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Hugo

Los gritos del público los puedo escuchar desde mi camarín, me observo en el espejo y mi chaqueta de cuero negra hace juego con el pañuelo que llevo atado a mi muñeca.
Quedan pocos minutos por salir al escenario,es mi cuarto concierto desde que dejé Madrid, veinte días desde que dejé a Anaju en el que fue nuestro departamento, veinte días donde no he dejado de pensar en ella ni por un minuto.
Sé por Javy que volvió a Barcelona, me ha dicho que está bien...o eso aparenta. Esta componiendo las canciones para su segundo disco y me ha dicho que ha escuchado un par que prometen ser un éxito y yo no lo dudo...Anaju siempre ha escrito desde el corazón y eso es lo que siempre la ha hecho especial.
- Hugo es hora que subas - dice Ricardo desde la puerta.
Me miro por última vez y me obligó a dibujar una sonrisa en mi rostro.
- Dales algo más de que hablar - dice goloeando suavemente mi espalda y se que se refiere a todo el escándalo que se ha formado por la ruptura con Anaju.
Últimamente la prensa se estaba encargando de hacerme destacar por mi vida privada más que por el éxito que estaba teniendo y todos me culpaban a mi inventando una infidelidad. Ni yo ni mi Anaju habíamos declarado algo al respecto, nos habíamos mantenido en silencio sin ensuciar la imagen del otro, nos seguíamos cuidando en silencio cono siempre lo habíamos hecho.

Anaju

El verano había llegado con un calor insoportable, busque entre mi ropa el vestido rojo con flores blancas que tanto le había gustado a Hugo cuando estábamos en la academia, lo sostuve en mis manos unos minutos y su recuerdo me erizo la piel, la delgada tela se deslizó por mi cuerpo acomodándose a mis curvas y me quedaba un poco más suelto que el año anterior.
Tome mi libreta de mi mesa de noche con mi ukelele...el plan de estos dias era encerrarme en mi lugar para poder componer.
Después de muchas idas y venidas desde el balcón hasta el sofá y unas cuantas hojas tachadas con frases sin sentido, esparcidas por el suelo logré sacar algunas palabras que me estaban gritando en la garganta por escribirlas.

"Espero que el nublado de ayer hoy sea nítido
Quiero tener la mente más fría para tu por mi hielo resbalar  "

No estaba siendo un buen día, el calor me atontaba y mis neuronas no estaban conectando para poder plasmar mis sentimientos en papel.
Dándome un susto mi teléfono suena en un rincón de mi habitación y corro para ver quién me escribe..el nombre de Alfred esta en la pantalla.

Hola Anaju, sé que estas en Barcelona y me gustaría verte. Avísame si puedes, un beso.

Me quedé hipnotizada mirando el techo sin saber que responder.
¿Estaba lista para volver a ver a Alfred y tener que hablar de lo fallida que fue mi relación con el rubio? 
Definitivamente no pero salir de estas cuatro paredes me ayudaría a despejarme.

Le envié la dirección del lugar donde estaría y la hora.
- Hola Ana Julieta
- Alfred - digo sonriendo y él se acerca a saludarme con un abrazo que correspondo.
- ¿estás bien? - pregunta tomando mis manos.
- Lo estoy - mentí - ¿ tu como estas?
- muy bien la verdad...mejor ahora que te veo - dice sonriendo y yo esquivó su mirada.
- Te cortaste el pelo - paso su mano por su ondulado cabello y el se encoge de hombros.
- Necesitaba un cambio.
- Te queda bien.
- Dicen que me veo más joven.

La noche estaba bastante agradable, la compañía de Alfred me gustaba, estábamos sentados en la arena frente al mar en silencio y no era incómodo. El sonido de las olas era lo único que escuchábamos hasta que decidió hablar del chico por el que perdía la cabeza...

- He visto que a Hugo le ha ido muy bien
- ¿ah si? - pregunto tomando un puñado de arena tibia en mi mano - no podía ser de otra forma.
- ¿No has hablado con él? - niego con mi cabeza - ¿ Aún lo quieres?
- ¿ Que? - su pregunta me pilla desprevenida y siento un nudo en la garganta.
- A Hugo...¿aún lo quieres?
- No ha pasado mucho tiempo Alfred... es difícil olvidar a alguien así de rápido.
- Que pregunta más tonta he hecho - dice arrepentido y lanza una piedra a la orilla del mar.
- Creo que nunca voy a dejar de quererlo -Alfred me mira atento - Hugo siempre ha sido especial, como amigo o como algo más. Es de las pocas personas con las que he logrado esa conexión de una forma única.
- Perdón, no debí preguntar - me acomoda un mechón detrás de mi oreja y su mano se acomoda en mi mejilla por un momento y mi cuerpo se tensa por el contacto.
- Creo que deberíamos volver...es tarde.
Me paró rápidamente sacudiendo la arena de mi pantalón y camino hasta la calle con Alfred tratando de alcanzarme. Caminamos en silencio hasta llegar a mi departamento.
- Me agradó verte, si necesitas algo no dudes en llamarme - dice sonriendo.
- Gracias alfred...lo tendré en cuenta.
- Buenas noches - besa mi mejilla rápido y entro.

Me había descolocado su acercamiento, probablemente estaba exagerando y solo quería ser amable pero me había puesto una coraza y no quería sentir el tacto de nadie más que Hugo, su piel tibia sobre mi piel la extrañaba, necesitaba sentir su toque sobre mi cuerpo y sus besos en mi cuello, quería sentir su olor, pasar mis manos por su cabello rubio desordenado y deseaba con todas mis ganas escuchar su acento cordobés pidiendo mi ayuda para tocar el piano. Necesitaba que pidiera mi opinión acerca de sus composiciones.
Fue ahí cuando me quebre nuevamente, mis pensamientos me habían llevado a un lugar que estaba evitando. No podía respirar, salí por aire a0l balcón mientras mis lágrimas salian sin control mojando mis mejillas. Busque mi teléfono, desbloqueando su nombre y le marque sin pensar...era el único a quien podía recurrir cuando los ataques de ansiedad me hacían perder el control.

- ¿Anaju? - pregunta confundido y yo no puedo emitir palabra.

Quiero decirle que vuelva, que lo amo y lo necesito pero tengo un nudo en la garganta.

- ¿Anaju estás bien?  Estoy en la calle y no escucho bien, déjame ir a un lugar donde pueda escucharte.

Escucho ruido de autos y bocinas, segundos más tarde un silencio y su voz es más clara.

- ¿Cariño estas bien?
- No ...no me siento bien...perdón no debí llamar.
- ¿Donde estás?
- En Barcelona...en el balcón, no debí llamar voy a cortar.
-¡No! - grita - escúchame...solo escúcha.
Hoy me levanté cerca de las 10, tenía que ir al estudio y pude grabar una canción que tenía a medias, hice la prueba de sonido en el estadio donde será el concierto de mañana y ahora recién pude comer hace un rato, son las 6 de la tarde entonces ¿ cuántas horas tenemos de diferencia? - pregunta y sé porque lo hace, esta intentado que piense en otra cosa y me tranquilice.
-  ¿Creo que 6? - respondo contando las horas de diferencia.
- Se que la Anaju perfeccionista no está dudando de la respuesta y si...son 6 horas bebé.
Mis piernas temblaban al escucharlo decir mi nombre, siempre me había encantado como acentuaba la última vocal.
- y si te sigo quien te va a sujetar
   Cuando tropiecen tus pies
   Soy yo, soy yo, soy yo
   Me da igual lo que seamos
   Ni siquiera importa dónde vamos
   Porque el que piensa cada día en ti
   Soy yo, soy yo, soy yo

Hugo me canta junto al teléfono y era el único que había hablado en casi diez minutos de llamada, era el único que sabía cómo llevarme a un lugar seguro mentalmente.
- Gracias Hugo...ya estoy mejor.
- Lo sé...tu voz se escucha más calmada.
- Siempre sabes como tranquilizarme...perdón por interrumpir en lo que sea que estuvieras haciendo.
- Siempre estaré para ti, aunque esté a la mitad de un concierto estaré...y Anaju
- Dime.
- te extraño demasiado.
- No Hugo...por favor - susurro - no lo hagas más difícil.
- Lo siento...deberías dormir.
- si... - me quedo en silencio queriendo decirle que lo necesito a mi lado pero mis palabras no salen de mi boca - buenas noches Hugo.

SOMOS NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora