Capítulo 15.2

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P.O.V____

La tarde pasó más rápido de lo que pudiera parecer, en tan solo un abrir y cerrar de ojos, la hora de ir al Sur de Dallas había llegado, el Sr. y la Sra. Thomas se habían ido a mirar televisión como lo hacían todos los días, y cuando nos aseguramos de que no salieran de su habitación, Austin y yo fingimos terminar de hacer nuestro deberes en el cuarto de cada uno. 

Para mi gran sorpresa no hubo necesidad de dar más explicaciones, era fácil engañar a padres americanos de los 60s, algo que estaba segura nunca se lograría con mi padre en mi tiempo o cuando todos estábamos en la academia, era una situación de la que no conocía sus privilegios, sin embargo, él hijo de los Thomas lo conocía y muy bien, ya que al parecer no era la primera vez que salía de casa. 

Me encontraba en la habitación que dormía terminando de acomodar la ropa que había encontrado en el clóset con lo que se suponía debía estar más cómoda, aunque eso era sólo un vestido diferente al que ya traía puesto, se supone que debía ser "cómodo", lo era, claro que lo era, no obstante, aún estando ya varios meses en esta época seguía sin comprender la moda, y espero nunca hacerlo. 

En fin, mientras terminaba de deshacer mi cama para aparentar que alguien dormía dentro de ella, escuché tres golpes en la puerta de la habitación. Con cuidado y dejando una almohada en la cama, caminé directo a donde provenía el sonido, con cuidado de no hacer más ruido, así que sin pensarlo dos veces, contando en que ya sabía de quien se trataba. 

–No puedo creer que en serio estemos haciendo esto– dijo Austin al momento en el que abrí la puerta, adentrándose en la habitación –estoy nervioso, se nota que estoy nervioso–. 

Lo miré indiferente –tu fuiste él que tanto insistía en ir a visitar a este tipo al Sur de la ciudad– cerré la puerta –yo sólo encontré la nota en el abrigo de tu hermana–. 

–Y por eso siento que es mi responsabilidad– Austin se sentó en la cama poniendo su rostro entre sus manos –creo que debo ayudarte y entender porqué...–. 

Austin alzó la cabeza con la mirada más confundida que pudiera darme, me miró directamente a los ojos y se levantó de la cama. 

–¿Qué fue lo que dijiste?– preguntó extrañado. 

–Que tu insiste ir a visitar a ese tipo–. 

–No, no, no, no, no la parte de...– pasó saliva –¿lo encontraste en el abrigo de mi hermana?–

Rodeé los ojos –he tratado de decirte eso desde que lo encontré, yo no quiero buscar a Raymund, tu hermana quería–. 

–Mi hermana–. 

Él chico rubio volvió a sentarse en la cama, se veía frustrado, sin saber que era lo que pasaba, no lo culpaba, si yo fuera él también tendría miles de preguntas si la información hubiera llegado a mí en ese instante.

Moví mis ojos de un lado a otro incómoda tratando de buscar alguna forma de poder consolarlo,  ya que sin poder evitarlo, un ligero pellizco apareció en mi corazón al verlo así, lo que una sola persona había causado, él lo había hecho de la misma forma. 

Fue en entonces cuando decidí hacer una de las cosas más bizarra que había hecho desde que llegué aquí; me senté a un costado de él en la cama y titubeando un poco, lo abracé, pasé mis dos brazos alrededor de sus hombros, recargué mi cabeza en uno de ellos, y simplemente lo abracé, todo para recibir uno de su parte, pues cuando menos lo esperé, ya tenía su cabeza recargada sobre la mía. 

–Con más razón– soltó de la nada –necesito saber que es lo que mi hermana buscaba, que es lo que buscaba con ese tipo, o que pretendía, necesito saber que intentaba hacer–. 

Me quedé en silencio sin contestar a lo que Austin había dicho, no entendía lo importante que sería esto para él, ya que por lo que veía le hacia recordar a su hermana, y no es ninguna mentira que él y ella eran demasiado unidos antes de que se fuera, así que buscar a Raymund lo haría acercarse a más a ella. 

Y por primera vez, podía decir que lo comprendía, tenía 7 hermanos, uno de ellos iba más allá de eso, aunque no lo quisiera, los amaba, en verdad, por más raro que fuera su temperamento, la forma en la que eran, e incluso su ego... mierda, extrañaba a mis hermanos. 

–¿Estás bien?– preguntó Austin. 

–¿Por qué lo dices?– respondí sin soltarlo. 

–Me estás abrazando–. 

–Oh– levanté mi cabeza de su hombro –creí que necesitabas un abrazo, si no quieres puedo dejar de hacerlo...–. 

–No, por mí está bien– relamió sus labios nervioso –me gusta en realidad–. 

Las manos comenzaban a sudarme, mi corazón latía, a instantes de salirse de mi pecho, giré mi cabeza apretando la mandíbula al rostro de Austin, el nerviosismo aumentaba en mí, que sin poder actuar por mí misma, miré al chico directamente a los ojos, no me había percatado del color verde intenso de lo que eran, tan profundos, que sin darme cuenta me había perdido en ellos. 

El verde intenso de los ojos de Austin bajó a mis labios, logrando que la misma mía copiara su acción, mi cuerpo actuaba por sí solo, no sabía lo que estaba haciendo, lo único que sabía, es que esto no era lo que quería o tal vez si. 

Para ahorrarle confusión a mi mente, tomé una ligera cantidad de aire, troné los dientes y volteé mi cabeza al lado contrario. 

–Um...– comencé a decir nerviosa –creo que deberíamos irnos, tus padres pueden salir en cualquier momento, nos quedamos sin tiempo–. 

–Claro–. 

Ambos soltamos nuestro agarre y nos levantamos de la cama, para después tomar algo que nos protegiera del frío y de esa forma salir de la casa en camino al Sur de la ciudad. Al menos por mi parte, con todos los pensamientos y sentimientos confundidos, por lo que acababa de pasar.

No podía permitírmelo. 




No. 5 and No. 8 || Five Hargreeves [#1 y 2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora