Capítulo 37

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Luego de salir del hospital, Edward y Harry regresaron a su casa, allí se encontraron a Marcel nervioso caminando de un lado a otro.

- Detente, harás un jodido hoyo en el piso - Dijo Harry dejando las llaves en la mesita. - ¿porqué estás nervioso?

- Lou esta arriba, vino con cosas para... el baile erótico - se sonrojó apartando la mirada de su hermano.

- Creí que Ed lo decía solo por molestar a Ammy - Harry silbó con una sonrisa formándose en sus labios.

- ¿porqué no hay nadie más en casa? - preguntó Edward sentandose en el sofá y quitándose las botas.

- Lou pidió que se fueran, les dio el día libre y nuestros padres están en un viaje por Rusia. - Marcel se sentó a su lado y Harry al otro lado de Edward.

De pronto unas pisadas se escucharon que se aproximaba, la boca de los trillizos casi llega al piso cuando Louis bajaba por las escaleras vistiendo un atuendo de "sirvienta" demasiado corto junto a unas medias negras al igual que todo el traje, pero lo que más llamó su atención de todo fueron los tatuajes, Louis no tenía tatuajes hace tres días.

- ¿Que les parece? - se paró frente a ellos con una sonrisa dando media vuelta mostrando el corto atuendo.

Un dejavú les cruzó por la mente, la única diferencia era que ahora podían observar a su hermoso novio todo lo que quisieras y cuando quisieran, lo mejor de todo es que podían tocar sin recibir una bofetada a cambio.

Louis se inclinó dejando ver sus bragas negras de encaje, Harry no pudo evitarlo y dejó caer su mano en una de sus nalgas, el ojiazul pegó un brinquito del susto.

- Estas jodidamente hermoso, dios... tus tatuajes - Edwad lo miró con admiración.

Marcel se sonrojó furiosamente por la erección que se estaba formado dentro de sus pantalones.

- Les avise que les haría un baile erótico - Louis volvió a hablar feliz. - Y lo tendrán.

Harry se removió con una sonrisa de lado comiéndose con los ojos a su novio.

- Luego me podrán follar... pero esta vez una vez cada uno, en diferentes lugares, posiciones, lo que gusten, la otra vez terminé con un dolor de culo por más de una semana - se quejó.

Los trillizos soltaron una suave risita, ¿cómo no? Si se había metido tres pollas en el culo.

Louis colocó algo de música y comenzó a balancear su cuerpo de un lado a otro tan lentamente que torturaba a los espectadores, pasando ágilmente sus manos por su cuerpo cubierto por la tela tocando más de lo debido, acariciando lentamente sus piernas sin dejar de moverse de un lado a otro haciendo que la faldita se balancee a su compás, los trillizos no despegaban sus miradas del cuerpo curvilíneo de Louis, añorando poder arrancar el traje pero joder que estaban disfrutando ese baile pero sus jeans ajustados no ayudaban mucho con las erecciones que para este momento ya tenían.

Louis se volteó y deslizó sus dedos hasta el cierre de atrás bajandolo lentamente torturando a los chicos ansiosos que lo miraban tal cual un depredador acechando a su presa, el vestido corto se deslizó de una forma tan sensual por su cuerpo hasta llegar a los tobillos dejando al descubierto todo su cuerpo desnudo en solo las bragas y las medias, aquello hizo tragar duro a los trillizos conteniendose lo más que podía para no lancerse encima de su novio, Louis sacó de una pequeña bolsa un dildo grande pero no tan grande como las pollas de los rizados, se colocó en cuatro sobre la mesa de la sala que era lo suficientemente grande como para que quedara perfectamente.

Tomó un lubricante y huntó el dildo lubricandolo lo suficiente, apartó la pequeña braga dejando descubierto su pequeña entrada y alineó el dildo haciendo que entrara lentamente, gimió adolorido por aquello, no se había preparado pero le resultaba jodidamente caliente aquello.

Los rizados decidieron bajarse los pantalones dejando libre sus pollas que ya estaban más que duras y goteantes, deseaban ser ese dildo y abrir por completo al pequeño quien seguía gimiendo cada vez que el artefacto entraba y salía con suaves movimientos.

‐ Eddy.... ven primero - gimió sacando el dildo dándoles un buen vistazo de su entrada ahora abierta.

Edward se levantó sin pensarlo dos veces y lo tomó en brazos estampandolo contra la pared, de inmediato tomó sus labios en un beso hambriento y desordenado, Louis rompió los botones de la camisa del mayor dejando al descubierto su piel cálida. - Follame duro - gimió necesitado.

- Lo que digas, princesa - sonrió burlonamente y sin previo aviso se hundió por completo en él haciendolo gritar.

Edward undió su rostro en el cuello del menor succionando su piel, Louis ladeó más la cabeza dándole más acceso a su cuello desviando la mirada hasta los otros dos chicos que ya se encontraban completamente desnudos en el sofá acariciando sus penes duros de arriba hacia abajo lentamente sin quitarle la mirada al par que estaba follando contra la pared, sus ojos verdes estaban totalmente oscureciendos y pequeños gruñidos se escapaban de sus labios.

Louis se aferró a los hombros muy bien trabajados del mayor gimiendo ante la vista y las embestidas que estaba recibiendo fuertemente, sin ninguna compasión.

Realmente se estaba arrepintiendo de decir que uno por uno lo follaran, eso implicaba tres folladas en diferentes tiempos y tres corridas, igual su culo dolería por días, el lado positivo, vería como folla cada uno.

- Mierda bebé como puedes ser tan j-jodidamente apretado - Edward gruñó tomando las manos de Louis y estampandolas contra la pared, sus miradas chocaron, sus pupilas estaban completamente dilatadas, el verde casi había desaparecido, Louis relamió sus labios al ver los rojizos del contrario quien se inclinó y capturó sus labios haciendo que cada gemido se perdiera en la boca del contrario.

Edward tocó su punto haciendo que gimiera y se removiera, eso hizo que el rizado sonriera y golpeara una y otra vez aquel punto, Louis se separó y lloriqueo sintiéndo aquel cosquilleo en la parte baja de su abdomen, la corrida no se hizo esperar, largas tiras de semen callaron sobre sus abdomenes mientras un grito agudo se escapó de sus labios sintiendo también como el semen del mayor lo llenaba por completo dándole un increíble orgasmo.

Louis tembló ligeramente cuando el mayor salió de su interior dejando que el semen se escurrira por sus muslos y manchara sus bragas.

– S-Solo faltan dos más - susurró agotado para si mismo cuando el mayor lo cargó y lo dejó en el sofá con suma delicadeza. — H-Harry, vas tú.

Never say Never (Trillizos Styles x Louis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora