Capítulo 34.2

3K 301 106
                                    

Los tacos jamás dañaron a nadie, los tacos eran la mejor forma de olvidar un problema cuando existía uno, los tacos siempre fueron la salida de muchas personas para encontrar cierta paz en su vida, los tacos que comimos cuando nos escapamos de nuestros hermanos, fueron nuestra salida a tratar de calmar el hecho de que había otro Apocalipsis a la vuelta de la esquina y que era nuestra culpa. 

Quiero decir, no soy historiadora, pero la historia siempre fue de mis temas favoritos, y que yo recuerde nunca hubo una guerra nuclear en los años 60. Vaya ironía, estábamos condenados a llevar el fin del mundo a donde sea que nosotros fuéramos, primero en 2019, y ahora años atrás antes del asesinato del presidente al mando. 

La peor parte o... no sé de que manera tomarlo, era que nos habíamos separado como academia, Luther ya no quería formar parte de esto ni aunque su vida o la nuestra estuviera en peligro, sin embargo, aunque no debería ser de relevancia porque sí había cosas más importantes, mi mente no dejaba de darle vueltas al asunto de señor pantalocillos pequeños. 

Era confusa y extraña la forma en la que se había comportado conmigo y para ser sinceros yo con él, como mencioné antes, algo no se sentía bien al estar junto a él. 

Siempre imaginé ese momento como yo misma regresando mi humanidad al momento de verlo, darle un abrazo, incluso... besarlo... decirle que lo había extrañado, pero no sucedió, no sentí el más mínimo interés de sacar la parte humana de mí cuando lo vi, claro, me sentí feliz, con una paz dentro de mí, y lo más extraño, es que conociéndolo sabía que sentía lo mismo él por su lado. 

En fin, después de comer los mejores tacos que había probado en años, Allison propuso ir al salón de belleza donde trabajaba para tomar algunos tragos y reírnos de la vida, claro que no lo dude ni un segundo y acepté, quiero decir ¿quién no lo haría? Además necesitaba olvidar todo el tema con Cinco o tan solo hablarlo con personas que podían entenderlo, aunque claro, ellos tenían más problemas todavía. 

–¡ARGH! ¡El descaro de ese hombre!– Allison tomó la botella en sus manos –a ver, una cosa sale mal y ya es una guerra ¿acaso no sabe quién soy?–. 

–Técnicamente no lo hace– le respondí –él sujeto te vio haciendo cosas que nadie puede hacer más que tú–. 

–¡EL DESCARO ____!– gritó muy enfadada. 

Nos encontrábamos en el salón de belleza, con música a todo volumen, bebiendo de una botella, quejándonos de nuestros problemas, ahora Allison, que al parecer estaba ya en otra etapa con cuestión a Ray. El odio y la repugna. 

–No, no, no, no, Ray– se dijo a ella misma al espejo fingiendo que hablaba con él –tú sabes exactamente quien soy, pero no puedes soportarlo, lo estoy protegiendo–. 

Le dio un pequeño golpe a Klaus en la mejilla. 

–¡Ow! ¿De qué?– preguntó él. 

–Del fin del mundo, es algo–. 

–¿En serio el fin del mundo llegará en seis días?–. 

Giré mi silla en dirección a Vanya y la miré con cierta sonrisa burlona, no a propósito, el alcohol comenzaba a tener efecto en mí después de varios tragos. Hice contacto visual directo con mi hermana y solté una pequeña carcajada sarcástica. 

–Bueno, así pasó la última vez– le contesté. 

–Así es, hicimos todo lo que Cinco nos dijo para detenerlo– completó Allison –pero no funcionó–. 

Volví a reírme –¡JA!... Cinco–. 

–Oye ____ ¿no sería extraño si Cinco creciera y se viera sexy?–. 

No. 5 and No. 8 || Five Hargreeves [#1 y 2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora