar cosas que prefería olvidar.

── ¡Entonces dijo que yo no tenía por qué decirle cómo actuar, pero claro que puedo, soy su novio!── Frase demasiado rebuscada que hicieron al pelirrojo sentirse aún más mal, hundiéndose en su sitio por cada palabra que decía él de lentes.── ¡Es qué no lo entiendo, Keef! Dice que me ama pero nisiquiera quiere hacerme felíz con una petición tan simple.

Después de un quejido en voz alta se dejó caer en su cama, cruzandose de brazos mientras murmuraba en voz baja más desagradables quejas respecto a su novio, siendo observado por una mirada un tanto triste por parte del pelirrojo.

── Pero él no tiene por qué hacerlo.── Mantuvo su mirada sobre él incluso cuando no volteaba a verlo, diciendo algo que él otro no podía comprender tan fácilmente.

── Entonces no me ama tanto como dice.── Bufó todavía bastante enojado, frunciendo aún su ceño y siguiendo con su postura de, supuestamente, tener el derecho de poder decidir como debía actuar Irk.

── No es cosa de amor, Dib. No importa que seas su novio, nada te da el derecho de cambiarlo, eres mi amigo y te quiero, pero es realmente desagradable que digas todo esto.── Sus manos quedaron en puño y miró el suelo intentando mantener la calma ante tal complicada situación.── No quiero ser yo, pero alguien tiene que decírtelo.── Con una mueca en su rostro ambos conectaton sus miradas. ── Te estás volviendo alguien tóxico para Zim, y si sigues así esto va terminar muy mal, lo hará para los dos, y no quiero ser el motivo, pero lo mejor sería que ambos no estuvieran juntos.

Frunció su ceño ya molesto, y, sin saberlo, siendo uno de los motivos por el cual sí podrían romper incluso si es que la situación no se hubiera vuelto así de mala. Dib lo miró, procesando y poniendo otra vez un rostro enojado, amaba a Keef, pero no entendía por lo que pasaba, él no... entonces sí lo amaba después de todo.

── Tu no lo entiendes, yo no puedo romper con Zim.── Mantuvo su postura y su expresión, levantándose de la cama.── No importa qué, él y yo no podemos romper.

En su postura actual sería fácil poder intimidar al otro, pero Keef  manteniendo sus manos en puño se levantó de golpe con una clara mueca en su rostro. Estaba enojado, en todo su derecho, pero intimidando al azabache por verlo por primera vez así.

── ¡Entonces deja de quejarte de él! ¿¡Si tanto odias que no sea cómo quieres por qué no terminas con él? Todo se solucionaría!── Inclinandose hacia adelante lo hizo retroceder un paso antes de irse también al frente para responder a la aparente discusión que tenían.

── ¡Por qué tú ya tienes novia y jamás saldrías conmigo!── Cerrando sus ojos con fuerza los abrió algo llorosos por escucharse decir aquello, mirando con cierto temor la mirada del mayor.── Lo quieras o no tu eres el motivo del por qué ya no me interesa Zim, es tu culpa que esté pasando esto, yo- yo me enamoré de ti sin poder evitarlo.

Hablando con el ardor en garganta por haber tenido una discusión con, aparentemente, él chico que no solo gustaba, si no que amaba, le hicieron reaccionar en un llanto que podría comenzar en cualquier momento.

── Tu no me amas. Dib, tu no sabes que es amar a alguien.── Palabras duras, suponiendo, pero refiriéndose a Membrana, era una realidad no aceptada para él o para su hermana menor.

── ¡Claro qué lo sé, es lo que siento por ti!── Avanzando los pasos que retrocedió después de su declaración, se acercó al mayor, quien apartó su vista ya bastante incómodo con toda la situación, provocándole aún más descontento. Su mueca se hizo notar y en un arrebato, tomó las mejillas del pelirrojo para hacer una acción que quiso hacer desde aquella vez en Halloween incluso cuando se empezó a percatar de algún clase de sentimiento parecido bastante tiempo después.

Obligándole a darle un beso en los labios, más incómodo de lo que pudo haber deseado.

Keef cerró sus ojos con fuerza y con cierta brusquedad que no le gustó lo apartó, limpiandose la boca sin poder evitarlo. Mirándolo para ver que sus lágrimas ya caian gracias a la frustración.
Quedaron en silencio, dejando las palabras de Keef en el aire cuando Membrana ya se estaba llendo por la puerta de su cuarto.

Keef pensó en detenerlo, pero no había nada que pudiera decirle, no lo escucharía. Revolvió su cabello con frustración, no sabía si decirle a alguien, tal vez a Zim, probablemente sería lo mejor. Ugh, ¿Por qué esto tenía que ser tan complicado?

g o m i t a        [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora