No. 5 and No. 8 || Five Hargreeves [#1 y 2]✔️

Capítulo 42.2

P.O.V____ 

Creí que no llegaría, por un momento estando en casa de los Thomas creí que mi familia me dejaría y me quedaría en 1963 por siempre. Después de mi gran despedida con Austin, y de haberle dejado una nota para que se la diera a sus padres, explicando el porqué de forma convincente porque on podía quedarme y hacerme su hija legal, con ayuda de él chico rubio, logré hacer la excusa perfecta, realmente cualquiera que lo leyera se lo podía creer. 

Sin embargo, había tenido un problema más grande, tras haber tenido un último beso con Austin, faltando 20 minutos para que su cumplieran los 77 minutos, me paré en medio de la habitación deseando a que apareciera en el callejón para irme a 2019, pero tal y como lo creía, mis poderes no funcionaron como cuando llegué a la casa. 

Fue en ese momento, cuando todo comenzó a salir mal, el tiempo pasaba y estaba a 30 minutos de Elliot's, casi imposible llegar para cuando el cronómetro llegara a cero, no obstante, Austin por más que deseara que me quedara, me ayudó a salir de ahí y llegar a tiempo. 

Llamó a uno de los choferes que tenían antes, este llegó en menos de 5 minutos, y después de eso no recuerdo muy bien como fue que ese hombre logró conducir a toda velocidad por la ciudad llegando al lugar cuando solo faltaban 2 minutos para irnos. 

Y aquí estaba ahora, faltaban tres de mis hermanos, no se sabía donde estaban, si algo de todo eso podía salir mal, era absolutamente todo, por lo que sabía, ese era el único plan. Cinco estaba vuelto loco, Luther trataba de mantener la calma, Klaus seguía repitiendo que se sentía violado y yo trataba de concentrarme en la situación sin tener que pensar en mi beso. 

Del que Cinco no debía enterarse si no, habría problemas y no le gustará a él hacer una escena. 

–¿Y ahora qué?–. 

–Ahora nada, Luther ¿De acuerdo?– contestó Cinco perdiendo aún más la cordura –pídele perdón a Dios–.

–¿Qué hay de Allison y Vanya?– pregunté esta vez yo. 

–Me importa un carajo, ____. Deberían haber estado aquí–. 

–¿Y dónde está Diego?– Klaus tambaleó –es un joven muy irresponsable ¿no?–. 

–Seguramente les pasó algo–. 

–¡Al carajo con Diego!– estaba muy enojado –¡al carajo con todos!... ¡Estaba mejor en mi propio Apocalipsis!–. 

Se volvía loco, completamente desesperante, decía palabras que estaba segura sí quería decir y no evitar, pero conociéndolo, si alguien no podía ponerle un alto, explotaría, y más si se trataba de un adulto, viejo y cansado en el cuerpo de un adolescente-puerto lleno de hormonas que eran inevitables, lo dice la persona que llevaba mucho tiempo viviendo con ellas. 

–¡Hey!– le grité molesta, logrando que parara de caminar como loco –cálmate–. 

–____ tiene razón– concordó Luther –¿qué cosas dices?–. 

–¿Saben qué?– comenzó a caminar a la entrada del edificio de Elliot's –ahora cada hermano se cuidará solo, si se quieren quedar aquí con chicos rubios háganlo ¿qué les parece?–. 

–Uh– gruñó Klaus –¿creen que Cinco se volvió malo?–. 

Asentí –en efecto, hermano, de acuerdo, tenemos que hacer un plan, Klaus tú ve a ver a Allison, trae a los demás y nos veremos aquí, Luther y yo nos quedaremos para convencer a Cinco de... lo que sea que tengamos que hacer ¿okay?–. 

Sin más que decir, Número 1 y yo entramos al edificio tratando de ir detrás de Cinco para evitar que hiciera alguna tontería, aunque conociéndolo lo más esperado a lo que ocurriera era que tuviera un plan, mañana sería el día en el que matarían a Kennedy, por ende el Fin del Mundo que se supone nosotros combatiríamos y moríamos en el intento.