Capitulo 4

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   La cena había terminado, y los Uchihas se ofrecieron a llevar a los Uzumakis a su casa, a lo que Hinata se opuso ya que no quería causarles tantas molestias, pero la persistencia de la otra familia al final la hizo aceptar su propuesta.

[...]

  Sasuke estacionó su auto enfrente de la casa Uzumaki, los cuartos bajaron y fueron hacia la puerta de dicha casa.

_Bueno, muchas gracias por habernos acompañado hasta aquí, no hacia falta que se molestaran tanto

_Si, muchas gracias dattebaza!!

Ambos Uzumaki, hicieron una pequeña reverencia.

_No fue una molestia ¿Verdad papá?

  Sasuke solo asintió estando de acuerdo con su hija.

_Igual, muchas gracias, nos vemos Sarada

  Dijo la mayor, poniendose a la altura de la pequeña y dándole un pequeño beso en la mejilla. Acto que hizo que la pequeña se ponga colorada.

_Nos vemos Señora Uzumaki

  La ojiluna se levantó, y se puso frente al Uchiha. Mientras los pequeños se despedían.

  Por su parte ambos adultos se miraron, ambos tenían una mirada muy diferente, opuestas, que hacía que, inconscientemente, sintieran un poquito de curiosidad por el otro.

_Muchas gracias por traernos señor Uchiha, fue un placer conocerlo

  Y al terminar de decir eso hizo una referencia con la cabeza.

_No fue nada y también fue un placer conocerla

  El azabache luego de decir aqullo, pasó a hacer la misma acción que la ojiperla.

  Luego Boruto se despidió de Sasuke, para después ir con su mamá. La peliazul le sonrió a ambos Uchihas, al igual que Boruto, y se metieron a su casa.

  Padre e hija se subieron a su auto, y comenzaron a viajar directo a su casa. En el camino, la pequeña se terminó quedando dormida.

.
[...]
.

  Apenas llegaron, el ojinoche se dió cuenta que su esposa todavía no había vuelto. Aunque ya estaba consiente que no debería de sorprenderse por aquello...

  Así que llevó a Sarada a su cama, la arropó, y al terminar de hacer eso, solo se baño y se acostó.

   No tenía ganas de dormir, por lo que se puso a pensar en todo lo que había pasado últimamente con su esposa... Realmente le dolió mucho lo de Sakura, y un poco de aquel dolor seguía ahí, pero ya no era tanto... Probablemente ni siquiera le importó tanto como debería, pues lo que más le dolía era lo tendría que pasar su hija. El resto no le importa.

  De aquello, termino pasando a la cena que había tenido el día de hoy con aquella familia. La había pasado bien, no lo podía negar, era lindo ver a Sarada tan feliz; también era divertido ver a aquel niño siendo tan extrovertido, a diferencia de su madre que era tan calmada. Tanto madre como hijo eran diferentes, pero ambos daban la misma aura de calidez y calma, que hasta te hacían sentir en casa...

Realmente Sasuke, ya no entendía el comportar del tal Naruto. Al principio pensó, que Hinata tal vez era como él, en el sentido de no dar amor, pero no, claramente no, Hinata era una persona cálida y que transmite amor por naturaleza. El Uchiha que solo estuvo con ella un corto tiempo se había dado cuenta de eso. Si, tal vez, lo hizo por la belleza de Sakura, pero Hinata también lo era.

La Familia del Otro ˢᵃˢᵘʰⁱⁿᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora