Capítulo 13: El pasado de Scott.

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Dixon, está recostado sobre su auto, con los brazos cruzados, mirando todo el edificio y en especial la puerta por la cual ingreso Lía, pensando sí fue o no fue la mejor idea haberla traído.
Mientras tanto, Lía está tratando de mantener al margen todas sus emociones al tener a Gina alli.

– ¿Y tú quién eres?– pregunta Gina, con la frente fruncida.

— Soy Lía.

La innombrable rie con arrogancia.
— la pregunta que te hice encierra muchos significados. No tocas mi puerta si no buscas algo, ahora dime ¿qué demonios quieres aquí?

– estoy aquí por Scott, Scott Miller.

La expresión de Gina cambia rápidamente, como si le hubieran dicho que alguien resucitó y su primera reacción es cerrar la puerta pero Lía llega a empujarla con su cuerpo, obligándola a que la deje entrar.

— ¡Vete de aquí!— gruñe Gina.

— No me iré— continua Lía, cerrando la puerta con la llave y guardando la misma dentro de su bolsillo, — Tú me dirás todo lo que sabes de él.

— ¿Qué periodista te mandó ahora?

— Nadie, yo solo quiero saber su pasado— se sincera, — yo...

— sales con él— afirma Gina con un tono de humor frío, — que extraño, todo lo que debes saber tienes que preguntarselo a él— ahora está más arrogante que antes ya que enciende un cigarrillo tranquilamente.
— ¿o es qué no confía en ti? Porque a mi me lo dijo todo, sin dudarlo.

Un puñal para el corazón de Lía, que trata de seguir firme y no demostrarse frágil ante Gina.

— y lo traicionaste— escupe Lía.

Gina, queda unos segundos en silencio mirando a la nada.
— Yo no lo traicione— confiesa,
— Escribí todo lo que me dijo pero me robaron esa información, yo no lo iba a hacer, no fui yo quien entregó eso— deja el cigarrillo a un lado y se acerca a Lía, — yo lo amaba igual que él a mi.

Está más que claro que no va a dejar pasar la oportunidad de herir a Lía.

— y sé que estas sintiendo ahora, esa bipolaridad de Scott es tan frustrante pero yo sé su motivo y créeme, ni así puedes cambiarlo...

— ¡¡Solo dímelo!!— gruñe enfadada.

— ¿Qué cambiaría? Scott, odia que actúen a sus espaldas ¿crees qué te perdonará por venir aquí y hablar conmigo sobre el pasado que tanto guarda?

— Lo que pase luego, yo lo resolveré, solo dímelo.

Gina, sonrie de lado y se acerca a la ventana a dejar escapar el humo de su boca cuando se topa con la mirada de Dixon.

— ¿Vienes con custodia?

— Por favor— sigue Lía, — habla ya.

Gina la mira sobre su hombro, — ¿Él dijo que te ama?

Lía, permanece en silencio, sabiendo que nunca escuchó eso de los labios de Scott pero le consuela saber que aún es muy pronto.

— ¿Entonces, por qué te preocupas?

La joven, rodea los ojos con fastidio sabiendo que sólo pierde su tiempo, así que toma la llamé y abre la puerta; sin embargo, cuando está por salir la voz de Gina la hace retroceder.

— Isaac Miller— habla lentamente Gina, ahora ya no tiene el cigarrillo en su poder, — un día, fue a su casa de descanso y conoció a una hermosa pueblerina, Maya— termina por sentarse en el sofá pero Lía sigue de píe, — fue amor a primera vista, como una de las tantas novelas románticas y como tal, había un villano— tensa su mandíbula, — el hermano de Maya, Marcos— hace un mueca de asco.
— ese tipo era la única familia que tenía Maya y la explotaba, la hacia trabajar como una maldita empleada y claro, Isaac con su temperamento y su amor por Maya, la rescató, la llevó lejos de Marcos, con él y se casaron.
No pasó mucho para que el fruto de su amor llegará, dos mellizos, Scott y Virginia Miller— sonrie discretamente, — Sus bellos hijos. Paso apenas unos meses, tres meses y ocurrió algo malo— por unos segundos mira a Lía, — los secuestraron.

Mi Dulce Perdición ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora