Never say Never (Trillizos Styles x Louis)

Capítulo 29

Louis despierta removiéndose entre las sabanas sintiéndose solo, frunce el ceño y abre los ojos mirando por la ventana como está la puesta del sol, seguro era de tarde, se estiró perezosamente sintiendo una punzada en su trasero y maldijo mentalmente por ser un calenturiento y no pensar en las posibles consecuencias, pero lo había disfrutado después de todo.

Puso los pies descalzos en el frío piso de madera y caminó perezosamente hasta su maleta, sacó un conjunto playero y se lo colocó haciendo una mueca en el proceso, joder que dolía mucho. Buscó sus zapatos y se los puso, escuchó un estruendo en el piso de abajo seguido de maldiciones, río bajito y salió de la habitación dispuesto a ir con sus novios.

- Oops - dijo Harry viendo un plato quebrado en el suelo.

- Le quebraras todo a la tía - Gruñó Marcel cocinando algo en la estufa.

- Hola chicos - Louis saludó tallando sus ojitos con su puño.

- Hola bebé - Harry se acercó y le dió un beso en los labios seguido de Marcel que hizo lo mismo.

- ¿Y Eddy? - preguntó sentandose en un taburete.

- Fue a conseguir algo de leña para la fogata, le dije que lo acompañaríamos pero no quiso. - mencionó Marcel. - La isla puede ser peligrosa.

- ¿Me estás diciendo que lo dejaron ir solo sabiendo que es peligroso? - Louis se alarmó.

- Seh... él sabe cuidarse solo - Dijo Harry encongiendose de hombros.

- I-Iré a buscarlo - propuso temiendo que algo malo le pasara al mayor.

- No, cariño, tu te quedas con Marcy y yo iré por el idiota mayor - Dijo Harry limpiando el desastre que ocasionó. - Prometo que no pasará nada.

Louis asintió, confiaba en Harry.

- Bien, ya me voy, no hagan nada calenturiento - Avisó a su hermano - Nos vemos.

Mientras tanto Edward vagaba entre los árboles gigantes buscando algo de leña, no había mucha que digamos, lo único que se podía oír eran las olas chocar con las rocas y las aves cantar, faltaban pocas horas para que el sol se ocultaba y planeaban verlo juntos, debía apurarse para pasar una linda velada con sus ¿novios? No tenía ni idea que más era de sus hermanos, pero si con su Lou.

Unos gruñiditos lo sacaron de sus pensamientos y dirigió su mirada hasta dónde provenía aquel sonido encontrándose con dos gatitos anaranjados con rayas negras, estaban muy pequeños aún ¿y su madre?  Se encogió de hombros y los tomó en brazos, de inmediato comenzaron a ronronear cosa que lo hizo sonreír de inmediato. Caminó un poco más feliz de llevar a esos pequeños cuando una escena lo tomó desprevenido haciendo que su corazón se estrujara. Frente a él había una tigresa, muerta.

Tapó a los pequeños para que no vieran aquella escena y siguió caminando, esos pequeños "gatitos" no eran gatos... su madre había muerto, ellos estaban solos y desprotegidos en la isla, él no los dejaría a su suerte.

Los arbustos se movieron y Edward se tensó temiendo que fuese otro tigre adulto, pero se relajó al ver a su hermano. - Cabrón me asustaste. - gruñó. - Ten, lleva uno. - le tendió a uno de los tigres pequeños.

- ¿qué es esto? - Harry tomó al animalito entre sus brazos quien se acurrucó más.

- Un gatito bebé - Se encogió de hombros - los llevaremos a su casa, su madre murió.

- Oh, bien... Me gustan los gatos, seguro Marcy los amará - Sonrió acariciando al "gatito" en sus brazos.

Edward asintió y juntos comenzaron a caminar hasta la casa en la orilla de la playa, llevando algunos palos secos para la fogata.