No. 5 and No. 8 || Five Hargreeves [#1 y 2]✔️

Capítulo 22

P.O.V____

Seguí durmiendo, mis ojos estaban tan cerrados que nada podía abrirlos, o al menos eso creía. 

Unos gritos comenzaron a despertarme -¡NO! ¡NO!- abrí los ojos y pude ver a Cinco durmiendo, estaba teniendo una pesadilla, me iba a acercar a él pero unos golpes en la ventana me detuvieron.

-____, ____- era Luther, le abrí la puerta y subió a la camioneta, pero al parecer tenía problemas para subir, Cinco seguía gritando, me acerqué a el y le di pequeños empujones para que despertara.

-Ey, Cinco, despierta- le dije lentamente.

-Dios mío- dijo Luther mientras trataba de subir a la camioneta, por fin logró subirse -¿están bien?-. 

Cinco desconcertado lo miro y luego a mí -no deberías estar...- hizo una pequeña pausa -¿cómo nos encontraste?-.

De la nada escuché ruidos en la parte de atrás y Luther también volteó.

-Ay no es cierto- dije haciendo un plan face.

Klaus nos miró, traía a Dolores en brazos y al parecer estaba coqueteando con ella.

-Algo de privacidad pequeña ____ y chicos. Estamos progresando aquí atrás- Klaus, comencé a reír levemente.

Cinco tomó una lata vacía y se la lanzó a Klaus, provocando que este gritara, juro que pagaría lo que fuera por volver a ver ese escena. 

-¡Fuera! ¡No puedes estar aquí! Estoy trabajando- dijo Cinco bastante enojado.

-Ah si, entonces ¿por qué ____ puede estar aquí?- se acercó a la parte de en frente y posicionó su cabeza en medio de Cinco y yo -ah ya lo entiendo la amas, por cierto ¿tuviste suerte hallando al tipo de un ojo?-.

Luther nos miró extrañado a ambos -¿de qué hablas?- le preguntó a Klaus.

-¿Importa? Es Klaus- le contestó Cinco ya irritado. 

Para evitar problemas decidí meterme un poco en la conversación, ya que sino Cinco explotaría de enojo en cualquier momento -¿qué quieres, Luther?- le pregunté.

-Bueno como ya sabrás ____, puede que Grace tenga algo que ver con la muerte de papá- contestó Luther, otra vez con ese tema.

-Aguarda, esta mañana era mamá y ahora es Grace- le dije con ironía en mi cara.

Luther rodó los ojos y desvió la mirada -eso mismo me dijo Allison, como sea, necesito que vuelvan a la academia, ¿sí? Es importante-. 

Abrí mi boca para contestar lo que dijo Luther, pero Cinco me interrumpió.

-Es importante- dijo sonriendo -no sabes lo que es importante-.

-¡Oye! Alguna vez ¿les dije que me depilé mi trasero con pudín de chocolate?- sentí la risa venir, pero no la pude sacar, todos comenzaron a hacer cara de asco pero Klaus y yo reímos -fue tan doloroso-.

Volteé a ver a Cinco y tenía una sonrisa en sus labios, pero no era de sus sonrisas falsas, esta vez en verdad era una sonrisa, me miró y sonrió aún más, maldita sea muero.

-¿Por qué sigues aquí?- dijo Luther serio.

Todos dejamos de reírnos y el ambiente se puso gris.

-Yo... ¿Qué? ¿Necesito una excusa para estar con mi familia?- preguntó Klaus indignado.

-No, solo intentamos tener una conversación seria- contestó Luther.

-Luther, déjalo en paz- le dije a mi hermano.

Klaus me abrazó por la espalda y escondió su cabeza en mi cuello. Por impulso volteé a ver a Cinco, y miraba a Klaus tratando de matarlo con la mirada. Levanté una ceja y sonreí victoriosa, quien es el celoso ahora.

-Gracias pequeña ____, creo que eres la única que me quiere en esta vida, y en verdad, vaya ¿Soy incapaz de ser serio? ¿Es lo que dices?- dijo Klaus.

Cinco tomó los brazos de Klaus e hizo que me soltara -si, Luther tiene razón. Deberías irte-.

-¿Qué?- Klaus volteó a verme -¿____?-.

-____, no te salvará ahora Klaus, fuera de aquí- dijo Cinco enojado.

Klaus salió de la camioneta dejándonos a Luther, Cinco y a mí, pero yo estaba enojada; Cinco creía que como estaba enamorada de él iba a hacer todo lo que me dijera... pues tenía razón... pero no voy a permitirlo. Soy una mujer que sabe de donde viene y para donde va. Y que le gusta ver el mundo arder pero no arder en el.

-¡Está bien!- gritó Klaus mientras azotaba la puerta. Pude ver como se alejaba caminando.

-¿Qué diablos tramas, Cinco? ¿Y por qué metes a ____ en esto?- preguntó Luther.

Cinco suspiró -créeme, no entenderías, y ____ decide estar aquí ¿cierto?- asentí.

-Dime, hasta donde sé, sigo siendo el líder de la familia- maldito ego de Luther.

-Luther, contrólate, en verdad- le dije rodando mis ojos. Cinco sonrió.

-Estás diciendo que tu ya sabes lo que está ocurriendo ¿no es así?- preguntó Luther,yo simplemente asentí -genial-.

Le iba a contestar pero Cinco me interrumpió, otra vez -pues hasta donde sé, soy 28 años mayor que todos ustedes- el ego ronda en la familia. 

-¿Sabes cuál es tu problema?- preguntó Luther.

-Intenta decírselo- dije metiéndome -en serio intenta,  porque ustedes dos son idénticos, todos somos idénticos, así que sería como apuñalarte a ti mismo-.

Los dos se me quedaron viendo sorprendidos ¿qué, no puedo decir lo que pienso?

-Bien, ____- volteó a ver a Cinco -crees que eres mejor que nosotros, siempre ha sido así, incluso cuando éramos niños, pero como dijo ____, somos iguales, así que la verdad es que estás tan jodido como el resto de nosotros- por primera vez concordaba con algo que Luther decía -somos todo lo que tienes y lo sabes-.

Por la cara de Cinco sabía que había aceptado lo que Luther había dicho, pero jamás aceptaría que tenía la razón y también el sabía que estaba de acuerdo con Luther.

-No creo, que soy mejor que ustedes, Número 1 y Número 8- el ego -sé que lo soy- di un suspiro -he hecho cosas inimaginables, cosas que no podrían comprender-.

-Claro- dije -así que por eso piensas que puedes hacernos mierda al resto- estaba enojada.

Cinco suspiró -____, no ahora, estoy aquí para salvarlos, ¿por qué no entiendes eso?-.

Negué con mi cabeza, y en momento a otro ya no me encontraba dentro de la camioneta, estaba enojada, Cinco volvió a lastimarme y yo aquí como tonta. Aparecí afuera de una tienda que vendía comida, iba a entrar en ella pero de la nada se abrió la puerta, y de ella salió Klaus corriendo a toda velocidad con mucha comida en sus manos. 

-¡____!- me vio y sonrió, pero los gritos del hombre que venían detrás de él, hicieron que volviera a correr. Fui detrás de el, pero caminando.

Klaus iba corriendo -¡oigan idiotas!- lo escuché gritar, no sabía a quienes se refería, pero volteé a mi derecha y ahí estaban Cinco y Luther sentados en la camioneta; crucé miradas con Cinco, desvié la mirada.

-¡Vuelve aquí!- gritaba el hombre detrás de Klaus.

-¡Fuera de mi camino!- le contestaba Klaus. 

Klaus había chocado con taxi, yo seguía arriba de la banqueta observando la situación, tratando de no llorar mientras reía. 

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Les dije que venía de buenas.