Sí soy un imbécil pero ella es una perra.

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Después de aquel episodio que quería evitar a toda costa si amigos, era ese idiota que se avergonzaba por casi tener un ataque de pánico paso una semana de mucho estrés y entregas y responsabilidades. Lo único que me mantenía sano (porque casi no dormía) era el tiempo que me dedicaba solo a mi en lugar de la universidad: cuando iba al gimnasio y escuchaba las historias o comentarios graciosos de mi hermana menor; eso y que cada día que pasaba podía tachar cosas de mi lista de pendientes. Era viernes por fin, 10 a.m. y estaba llegando al edificio donde debía entregar mi último trabajo (dos horas antes del plazo máximo), si puedo ser sincero, estoy bastante orgulloso. Entré a la oficina, la secretaria me saludó amablemente y yo le devolví con una sonrisa, ¡estaba feliz! era la última responsabilidad que tenía y podía irme a mi casa a dormir. Busqué con cuidado el casillero donde debía dejar mi trabajo, estaba a punto de meterlo ahí cuando escuche de nuevo la voz de la señora.

—¡Espera! El profesor Ben no viene hoy—dijo en voz rápida haciéndome dar un paso atrás confundido

—Seguramente lo va a recoger la monitora—razone yo pero sin perder mi atención en la mujer de cabello negro y gafas rectangulares

—¿La castaña?—respondió ella y siguió de inmediato—oh no cariño, ella vació ese casillero ayer en la tarde—dijo e hizo una pausa—¿estás seguro que debía entregarse hoy?—me preguntó y casi me voy de para atrás ¿Qué?

No no no, no podía ser eso...no sé qué pasa, ¿se me confundieron las fechas?...estaba seguro, segurísimo que el trabajo se entregaba hoy en la tarde no ayer, siempre son los viernes, no los jueves ¿que está pasando? ¿Por que esta señora me está diciendo que ya no había plazo? Mis manos volaron al bolsillo de atrás de mi pantalón, solo mi celular podía sacarme de esta duda, la señora tenía que estar confundida, tenía que estar hablando sobre otro profesor...sobre otra clase quiero decir, Ben debe tener muchas clases...la plataforma cargó, me fui de inmediato al anuncio "Para el trabajo de esta semana quiero implementar sus conocimientos personales de su profesión...bla bla bla...es por esto que deben entregarlo en físico para poder ver sus...bla bla bla...a más tardar el mediodía del 14; ¡No se limiten con la imaginación!" No, no no no, hoy es 15, ¿pero...? no puede ser maldita sea mi suerte, ¿por qué asumí que debía ser el viernes? nunca revisé...nunca...Me senté en una de las sillas de la sala de espera y suspiré, ¿y ahora?

Pensé en mis opciones con calma, (sí, estaba en ese punto de cansancio y estrés que ya no sufrí prisa) Ben no estaba allí, aun si estuviera ¿qué le iba a decir? ¿Con qué cara iba a llegar un adulto joven a decirle a un profesor que no fue capaz de entregar algo a tiempo? No, esa no era una opción, mi opción era recurrir a Anahí. No quería, era muy probable que me dijera que no ¿para qué avergonzarme? Era una pérdida de tiempo, ella no iba a ayudarme, me iba a sacar un cero y todo mi esfuerzo sería en vano...¿iba a dejar que eso pasara? Cogí mi celular y empecé a redactar, con toda sinceridad le comenté a mi monitora la razón tan patética por la que no entregue a tiempo mi trabajo.

Luego de eso pasé a escribir un párrafo donde le pedía amablemente si podría recibirlo, que lo llevaría a donde fuera pero que por favor me lo recibiera; estaba dispuesto a negociar por una calificación menor, es decir no sobre 5 sino sobre 4, pero eso sería si recibo un no como respuesta, pero mantengámonos positivos. Seguramente se preguntaran porque cambie de decisión, mi pensamiento fue: el "no" ya lo tengo asegurado, es decir, nada perdía intentando obtener un sí, así que luego de revisar de nuevo el correo le di a enviar en ese entonces no lo sabía pero ahora viéndolo, entiendo que en desde esa época ya estaba influenciado por ella, para bien por supuesto.

Espere y espere, decidí ir a comer algo, necesitaba energías sino me quedaría dormido al lado de la amable secretaria. Caminé hacía mi restaurante favorito dentro de la universidad, me lo merecía, no me importaba si olvide revisar cuando se entregaba un trabajo, entregue como 10 trabajos esta semana. El día avanzó muy rápido, fui a donde mi monitora usualmente estaba pero no la encontré y todavía no contestaba mi correo. Resignado, a las 6 p.m. decidí irme a mi casa, cené, me quité mis zapatos y me recosté en mi cama. Cuando ya faltaba poco para ir al gimnasio con Stephany llegó un correo.

Mi TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora