g o m i t a [ZaDr]

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Con bastante inquietud se quedó quieto, sin mirar un punto fijo intentando asimilar su sueño, acostado de lado con algún escalofrío que no le ayudaba a sentirse menos incómodo.

Un mountro con sus cuatro
patas realmente largas le estuvo persiguiendo junto a otra persona, costándole mucho huir a ambos de esa persona que mutó de un momento para otro antes de comerse a todos esos niños. Pero por algún motivo que no comprendió volvieron al mismo lugar, donde ese mutante lo agarró entre sus delgados y largos dedos para luego ver con terror como lo acercaba a su gran, gran boca abierta. Había muerto.

Le tomó unos minutos calmarse, sin querer moverse por el miedo que aún consumía a su cuerpo y mente, tapándose completo para moverse lentamente entre las sábanas, quizá creyendo que esa cosa podría estar en su cuarto, y que si se movía mucho, lo atraparía una vez más.

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Se lavaba los dientes después de desayunar, ya vestido mientras veía su ahora pálido rostro en el espejo del baño, con unas ojeras que no se iban con el paso del tiempo y una cara que demostraba lo mal que se encontraba. Miraba su reflejo pensando en lo que pasó el día anterior, todo salió mucho pero de lo que pensó y su vómito no hizo nada más que arruinar todo aún más.

Escupió en el fregadero, mirando como se iba aquello gracias a algo de agua, pertubandose al recordar una vez más aquel sueño que lo despertó, sintiéndose extraño al no poder recordar ningún rostro de todos los que aparecieron.

Comenzando a recordar aquella vez en la que en uno de sus sueños cambió de cuerpo varias veces, estando consciente de ello dentro del mismo. Tal vez el cuerpo en el que estaba era el de Zim, tal vez él era el humano que mutó para convertirse en un desagradable mounstro, quizá él mató a su novio dentro de su sueño.

Negó con la cabeza soltando una pequeña risita nerviosa, diciéndose que se eso era una idea muy tonta. Él no le había echo u dicho nada malo a Zim como para que su subconsciente creara aquella escena, como para que su mente lo pusiera en una posición tan angustiante y horripilante. Solo estaba siendo paranoico, nada malo pasó entre los dos.