Never say Never (Trillizos Styles x Louis)

Capítulo 15

Dedicada a:

🌻 loubabysun

🌻 killbylouis

Gracias por leer, las quiero mucho ♡

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MARATÓN 2/5

Cuando la hora de salida llegó, todos los estudiantes comenzaron a salir rápidamente, Louis buscó con la mirada al rizado de lentes pero con tantas personas no podría ver nada, se puso en puntitas para alcanzar a ver algo pero aún así no vio a nadie, hizo un pequeño puchero al pensar que se había ido sin él y no le había avisado. Cabizbajo comenzó a caminar hacia la salida y cuando por fin estuvo allí, vió a Edward recargado en su auto junto y él estaba Marcel quien al verlo sonrió felizmente y abrió sus brazos para abrazarlo. Louis recibe aquel abrazo gustosamente y luego abraza a Edward.

- Girasol, he venido por ti porque iremos a traer los anillos para el aniversario de nuestros padres y dijiste que querías acompañarnos - Dijo Edward abriéndole la puerta de copiloto para que entrara.

Marcel abrió la puerta de atrás y guardó ambas mochilas, luego se subió - Si y luego iremos a tu casa por si quieres cambiarte para la cena que harán, nuestros padres quieren conocerte Lou.

Louis abrió mucho sus ojos - ¿Qué? ¡¿Es hoy?! ¡No tengo nada que ponerme!

- oh, sol, no te preocupes, todo te queda precioso - Marcel le regaló una sonrisa y Edward comenzó a manejar directo al centro comercial.

- Espera, vamos a mi casa, no puedo pasearme con una mini falda todo el centro comercial - Louis frunció el ceño.

- ¿Porqué no? Te queda increíble - Edward río doblando otra esquina para poder ir a la casa del ojiazul - Pero como tú gustes, pequeño.

Al llegar a la casa, Louis se bajó rápidamente del auto y corrió al interior de la casa dejando la puerta abierta por si los chicos querían pasar. Se desvistió dejando el uniforme de animadora en la cesta de ropa sucia y se dio una ducha rápida, eligió lo primero que encontró mientras revolvía los cajones, una sudadera blanca junto a unos jeans negros que se amoldaban perfectamente a sus piernas y sus típicas vans que no podían faltar, tomó algo de dinero que había ido a recoger de su pensión mensual y bajó encontrándose con los chicos sentados tranquilamente en los sillones mientras Edwad estaba en su teléfono y Marcel leyendo una revista que había encontrado en la mesita.

- Listo, lamento si me tarde - río nervioso buscando un espejo que estaba cerca y acomodó su cabello húmedo lo mejor que pudo.

- No te preocupes sol, hay tiempo de sobra - Marcel se levantó y acomodó sus gafas dejando la revista en su lugar . - Es una casa muy grande para una persona ¿no hay nadie aquí?

- Lo mismo le dije la primera vez que vine - Edward guardó su teléfono y se levantó.

- Oh nop, no hay nadie aquí, la única familiar está en Estados Unidos y estoy solo la mayor parte del tiempo, unas chicas vienen a limpiar dos veces a la semana.

- Me imagino que debe ser genial, en nuestra casa están nuestros padres, sirvientes y los amigos de ellos rondando por todos lados - Dijo Edward - creo que ya me acostumbré al ruido después de todo.

Louis hizo una pequeña mueca, él también se había acostumbrado pero a su solitaria existencia en esa casa, tal vez necesitaba compañía ¿un perro? Amaba a los perros o un ¿conejo? Eran lindos y esponjosos, definitivamente quiere ambos. Niega con una risita escapando de sus labios y toma las llaves de la casa.

- Oh vamos! Tu eres el que pone esa música rara todo el tiempo - se queja Marcel siguiendo al castaño hasta la puerta.

- No le hagas caso, Lou, solo esta mintiendo - Edward siguió a su hermano hasta salir de la casa.

Louis río y se aseguró de dejar todo cerrado, no es normal un robo en este vecindario por la alta seguridad que hay las veinticuatro horas del día, pero uno nunca sabe ¿no? Así que es mejor prevenir que lamentar.

Cuando ya estaban los tres dentro del auto, Edward lo puso en marcha hasta el centro comercial en donde tendrían que recoger unos anillos que se les había encargado, iría Harry pero el chico no aparecía desde en la mañana y por el momento no querían discutir con él - Por cierto, acabo de ordenar en línea el viaje de nuestros padres, esta reservado para mañana en la mañana. - mencionó el rizado mayor aparcando en el estacionamiento del centro comercial.

Louis inconscientemente tomó a ambos de las manos cuando entran al lugar y ven a muchas personas caminando con cajas y bolsas de compras.

- Bien, iremos por los anillos primero, se supone que Harry los encargó ya - dice Edward frunciendo levemente su ceño esperando que su hermano realmente haya hecho aquello.

- Luego ¿podemos ir a comprar mi regalo? - pregunta Louis pensando vagamente si les gustaría a Anne Styles y Dess Styles lo que él tenía como regalo de aniversario.

Realmente había olvidado cuando era el aniversario pero por suerte había reservado el regalo con anticipación por si había algún inconveniente y vaya que lo hubo.

- Bien, vamos - Marcel llevó a ambos chicos hasta una tienda donde tenía en grande las letras "Gucci" Louis rodó los ojos con diversión, es que ellos definitivamente amaban esa marca.

- Buenos días jóvenes ¿en qué puedo servirles? - Una chica muy amable les sonrió.

- Venimos a traer unos anillos de aniversario a nombre de Harry Styles - Mencionó Edward.

- Oh, el joven Styles los vino a retirar hace un momento - sonrió apenada.

Edward gruñó molesto.

- Bien, gracias no se preocupe - respondió Marcel con una sonrisa.

Louis se acercó a la chica - Yo vengo por las pulseras a conjunto a nombre de Louis Tomlinson.

La chica abrió mucho sus ojos y se sonrojó mirándolo demás haciendolo confundirse - S-Si por supuesto, ya las traigo.

Tiempo después la chica volvió con una caja aterciopelada negra, al abrirla los ojos de Louis se iluminaron alegremente, ambas pulseras estaban hechas de perlas junto a un dije de oro blanco en el que resaltaban las letras "Anne y Dess Styles" "25 aniversario" junto a dos dibujos de unos pequeños anillos. Louis sonrió satisfecho y pagó por ello.

Edward y Marcel lo miraron sonriendo, él era una ternura ante los ojos de los Styles, seguramente a sus padres les encantaría el regalo, aunque ya habían dicho que no era necesario un regalo de su parte, pero Louis es Louis y nadie puede hacer que cambie de opinión.