La Familia del Otro ˢᵃˢᵘʰⁱⁿᵃ

Capitulo 12

Era de noche y aún así la reunión entre las familias seguía, pero ya llegando a su final.

Sasuke estaba caminando hacia donde estaban todos, teniendo en mente preguntarle a Hinata para llevarla a su casa y así pasar un poco más de tiempo con ella y los pequeños... Con solo pensarlo sonrió, dando la imagen de un adolescente hormonal enamorado... Sin estar enamorado... OBVIAMENTE, lo aclaraba por si las dudas, nadie nunca sabe...

Al estar tan perdido en su mente no se dió cuenta de cierta cabellera castaña que caminaba detrás suyo. Recién se percató cuando está se adelantó y susurró algo que lo hizo parar de golpe y bajara la mirada.

_ Aléjate de Hinata o dile la verdad...

  Un escalofrío recorrió su cuerpo y cuando miro hacia adelante ya no había nadie... Tal parecía un fantasma, que venía lo atormentaba y se esfumaba con el aire, sin dejar siquiera una pista de su identidad, dejando solo duda en su lugar.

  Sasuke no pudo sacarse esas palabras de la mente, decirle la verdad a Hinata era una situación que no podía pensar. Él solo hecho de imaginarla destruida y llorando hacia que su interior se apretara haciéndolo sentir horrible, y ni hablar de ver así al pequeño Boruto, pero a la vez sentía que merecían saber la verdad, no podían vivir en un engaño por siempre. Además de que siempre será mejor vivir una triste realidad que un hermoso engaño, porque la vida era así triste por momentos, pero no para siempre.

  Al seguir caminando llegó a su destino, quedando parado en la puerta observando toda la escena.

No se había dado cuenta hasta ahora que todos los Hyugas eran castaños a excepción de Hinata.

"Que zuripantos, pintense el pelo, así se diferencian"

Pensó con un poco de enojo, pues esto es más un problema que una solución, al no poder saber quién era la persona que le había dicho eso.

Estaba seguro que esa persona fue la que inició todo y estaba entre ellos.

Joder, se sentía como en una película, buscando al culpable.

_Sasuke ¿Estás bien?

Esa dulce voz, que reconocería en cualquier lado, lo sacó de sus pensamientos provocando que bajara un poco la mirada y mire a la mujer delante suyo.

_Si

Sasuke al ver la preocupación en los ojos de Hinata relajó por completo su expresión. No podía verla así, ya que seguramente estaba preocupanda por su expresión de muy pocos amigos.

_¿Esta seguro?

_Se

Sonrió un poquito, tratando de transmitirle a la ojiluna que no mentía, aunque irónicamente esto era mentira.

Por su parte una Hinata dudosa le respondió la sonrisa, que al tiempo pasó a ser una sonrisa nerviosa para después bajar la mirada.

_Sasuke, sabe, yo, bueno...ammm

Un sonrojo se hizo presente en las mejillas de ella, dándole ternura a cierto Uchiha.

_¿Si?

Ella miró hacia arriba topándose con la mirada de Sasuke, consiguiendo que tenga más valor... Él le comenzaba a dar valor para todo.

_¿Nos podría llevar a la casa?

Él sonrió, obvio que con sus soonrisa no sonrisa.

Era la segunda vez que lo hacía y la pareja de Uchihas que los miraban... Desde siempre, solo puedieron sonreír con malicia.

Esto era muy divertido para ellos...

_Esta bien

Ambos se miraron para después mirar a sus pequeños, siendo interrumpidos por los patriarcas de la familia Uchiha.

_Espero que te halla gustado la reunión, Hinata

Dijo Mikoto con una sonrisa sutil pero muy hermosa.

_Claro que me gustó, ha sido todo un placer poder disfrutar del día junto a su familia

_Bueno, creo que no fuiste la única que lo disfruto

La azabache miró a su hijo menor, que milagrosamente se portó bien y sabía que eso se debía a alguien.

Mientras tanto el aludido miró a otro lado tratando de ocultar un leve sonrojo, pues lo que decía su madre era una obvia verdad.

_No sabía que eran amigos

_¡Oh! Si, no lo somos hace mucho, pero si bastante últimamente, gracias a los niños

Y los cuatro adultos miraron a dirección de los pequeños los cuales jugaban con Itachi, Izumi y Neji.

_Hinata

Tanto la nombrada como Sasuke miraron a la madre de este último.

_Cuando quieras puedes venir y traer a Boruto, así juega con Sarada y de paso nosotras podríamos hablar más

  Y con eso la mayor se agarró del brazo de Hinata haciendola sonrojar un poco.

_Claro, sería todo un placer... Pero no me gustaría ser una molestia

_No lo serías, es más ya estás invitada, tu solo ven ¿O no cariño?

Y el patriarca Uchiha solo asintió en total acuerdo con su esposa.

De más está decir que a ambos le había caído de maravilla la Uzumaki. Aunque no eran los únicos, todos lo Uchihas ahí presentes les había caído muy bien, demasiado bien, siendo ya querida por todos, a pesar del corto tiempo, afirmando que Hinata con su dulzura era capaz de derretir a todo Uchiha. A algunos más que a otros, siendo el más perjudicado el menor de todos, el cual la llevo a su casa pasando por muy bonitos momentos, como siempre que estaban juntos, aunque no le prestaban atención a esto...
.
[... En otro lugar ...]
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No podía creerlo... Tenía muchas dudas en su mente, entre las que destacaban:

¿Cómo es que ella lo conocía?

¿Por qué eran tan cercanos?

¿Qué había pasado que no sabía sobre esta cercanía?

¿Por qué ella no se lo había contado?

Bueno, ella no tenía la culpa, no sabía la verdad, pero al menos le hubiera contado que había hecho un nuevo amigo... Pero nada.

¿Ya no le tenía confianza?

No, ella confía en su persona, lo sabía, pero algo le hacía ruido; aunque...

¿Cómo no le haría ruido?

SI EL ESPOSO DE LA AMANTE DEL MARIDO DE HINATA ERA SU NUEVO AMIGO...

Dios, de solo pensarlo y decirle era muy confunso.

Suspiró.

La frustración que sentía en su cuerpo no se iba a ir con nada... Y es que realmente no entendía nada.

Hasta hace poco lo tenía todo bajo control, bueno tampoco tanto, pero al menos un poco si y ahora no, y eso no gustaba para nada, ya que ya no sabía como iban a terminar las cosas y para una persona que siempre sabe o intuye eso estar en completa confución era de los nervios.

Solo rezaba que Hinata no sufra tanto... Ella era muy especial y jamás le gustó, ni le gustará, verla llorar o sufrir por lo general... Y lo más probable es que lo haga dentro de muy poco y eso, obviamente, no le gustaba para nada.

"Joder con todo... Todo es culpa de esos desgraciados"

Fue lo último que la persona pensó para luego seguir con lo suyo...