Mi Dulce Perdición ✔

Capítulo 11: El comienzo de la tormenta.

Elle, le dijo discretamente a Lía que Scott decidió no molestarla en su reunión con sus amigos pero la joven no lo tomó muy bien; además, Dixon sigue pensando en su encuentro con Scott.

— ¿Masón?- Salta Dixon, mientras las amigas están en la cocina, — ¿Qué tanto saben de Scott?

Masón, hace una mueca sorprendido.
— bueno, no mucho. Lía lo conoció hace poco, es un arquitecto y...eso— se encoje de hombros.

– ¿Lo conocés?– susurra Daniel hacia Dixon.

— Más de lo que Lía lo conocé— contesta, igual de bajo...

Al día siguiente, costó un poco levantarse luego de esa "reunión" con los nuevos amigos, pero aún así deben empezar un nuevo día de trabajo así que cuando el despertador suena Lía y Elle deben salir de la comodidad de sus camas.

Sorprendentemente, el bar por las mañanas no tiene a muchas personas, solo a uno o dos ya que el horario especial para los bebedores suele ser de noche.

— ¿Qué te pareció Daniel?– pregunta Masón, mientras pasa un trapo por la barra donde se ha derramado un poco de alcohol.

— Un fanfarrón— contesta Elle, encogiéndose de hombros.

— ¿Te pidió una pintura?

— de seguro lo aconsejaste tú— lo mira con disgusto, —pero no acepté.

— Claro, no se trata de Tyler — levanta ambas cejas con arrogancia.

— idiota— ríe Elle, hasta que ve como la puerta del bar se abre dejando ingresar a una persona.

— hablando del rey de Roma...

— callate— regaña Elle, caminando en dirección a Tyler, ahora correspondiendole a su sonrisa amistosa.

—Buenos dias— saluda Tyler.

— ¿No es muy temprano para beber doctor?— bromea.

— No vine a eso, solo quería verte.

— ¿Me acosas?

Tyler, rie bajo, — no pretendo convertirme en un acosador, quiero invitarte a un lugar, está tarde.

—¿ Y no me dejarás por amigas más atractivas?

El joven niega con la cabeza, — Lo siento, ella acababa de llegar de Rusia y...

— No me debes explicaciones, Tyler.

— ¿Entonces, aceptas?—

Elle, lo piensa unos largos segundos y hasta pasea su vista por el lugar como si así logrará encontrar una respuesta pero solo ve la sonrisa divertida de Masón.

— Acepto— habla al fin.

— Perfecto, puedo pasar por ti.

— Gracias— Elle sonríe de lado.

— A ti— y antes que desee algo más, Tyler simplemente camina unos pasos hacia atrás hasta que gira sobre sus talones para salir del bar aún con los ojos de Elle, sobre él.

— ¡Él te gusta!— Grita Masón desde la barra.

— ¡Callate!— gruñe Elle, aunque el bar está completamente en silencio.

Por otro lado, el día de Lía es más movido ya que hay varias personas que llegan al restaurante por su hora de descanso por sus trabajos o porque simplemente tienen hambre.
Luego de haber dejado la orden en  una de las mesas, sigue con el nuevo individuo que ha llegado solo.