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Subí a la habitación, Mai había salido a caminar con Bruno antes de cenar y yo opte por darme una ducha y así sacar todos los pensamientos negativos que me estaban hundiendo y es que cuando se trataba de ser exigente y autocritica yo era la primera en crucificarse a ella misma por el pobre trabajo que estaba dando.

Me sonó el celular y abrí el mensaje, era de nuestro grupo de whatsapp OT 2020

Eva

Chicos los quiero a todos en media hora más en la habitación de Rafa y Gerard para cenar todos juntos como en los viejos tiempos.

Samantha

No se olviden de tener postre, si no tendré que robarme la miel de la cocina del hotel y no creo que a Noe le haga mucha gracia.

Mai

Les llevo chocolates

Anaju

Y no olvides mis palomitas

Jesús

Perdemos a Anaju con palomitas...no traigas que sino no habla por comer

Anaju

¡Hey! ¿Es que quien se resiste?

Nía

Prepárense que hoy hacemos algún juego para pasar la noche

Deje de leer los mensajes porque alguien toco mi puerta, aún tenía la toalla en mi cabeza y vestía la camisa azul con medias negras.

Abri la puerta y no había nadie, solo un tarro de palomitas en el piso y con una nota sobre estas

"Una vez me dijiste que todo mejoraba con palomitas y hoy las necesitas."

Hugo pensé, no era un misterio que yo fuera la obsesa por las palomitas pero solo a él le había dicho que mejoraban todo y recuerdo ese día, fue cuando me llamo por video llamada mientras estábamos en el confinamiento después de haber realizado el directo donde hablaba lo de Eva, estaba un poco desanimado por todo el odio y críticas que estaba recibiendo y mi consejo además de uno serio fue que comiera palomitas que estaría mejor si lo hacía, horas más tarde me mandó un mensaje para decirme que una vez más tenía razón.

La rabia que tenía con el poco a poco se iba disipando y es que me estaba dando cuenta que nunca dejo de ser él, solo desapareció para no aumentar aún más los malos comentarios contra mí.

Salí de la habitación y me fui a la de Rafa y Gerard, la mayoría ya estaban ahí sentados alrededor de un montón de cajas de pizza, me senté junto a Flavio a quien besé en la mejilla antes y este me devolvió una de sus sonrisas tiernas con ojos achinados.

El ambiente que se formaba cuando todos estábamos juntos era único, sin duda ellos eran mi segunda familia a pesar de los distintos problemas que pudiésemos tener sabía que siempre estarían. Las cajas de pizza se fueron quedando vacía y con ello se nos ocurrió jugar al pinturillo, Mai corrió a nuestra habitación por papel y lápiz y formar parejas para adivinar los bocetos que se hacían, aun así me encontraba un poco más callada de lo normal y Flavio se dio cuenta, este chico poco habla pero es muy observador.

- ¿Estas así por el ensayo? –pregunto alzando sus cejas y acomodándose los lentes.

- Si un poco, tengo miedo que no me salga bien.

- Te estas hundiendo en tus propios pensamientos y eso no esa bien Anaju.

- Gracias Flavio

SOMOS NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora