Never say Never (Trillizos Styles x Louis)

Capítulo 28

Louis se puso de pie temblando ligeramente, los trillizos se vieron entre sí y sonrieron de lado volviendo a ver a Louis.

- Acuéstate - Ordenó Harry y Louis lo hizo de inmediato, sin protestar.

Los tres se relamieron los labios mirando a su pequeño en la cama totalmente desnudo, exceptuando las bragas en donde sobresalía su erección sin atender. Louis estaba rojo de la vergüenza, se sentía indefenso ante los tres chicos que se acariciaban sus pollas lentamente sin despegar la mirada de él.

Cuando estuvieron satisfechos se deshicieron de sus pantalones que se mantenían en los tobillos y de las camisas que estorbaban quedando completamente desnudos, Louis se sentía en el paraíso viendo sus cuerpos bien trabajado, el cuerpo de Edward con bastante tinta en su piel, el cuerpo de Harry con algunos tatuajes, y el cuerpo de Marcel con dos tatuajes que jamás en su vida había visto pero lucia jodidamente caliente.

Edward se puso entre sus piernas, deslizando lentamente la braga hasta dejarla fuera  - Por más que la amemos, te queremos complemente desnudo, abre las piernas. - ordenó y Louis de nuevo lo hizo sin quejarse.

Edward se relamió los labios hundiendo su rostro entre sus piernas, lamiendo sus bolas y succionando levemente. Harry se unió tomando su pene y llevándolo a la boca succionando todo. Louis chilló al sentir los labios de Marcel en sus sensibles pezones.

Gritó cuando la lengua experta de Edward se hundió en su entrada, Harry aumentó sus movimiento y Marcel succionó sus pezones, se sentía al borde, un dedo se introdujo lentamente en su entrada haciendolo gemir agudamente movimiento sus caderas. - M-Más - pidió. Todos lo complacieron sacándole más gemidos agudos, una y otra vez.

- Los quiero  a los tres, dentro, por favor - rogó, no estaba pensando con claridad, solo los quería a los tres jodiéndolo.

- ¿Estas seguro? - preguntó Marcel mirandolo a los ojos, temiendo por la seguridad de su novio.

- S-Si, por favor - pidió.

- Bien, te prepararé bien... ¿alguien trajo lubricante? - Edward miró a Harry.

- ¿Porque me miras a mi? - preguntó rodando los ojos - está en mi maleta junto a los condones. - Todos lo miraron - ¿Que? Uno siempre tiene que estar preparado. - se encogió de hombros y Marcel fue a traer todo dejandolos junto a Edward.

Edward abrió el botecito virtiendo un poco de lubricante en su mano y luego llenando el pequeño agujero del castaño, asegurándose de que este bien lubricado, hundió fácilmente dos dedo en su interior haciendo que gimiera fuertemente, los otros chicos siguieron con su otro trabajo complaciendo a su lindo novio.

Louis gimió sintiendo aquel nudo y miles de cosquillas recorrerle el cuerpo concentrándose en su pelvis, corriendose ruidosamente en la boca de Harry apretando las sábanas entre sus dedos. Edward siguió preparándolo y abriendolo con sus dedos, necesitaba que estuviera lo suficientemente listo para recibirlos a los tres.

Edward retiró sus dedos viendo lo abierto que había quedado queriendo simplemente hundirse en él de una sola vez, pero algo en su cabeza le recordó el maldito condón, gruñó a regañadientes y tomó los tres paquetitos pasandoselos a sus hermanos.

Marcel se lo puso fácilmente al igual que Harry y Edward. - No que muy virgen - se burló Harry recibiendo un gruñido de parte de Marcel.

De alguna manera se las arreglaron para acomodarse y tener los tres acceso a su pequeño agujero, Marcel realmente temía por Louis. El primero en entrar fue Edward llenandolo fácilmente debido al exceso de lubricante, luego fue Marcel quien lo llenó robándole un fuerte gemido a Louis, pero aún así, quería más. Harry con algo de temor fue metiendo poco a poco su pene que sorpresivamente logró entrar haciendo lloriquear a Louis. Terminaron en una posición extraña pero con los tres dentro, Louis se sentía extremadamente estirado hasta su último punto, completamente lleno, no le dolía gracias a la preparación de Edward y el lubricante de los condones. Los trillizos gemian al sentir sus penes aprisionados entre sí aguantando las ganas de comenzar a follarlo salvajemente.

- M-Muevanse  - dijo Louis,  su pene chorreaba pre semen y de nuevo estaba dolorosamente duro contra su abdomen. Gimió fuertemente hundiendo sus uñas en los brazos de Harry cuando los tres dieron una estocada gimiendo roncamente por la fricción.

Poco a poco el ritmo de cada penetración iba en aumento, dejándose llevar, ya no preocupándose por lastimar al castaño quien se veía muy complacido gimiendo sus nombres agudamente.

- Joder! Pequeña zorra, m-mirate como recibes nuestros penes en tu culo  - Edward dio un golpe fuerte en su trasero haciéndolo lloriquear.

- Te gusta ser llenado por nosotros ¿no? - Gruñó Harry besando posesivamente sus labios.

Siguieron con las estocadas, entrando una y otra vez al abusado agujero de Louis quien era un mar de gemidos y lloriqueos sintiéndose al límite con cada una de las sensaciones que los chicos le provocaban, no podía ni articular una frase para responder las obscenidades que le decían.

- Te gusta ser nuestra perra y que te jodamos el culo - dijo Marcel reciendo a cambio más gemidos.

Louis fue el primero en correrse sin necesidad de tocarse, sintiendo como tocaban una y otra vez el manojo de nervios en su interior. - ¡Ah! - gritó derramando todo su semen en su estómago, arqueando su espalda y apretando su sensible entrada recibiendo maldiciones a cambio.

Pronto se sintió terriblemente vació, los tres habían salido de él, aún con sus pollas duras, recostandolo en la cama, se quitaron el condón y comenzaron a mover sus manos sobre el largo de sus miembros llegando al tan ansiado orgasmo, derramando todo su semen en el rostro, cabello y pecho de Louis quien no dijo nada y acepto gustoso cada gota de semen que había caído en su boca. Los tres se acercaron, cada uno dándole un profundo beso en los labios, succionando sus labios y lamiendolos.

- Joder, miren como quedó - Dice Marcel a sus hermanos.

Louis tenía marcas de sus manos en sus caderas, mordidas en su cuello, sin mencionar que tenía semen regado por todos lados y se veía destrozado con su cabello pegado en la frente.

- Ven, vamos a ducharnos, prometemos no hacer nada, no queremos dañarte - Harry lo toma en brazos y lo lleva hasta la tina llenándola con agua tibia y entre los tres limpian a Louis quien parece que pronto caería dormido.

- Te amamos - dicen al unisono termiandolo de bañar, tomaron una toalla y secandolo. Edward es esta vez quien lo lleva y lo recuesta en las sabanas limpias recién cambiadas por Marcel.

- Que duerma un poco, luego nos espera un increíble día con muchas cosas por hacer - dice Marcel dejando un beso en los labios de Louis.

- Vamos a bañarnos  - Edward deja un beso en los labios de Louis y se aleja dejando que Harry haga lo mismo.