Capitulo 23

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[... Unos momentos antes ...]

Se podía ver a una peliazul saliendo del mercado, teniendo un par de bolsas en sus manos. Su camino fue directo al parque, pero al no ver ninguna melena azabache o rubia, comenzó a caminar buscándolos. Pero sus pasos se pararon en seco, al ver a las personas que buscaba junto a otras pelirosa y rubio.

Ver al Uzumaki la hizo sentir mal, y es que a pesar de no estar en casa, parecía que a él no le importaba, y continuaba estando en los brazos de la ojiverde, porque estaban juntos, y eso no era casualidad, ella no era tonta, nunca lo fue. Sus ojos se estaban llenando de lágrimas; quería huir, no estaba preparada para verlos, tenía miedo. Pero todo cambio al ver a la pelirosa agarrar fuertemente del brazito de Sarada, se notaba que la quería llevar y eso, ella jamás lo iba a permitir.

Durante el último tiempo, básicamente desde que conoció a Sarada, sentía que se había ganado una hija más, que tenía otra pequeña. Al principio, solo se decía que de seguro sus sentimientos le estaban dando una mala pasada, pero el tiempo solo afirmó e hizo más fuerte a este sentimiento. Lo que sentía la hacia sentir algo mal, ya que no quería tomar un papel que no le correspondía, pero día a día esto le iba importando menos.

  Al estar cerca, solo pudo ver como la pelirosa le había pegado una cachetada a la pequeña. Después de eso solo sintió enojo, un enojo que no había sentido desde que su padre había sido agresivo con Boruto, hace unos años, de más está decir que nunca más se volvió a atrever a hacer algo así de nuevo. Camino más rápido y cuando se dió cuenta, ya había golpeado a la ojiverde.

Esta se dió la vuelta y la miró con odio, pero Hinata no se quedó atrás.

_¿Qué crees que haces?

Dijo la ex Haruno mientras sus manos se volvían puños del enojo.

_Eso debería preguntar yo ¿Qué crees que le haces a Sarada?

Sakura había sido capaz de lastimar a uno de sus pequeños, y eso es algo que saca todo el odio de Hinata.

Por su parte, los hombres que estaban presentes estaban en shock, ninguno había visto jamás a Hinata así. El rubio podría decir que vio las consecuencias de esto, hace años con Hiashi, pero nunca la vio con esa mirada llena de odio puro. Sasuke, por su parte, le asombraba como la tierna y dulce ojiluna se podía convertir en una fiera, y en parte admitía que agradecía que se halla puesto así, ya que si ella no hacía algo, él lo iba a hacer, y no iba a ser tan poco como una cachetada.

_Ella es mi hija, así que hago lo que quiero, no te metas en mi familia

Ese comentario logró sacar a Hinata de sus casillas.

_¿Meterme en tu familia? La que se metió en MI familia primero fuiste tú

  Sakura se quedó de piedra, igual que todos. Hinata había explotado, y termino sacando todo lo que tenía dentro de su corazón, no estaba lista pero lo necesitaba.

_Que seas la madre de Sarada, no te da el derecho a hacerle lo que quieras. Además no vallas por ahí diciendo eso que antes de verla te vas a ver a otro hombre, y ese hombre era mi familia Por tu culpa y la de él, mi pequeño sufrió mucho, al igual que Sarada, y no voy a permitir que esto siga

Hinata decía todo mientras miraba a ambos. Eran unos... Que buen momento para empezar a maldecir.

Sakura apenas salió del shock la quiso confrontar, eso no se iba a quedar ahí, le iba a dar una paliza, levantó su mano; pero la presencia de su esposo, si es que todavía tenía el derecho a llamarlo así, la detuvo, ya que agarró su mano.

_Ni se te ocurra

Sasuke la miraba con odio y advertencia.

Naruto, por su parte, al ver esto salió en defensa de la pelirosa.

La Familia del Otro ˢᵃˢᵘʰⁱⁿᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora