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Los nervios se estaban apoderando de mí, no estaba segura si estaba temblando a causa del frío que estaba haciendo en Madrid en pleno invierno o el que me encontraba a segundos de cruzar la puerta del hotel en el que nos quedaríamos estas dos semanas, tiré de mi maleta y las ruedas al rozar con el suelo anunciaron mi llegada, Iván quien hablaba con algunos de los chicos que ya se encontraban allí se giró rápidamente para venir a mi encuentro con un efusivo abrazo.

-Que ha llegado mi pantera –soltó entre risas apretándome contra su pecho.

- Que te quiero...No me aprietes más que me embarazas –dije para soltarme de su abrazo y ambos soltamos una carcajada por lo que acababa de decir.

Iván me quito la maleta de las manos para llevarla él y yo corrí hasta donde estaban los demás, al primero que salude con un abrazo fue a Javy,  aunque nos veíamos a menudo nos saludamos con la misma efusividad somo si nos viéramos en meses, al lado de Javy estaban Rafa y Jesús que juntos vinieron hacia mí para saludarnos cariñosamente los tres y le siguió Bruno, Anne, Gerard y Flavio. Estábamos todos muy contentos y emocionados por vernos y comenzar esta nueva aventura juntos y mira que teníamos aventuras para contar.

Iván luego de hablar con la recepcionista no entregó las llaves para nuestras habitaciones, subimos todos juntos en el ascensor y subimos hasta el piso 9, compartiría habitación con Mai pero como aún no había llegado podía escoger con que cama me quedaba, al entrar me sorprendí, era una habitación mucho más grande que la que habíamos estado cuando fueron los castings, deje mis cosas en la cama más cercana a la ventana que contenía un pequeño balcón que daba a una de las calles principales.

Mai estaba en la ducha y yo la apuraba desde afuera de la puerta del baño porque me estaba muriendo de hambre y eran cerca de las 9 de la noche y aun no cenábamos, tomé mi ukelele y me fui con él al balcón, comencé a tocar una nueva canción que estaba componiendo.

Lunas en los dedos, Pelo color de sol

Yo soy horarios y tú rompes los esquemas

Con tus ojos de nácar me quemas mis reglas

El viento es escaso y la luz fugaz

Ojala en esta terraza poderte llamar

Mi sistema es frágil

Nunca sabré la razón

Se nos fueron las horas entre tantas copas

Y esos bailes de noche con sueños a deshoras

- Es una canción muy bonita –susurró desde el balcón que estaba junto al mío, su acento cordobés era inconfundible.

- No sabía que estabas escuchando – dije avergonzada y Hugo sonrió tímido – aún no está terminada.

No esperaba que el reencuentro fuera de esta forma tan inesperada y menos que escuchara la canción que en resumen hablaba de él. Hugo llevaba una chaqueta de cuero negra, su cabello rubio solo en las puntas y el espacio que antes estaba sin tinta en su cuello ahora estaba ocupado por una guitarra y un micrófono.

- ¿Cositas del corazón? –preguntó apoyando sus manos en el borde, lo miré confundida sin saber a qué se refería – tu poema en la academia...tiene frases que estaban en el poema que leíste.

- Si rescate algunas - sin dudas ese poema que había escrito dentro de la academia hablaba de él. 

- Jujiti ¿dónde te metiste? – Mai gritaba desde dentro de la habitación sin poder verme porque la cortina cubría la ventana.

- ¿Compartes con Mai? – su sonrisa volvió a aparecer y yo asentí ante su pregunta – yo estoy con Javy

- Anajuuu como me hayas abandonado por irte a comer te mato y no te compro tus palomitas –gritaba una vez más.

- Estoy acá Maialen –dije asomando mi cabeza y esta se acercó rápidamente sin zapatos.

- ¡Ranita! ¿Cómo estás? No sabía que ya habías llegado –dijo saludando a Hugo y dando unos pequeños saltitos como era costumbre en ella.

- ¡Illa que estoy muy emocionado por verlos a todos!

Mientras Hugo y Mai hablaban aproveche para desaparecer e ir por mis cosas para ir a cenar.

- Juji ayúdame a convencer a Hugo que venga a cenar con nosotras -pidió Mai desde el balcón.

- Que no Mai, tengan su noche de chicas –escuche decir al cordobés como excusa para no hacer más incómodo nuestro encuentro.

- Vamos Hugo y te traes a Javy, los esperamos en 10 minutos abajo y no hay respuestas negativas - cuando Maialen le respondió a Hugo lo escuche bufar.

Tomé mi celular y le escribí rápidamente un mensaje a Javy para que aceptara ir con nosotros, estaba enterado de toda la situación con Hugo y sabía que no podía dejarme sola en este momento en que sería casi un martirio para mí y no lo decía porque no pudiera ver a Hugo o lo odiara sino porque su ausencia y silencio me había dolido bastante y Javy había sido testigo de mis bajones y lo necesitaba como apoyo.

- ¿Dónde vamos? – pregunto Mai girándose para vernos a Javy y a mí que caminábamos detrás de ellos.

- Por mi donde sea está bien –dije aferrándome a mi bolso

- Unas cuantas cuadras más allá hay un bar y sirven comida muy buena

- Me parece perfecto tu idea Hugo y así nos pedimos unas cervezas –chillo Mai

Después de caminar unas cuadras llegamos al Bar, al pasar unas cuantas chicas se giraron a mirar a Javy y a Hugo e incluso se tomaron algunas fotos con nosotros. Al llegar a nuestra mesa Javy se sentó junto a mí y Hugo al frente, no por opción sino porque Mai se sentó frente a Javy.

- Aún no me creo el éxito que estas teniendo Hugo –dijo Javy refiriéndose al último single que había estrenado el cordobés llamado Jarana.

- Pues a mi me encanta también –añadió Mai echándose un trozo de tofu a la boca

- ¿Y a ti que te parece Anaju? –pregunto Hugo haciendo contacto visual por primera vez desde que nos habíamos sentado. Javy me dio un apretón suave en el muslo como apoyo.

- Me gusta...es que tú tienes la facilidad de transformar tus pensamientos en canción...ya te lo he dicho

- Es verdad si me lo has dicho...en la academia –Por un momento nos mantuvimos la mirada y finalmente Hugo me sonrió para bajar la vista a su plato.

- Este último tiempo todos hemos estado bastante ocupados con nuestros proyectos, estas semanas nos servirá para volver a unirnos. Por los tiempos de antes –dijo Mai alzando la copa de vino y los tres nos unimos, mientras le daba un sorbo a la copa Hugo y yo volvimos a cruzar nuestras miradas.

La cena había estado bastante bien, poco a poco el ambiente se destenso un poco pero eso no llevo a que entablara una conversación con Hugo por más de cinco minutos, sin duda nuestra relación no era la misma que hace unos meses. La mesa cada vez se estaba llenado de botellas vacías de cervezas y la mayor responsable de eso era Mai, Hugo se paro al baño y aproveche para disculparme con Javy y Maialen diciendo que estaba cansada y no quería seguir con la fiesta, se ofrecieron a irnos todos juntos pero me negué, se la estaban pasando tan bien que no podía ser la aguafiestas, bese la mejilla de ambos y les prometí que llegaría en taxi al hotel.  


Hola, aquí vengo nuevamente y esta vez con un capitulo un poco más extenso que el anterior. 

¡¡limón y sal para tod@s!!


SOMOS NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora