33.

217 21 2
                                    

Es viernes y Hugo insistió días antes que lo acompañara cuando grabara el videoclip y así calmar cualquier tipo de rumor que existiera dando vueltas a una infidelidad de su parte.
Tiene la vista fija en el camino mientras con su mano libre dibuja círculos en mi pierna, toma mi mano para poder pasar cambios y sin soltarla la vuelve a ubicar sobre su pierna, de vez en cuando me mira y sonríe.
Saludamos al equipo y a la famosa Miriam, es bastante guapa y muy simpática, me lanza algunas bromas acerca de los rumores y puedo ver que se lo toma con bastante ligereza el tema, me cuenta que tiene novio y que vive con él hace un par de años.
La música comienza a sonar, Hugo está cantando sobre una cama sin camisa y la modelo a su lado durmiendo, me ubicó al final de la habitación para no interrumpir en el trabajo que hagan y me quedo observando todo, al finalizar cada toma Hugo se acerca y se asegura que estoy cómoda y le repito siempre que lo estoy.
El director les da algunos consejos para poder mejorar mientras Hugo presta atencion con cara de concentrado.
Esta mañana me levanté con una leve molestia en el estómago, lo asocio a que talvez comí demasiado la noche anterior y me negué a desayunar, la molestia ahora se agudiza un poco más y siento una punzada en mi espalda baja que se irradia hacia mi vientre, trato de no preocupar a Hugo y que este no se de cuenta, busco un baño y entro en él, me mojo la cara para despejarme un poco pero el dolor cada vez es más fuerte, mis manos tiemblan y estoy sudando frío, me acomodo para hacer mis necesidades y noto una mancha de sangre en mi ropa interior. Estoy asustada, salgo rápidamente y veo a Hugo a un costado de la ventana grabando.

Hugo
Me alegra el poder tener a Anaju conmigo, dentro de la academia siempre estuvo ahí para mi y tenerla acá hoy me hace sentirme como aquellos días. Estoy junto a la ventana sin camiseta y cantandole a la cámara cuando veo a mi señorita salir del baño con cara de asustada mientras con su mirada perdida me busca en ma habitación. Corro hasta donde esta ella y tomo sus manos que tiemblan sin control.
Algo malo ocurre.
- Estoy sangrando y no me siento bien - me susurra mientras se encoge aferrándose a su vientre a causa del dolor.
- Vamos al hospital - busco mi camisa y le aviso a mis compañeros que Anaju no s reencuentra bien, de inmediato lo entienden y me dan pase libre.
- Hugo tengo miedo - dice cuando estamos en el auto camino al hospital.
Tomo su mano para demostrarle que no está sola y no puedo negar que en el fondo también tengo miedo de que algo malo le ocurra a nuestra pequeña.
Me paso algunas luces en rojo y no me importa por llegar lo más rápido que pueda, Anaju se queja de vez en cuando del dolor y cuando llegamos un paramédico se acerca con una silla de ruedas para mi chica. La ingresan rápidamente y nos dirigen a una sala para monitorear sus signos vitales, me piden que espere afuera y cuando tengan noticias me harán saber. Me quedo en a sala de espera, estoy nervioso y el tiempo se hace una eternidad, miro el reloj y no han pasado ni diez minutos desde que ingreso, me acerco a la puerta de ingreso  para preguntar que ocurre y no me dan respuesta, solo me piden que espere a que me llamen para poder pasar.
- Hugo Cobo al box 3 -dice la voz de la enfermera y yo ingresó a paso rápido buscando a Anaju.
El médico a cargo me saluda y con la ayuda del ecógrafo busca los latidos de nuestra pequeña, los minutos pasan y pareciera que son horas, Anaju me mira asustada y el médico no emite palabra.
- ¿Que pasa? - pregunta mi chica observando la pantalla.
El médico nos mira y vuelve su vista nuevamente a la pantalla para luego volver su  cuerpo hacia nosotros.
- Ana Julieta estos síntomas que presentaste como el sangrado y el dolor punzante eran a causa de contracciones que estaban teniendo -  Anaju me mira preocupada- lamento decirte que tuviste un aborto involuntario.
Su mano toca el hombro de mi chica y luego su vista se posa en mi -lo siento mucho chicos.
- ¡No...eso es imposible, esta aquí conmigo, la siento...se que su corazón aún late adentro mío! - Grita Anaju mientras se aferra a la mano del médico rogando por una respuesta positiva.
- Los dejaré un momento a solas - el médico toca mi hombro para luego salir por la puerta.
- ¡Hugo es un error...esta equivocados ! -dice entre sollozos y la atrapó en mis brazos.
Un escalofrío recorre mi cuerpo, estoy sin palabras, acabamos de perder a nuestra hija y todo se ha derrumbado en minutos. Anaju llora desconsolada en mis brazos y yo no soy ajeno a ello, mis lágrimas empapan mis mejillas y mi camisa está mojada por las lagrimas de Anaju.
- Estaremos bien mi amor -digo apegándo mi frente a la suya mientras niega con su cabeza ahogando el llanto.
Me parte el alma verla de ese modo y no puedo derrumbarme ahora, necesita mi apoyo y compañía y esta perdida nos afecta a ambos por igual.
Lloramos juntos abrazados por varios minutos, cuando sus llantos cesan se recuesta en la camilla con sus ojos hinchados y sus mejillas rojas, una enfermera entra a la sala y nos avisa que Anaju debe pasar la noche en el hospital.
- Estaré contigo, no me iré a ningún lado -susurro en su oído besando su frente y ella asiente sin decir nada.
Me acomodó a su lado y apoya su cabeza en mi pecho, siento como da pequeños saltitos a causa de haber llorado por mucho tiempo, su respiración es entrecortada y su mirada está perdida en la pared blanca que está frente a nosotros.
- Fue mi culpa - escucho decir y la miro, sigue con la vista fija en la pared.
- Esto no es tu culpa, era algo que no podíamos controlar...no estaba en nuestras manos cariño - sus ojos se posan en los míos y sus lágrimas caen nuevamente por sus mejillas.
- Quiero dormir - dice seca y se gira hacia un lado dándome la espalda.
- Duerme...no me iré a ningún otro lado- me acomodó en el sillón que esta en una esquina.
Veo como su respiración poco a poco se tranquiliza, me acerco para poder observarla y esta durmiendo, sus labios y ojos aún están hinchados y el cabello un poco revuelto.
Mi teléfono suena, es Miriam quien me llama y salgo al pasillo para poder hablar sin despertar a mi chica.
- Hugo ¿ cómo está Anaju? -pregunta nada más al contestar su llamada.
- No muy bien, tuvo un aborto involuntario -digo mientras se me quebra la voz.
- Lo siento tanto Hugo...voy para allá-dice decidida.
- No es necesario Miriam, gracias pero estaremos bien los dos, no te preocupes.
- Esta bien, cualquier cosa llámame.

Anaju
Ya habían pasado 4 días desde que había perdido a mi hija, mi madre y hermana habían venido a acompañarme pero les pedí que me dejaran a solas hoy, no tengo energías ni para salir de la cama, me duele como si me hubiesen quitado a mi niña de mis brazos, no lo entiendo y es algo que nunca entenderé. Hugo me ha acompañado todos estos días y se que le duele como a mi pero ha tratado de seguir con su vida sin hundirse como lo estoy haciendo yo. Ana su madre nos acompañó los primeros días y me dijo que era un proceso de duelo el que debíamos pasar para poder superarlo pero yo honestamente no creo poder hacerlo.
- Te traje comida -dice el rubio entrando a ma habitación con una bandeja humeante en sus manos.
- No tengo hambre - respondo sin siquiera mirarlo.
- Anaju tienes que comer - deja la bandeja a mis pies y se sienta a mi lado.
Me atrapa en sus brazos y siento su calor rodear mi cuerpo, solo basta ese abrazo para que mis lágrimas vuelvan a aparecer, me seca mis mejillas con sus besos y acaricia mi cabello enredado delicadamente.
- Sé que esto te duele como nadie y no puedo entenderlo de la misma forma que tu pero también estoy sufriendo la pérdida y es algo con lo que tenemos que vivir de ahora en adelante, tienes permitido llorar y sentirte triste pero no descuidarse a ti misma y mientras esté acá contigo no dejaré que eso ocurra.
Me incorpora en la cama y acomoda cojines en mi espalda, acerca el plato de sopa caliente y con una cuchara acerca la comida a mi boca, lo miro dudosa pero abro la boca, su sonrisa aparece mientras me ve ingerir alimento, no puedo negar que me gusta la sensación de volver a comer luego de 4 días.
- Mucho mejor  -dice al ver el plato medio vacío.
- Gracias Hugo - susurro rozando mi nariz con la suya.
- Hable con Nía hace un momento, esta preocupada por ti, no le has contestado ningún mensaje ni llamada.
- No quiero que me tengan lástima - respondo mientras me enrollo en las sábanas y vuelvo a la misma posición que estaba antes.
- Cariño...Nía es tu amiga, sabes bien que es la que menos estaría aquí por lástima.
Hugo tenía razón, Nía es mi mejor amiga y había estado evitando la a toda costa, no quería tener que hablar del tema con cada persona que entrara en esta casa, no quiero escuchar sus palabras de aliento cuando no hacen más que retumbar en las paredes sin ningún efecto, nada me alivia, nada va a calmar el dolor que siento y el vacío que dejo nuestra pequeña Eleanor...ese era el nombre que habíamos elegido con Hugo.
Luego de horas de estar en la cama escuchó que Hugo está viendo una película en el living, me armó de energía y decidió ir a pasar un tiempo con el rubio, al verme llegar al living me dibuja una sonrisa y da palmaditas a su lado para que me acomode junto a él y eso hago.
- Siempre me ha encantado como te ves con pijama-dice besando mi mejilla y pasando su brazo por mi hombro para acercarme más a él.
- Es el peor estado en el que me puedes ver y a ti te encanta -digo riendo y colocando mis ojos en blanco.
- Me vuelves loco con todo, ya sea con pijama o con el mono rojo cantando señorita.
- Te amo - acaricio su mejilla -te prometo que estaré bien pero necesito tiempo para poder aprender a vivir con este vacío.
- Y yo estaré aquí...no pienso irme a ningún lado - me acerco lentamente a sus labios y lo beso.

SOMOS NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora