Capítulo 32: La dura realidad

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Scott, está sentado en el sofá de la sala, la televisión está en bajo volumen, hay dos tazas  de café sobre la mesita de vidrio frente a él pero el lugar de Tyler aún esta vacío.

Si la pastelería estaba a dos cuadras y además fue en auto, ya tenía que haber llegado y eso altera los nervios de Scott.
Comienza a llamarlo pero no contesta. Abandona su lugar y en segundos, deja el apartamento. Afuera se encuentra con Tomás y los hombres de seguridad que tiene a su cargo pero algo anda mal, Tyler no regresa.

— ¿Todo bien señor Miller?— pregunta Tomás, ante la expresión de preocupación de Scott.

— Eso creo– murmura Scott que se aleja de su seguridad, llegando a la acera para mirar en dirección donde está la pastelería pero ve algo más.

De repente, su mundo entero se cae a pedazos con una simple vista, donde ve a dos cuadras de allí, una ambulancia, personas alrededor, policías y un auto que tiene las características del Nissan.

—¡¡Tyler!!– Grita con un nudo en la garganta y comienza a correr desesperado hasta llegar al lugar.
Hace a un lado a las personas indiscriminadamente hasta estar frente a frente con la escena más terrorífica de su vida.

El Nissan está estampando contra un árbol, la parte de adelante esta totalmente destrozada y atrás también.
Sin dudarlo, Scott cruza por debajo de la cinta policíaca e ignorando a los policías llega al lado del chofer pero Tyler ya no está allí.

Se queda unos segundos asimilando todo, hasta que gira en dirección a los policías.

— ¡¿Dónde esta?!– gruñe y no puede estar enojado, está destrozado...

Scott, ignoró a Tomás y a quien fuera, ya que tomó el auto de uno de sus guardaespaldas y salió a toda velocidad hacia la clínica donde trasladaron a Tyler.
Las palabras del policía aún resuenan en su cabeza como una tortura.

lo chocaron por atrás, quizo evitar chocar con otro vehículo y chocó contra el árbol, su estado es crítico

Sin darce cuenta, el dolor en el pecho, y el nudo en la garganta se hace cada vez más grande y cuando baja del auto, no lo apaga, no cierra la puerta, solo baja y corriendo llega a la recepción pero apenas murmura “Tyler” y siente que está en otro lugar, que su cuerpo ya no le pertenece, cuando mira a las mujeres detrás del mostrador, afligidas, tristes.
Mira a su alrededor y varios doctores están así. Es la clínica de Tyler y todos están observándolo.

—¿Dónde está?– pregunta, casi como un murmuro.

La joven, tarda segundos valiosos en responder hasta que lo hace.
— al final del pasillo.

Scott, da un paso hacia aquél lugar, sabiendo que allí no está la sala de terapia intensiva o de cirugía, y si Tyler estaba grave debería estar allí, no en una habitación común.
En cada paso de ese pasillo, Scott se va desarmando, no escucha nada a su alrededor, su mundo se está viniendo abajo y no quiere creer que algo malo pasó, hasta que llega a la habitación.
Empuja la puerta lentamente, con la imagen de su amigo sonriéndo en su mente, solo allí, donde los recuerdos viven.

— Ty...ler— murmura y más de una lágrima recorre sus mejilla, aún sin parpadear, ve a Tyler acostado en aquél frío lugar.
Da dos pasos hacia adelante lentamente y apenas escucha la voz del doctor que está allí adentro que habla en voz baja, un roto y horrible "lo siento" pero Scott no está prestando atención a nada a su alrededor, solo tiene sus ojos puestos en su amigo.

En un segundo, el doctor y la enfermera terminan dejando solo a Scott, que cuando apenas roza con sus dedos el brazo de Tyler, reacciona.

— ¿Tyler?– murmura y comienza a respirar más rápido, — ¡¡Tyler!!— suelta un desgarrador grito audible para todos los que están cerca.
— tú no, tú no te puedes ir, ¡¡tú no!!– su primer reacción es golpear la pared, lastimando sus nudillos fuertemente pero no puede sentir nada, es como si todo se tratará de una pesadilla, una horrible pesadilla.
Acto seguido, se sienta en el borde de la camilla y murmura lentamente,
— despierta, por favor, solo despierta. Hay muchas cosas que debes hacer, tú...No puedes irte así, ¡no puedes!– respira hondo, — tengo un maldito café esperando por ti, tenemos una vida esperando— queda unos dolorosos segundos en silencio,
—No puedes hacerme esto, te necesito–Derrotado,  apoya su frente contra el brazo de Tyler y por primera vez en mucho tiempo, llora desconsoladamente.
Incapaz de saber cómo reaccionar, como actuar y la verdad es que no le encuentra sentido ahora. Le han arrebatado un pedazo importante de su vida...

Mi Dulce Perdición ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora