III. misσ: Celos.

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Scorpia había llegado a casa con cuatro pasteles en sus manos.

Después de salir de su trabajo, se dio la - innecesaria- libertad de conducir hasta Taymor, pasando por su casa, y comprar cuatro deliciosos pasteles. Dos de chocolate, para ella y Entrapta, uno de queso, y el otro lo dejó al destino, pues no sabía cuál era el sabor favorito de Adora.

Estaba cansada, su trabajo era lo opuesto a acogedor y tranquilo. Siempre había una que otra pelea de gente ebria y sobria, muchos idiotas que no querían salir, y odiaba limpiar las mesas antes de que el turno de noche comenzara. La negligente actitud de su empleador la hacía querer renunciar muchas veces, destruyendo su construida y elaborada paciencia, que le tomó años tener, para que su jefe lo mandara todo por la borda con un descuento por llegar tarde por diez minutos. Aún con todo lo mal que la pasaba, dejaba eso en la puerta de la entrada, golpeando el volante para deshacerse de su ira compuesta por malestar; suspiraba luego de hacer eso, sintiéndose tonta por esos arranques de malas emociones. Salía del auto, siempre con una sonrisa ocultando su dolor diario. Se daba cinco minutos para prepararse mentalmente a lo que venía cuando cruzase la puerta - lo hacía siempre-, esperando, o bien, el saludo ocupado y casi cariñoso de Entrapta que solía jugar con un robot, o a Catra en el sótano. Tenía el raro ritual de bajar las gradas y anunciar que tenía su pastel favorito para levantarle los ánimos, aunque era mal recibida con un gruñido.

No era fácil ser la amiga que siempre piensa en positivo y nunca se enojaba por los errores que los demás cometen. ¿Entrapta hizo explotar el tostador? Había solución, solo fue un pequeño accidente. ¿Catra estaba de mal humor y se la pasaba gruñendo y quejándose? Su situación es difícil, tiene que empatizar. ¿Su jefe le grita por llegar tarde? Seguro está estresado, todos tienen un mal día. Ella inventaba excusas para todos y para todo, intentado socapar las fallas de los demás como simple "error humano". Pero, ¿quién la excusaba a ella? ¿Quién justifica sus errores? Scorpia no lo hacía, tenía mucho problema con sólo mantenerse feliz para que todos lo estuvieran.

Su madre solía decirle que ella sonreía por todos. Scorpia se lo tomó literal.

Llegó a casa, gritándolo en voz alta para que - por si estaba- Entrapta la saludara y le diera las buenas noches como siempre hacía. No hubo respuesta, seguro se encontraba en una reunión de la Rebelión, o quizá solo se acumuló trabajo en su nueva oficina; como sea, un retraso no era para más. Dejó las llaves de su auto en la mesa al lado de la puerta de entrada, notando que ahí estaba una nota doblada, firmada por Entrapta. Tomó la nota y fue a la mesa de la cocina para dejar los pasteles. Desdobló aquel papelito con curiosidad, viendo que era claramente de Entrapta, pues su letra era inconfundible por lo rara y desigual en tamaño, como pequeños garabatos estilizados solo para que ella pudiera leerlos; a veces parecía que lo hacía a propósito.

No decía mucho, casi nada importante, solo cosas que Scorpia ya sabía, como la llegada de Adora, por ejemplo. Suspiró, había dejado de sonreír por un minuto, pero al recordarlo lo volvió a hacer. Desenvolvió los pasteles del plástico que les recorría, sacándolos cuidadosamente y con cautela de no arruinarlos con sus manos torpes. Al final logró un buen trabajo, y como no había nadie que la felicitara por ese pequeño logro, ella se lo hizo mentalmente, dándose una pequeña palmada en su hombro, pero aún no terminaba. Guardó un pastel de chocolate en la nevera por si Entrapta llegara y se antojase algo dulce antes de dormir; los otros tres estaban servidos, así que con un poco de esfuerzo, equilibrio y mucha suerte, consiguió llevar los tres platillos en sus manos, hubiera sido mejor en una bandeja, pero esta no aparecía por toda la cocina, eso era extraño. No se alteró por aquel utensilio perdido, eso tenía solución y no era como si lo necesitase para cargar con tres pequeños platillos de pasteles, si podía cargar más de 150 kilos, de puro peso pesado, podría con eso.

Soy Feliz Contigo [AU Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora