VI. αʏωѵια: Conversación.

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⏤͟͟͞͞★A veces las distracciones son mejor que la cruda realidad.ꗄ➺

Era sorprendente, para Adora, de lo arrollante, molesto e inquieto que podía llegar a ser Luna Brillante a esas horas entre la tarde y la mañana, hora donde las personas parecían querer pisotearla hasta fuera de su trabajo, volviéndose insoportable el caminar entre tantas personas sonrientes, alegres y con empleo.

¡Oh, Adora también tiene un empleo! Ahora lo tiene gracias a Entrapta.

Y ese era el punto, Adora odiaba las migajas, odiaba no ser suficiente con su currículum y su -muy mala y nada competente-, experiencia laboral, entregando cafés y lamiendo los zapatos de sus superiores por un salario digno para ayudar a sus amigos, con el mantenimiento del departamento realmente costos que ocupaban los tres.

Porque sí, Glimmer dijo que necesitaban algo innecesariamente espacioso y formal, destructivamente caro para los tres sueldos en conjunto, solo porque, su amiga de cabello rosado, no soportaba la idea de vivir apretujada con los tres, no porque no quiera... bueno, ¡ella no quiere vivir humildemente y dejar sus lujos atrás!; según Glimmer porque su vida solía ser más fácil ¡Pues ya no! y Adora tiene que pagar junto con Bow, claro, los dos tienen que pagar aquel piso de condominio en medio de Luna Brillante, en el centro de la ajetreada y bulliciosa ciudad, donde Adora no estaba acostumbrada porque era Adora, la chica que vino a una metrópolis a querer surgir como alguien en la vida, y esta perra del universo le dio un golpe de realidad muy bajo, lo suficientemente bajo para darse cuenta de que no todo es como en sus sueños y que no viviría de hacer dibujos en un parque como en las películas.

Había talento, solo faltaba patrocinio.

La historia de como terminó en un empleo tan denso y opaco actualmente le da risa, mucha risa al ver su ingenua yo del pasado, pues verdaderamente creía que el bien y el mal eran solo eso: blanco y negro, obviamente nunca vio los grises hasta que llegó a Luna Brillante; con tan solo 20 años vio lo duro que podía llegar a ser el sistema en el que estaban regidos a ley, y Adora odiaba eso, odiaba no poder hacer lo que quería, solo por no tener los recursos necesarios para contribuir al país, y luego hacer lo que sus más sagrados y profundos deseos querían: Dibujar.

Ahora que pensaba en sus amigos, de seguro ellos estaban en ese sombrío lugar (por algo la empresa se llamaba Shadow... uhm, ahora lo entendía, que gran logotipo), trabajando con papeleos interminables sobre sus mesas pequeñas de 2x2, siendo ofuscados por sus superiores por atrasarse o tomarse un respiro de tal agonía.

Agonía... Adora sufre una agonía distorsionada a la de Glimmer y Bow, por un lado estaba su querida amiga, (realmente la quería, ella la acogió cuando nadie más lo hizo) Glimmer sufría por la caída empresarial de su madre, que perdió atrozmente contra las empresas de la familia Weaver, y qué irónica y horrible es la vida como para ofrecerle un empleo en esa empresa, a la cual odiaba con toda su alma por quitarle sus privilegios de la noche a la mañana; sería repetitivo decir que Glimmer aborrecía a la familia Weaver, o por lo menos a la única que quedaba con vida y triunfaba como una fiera, gracias a sus silenciosas y efectivas ideas de ella (o él, nadie lo sabía), y su consejo de empresarios temerarios y asociados, que aportan grandes sumas de dinero; de hecho, el quiebre de Angella fue gracias a que un maldito socio que tenía, filtró información clasificada sobre sus números irregulares (era mentira, solo una calumnia en contra de la madre de Glimmer para quitarle el poder) y como era de esperarse todo se vino abajo en un abrir y cerrar de ojos, Glimmer ya estaba durmiendo en el sofá de Bow con Adora como compañera de cuarto en esa pequeña sala, y así es como los tres amigos optaron por vivir juntos, ya que los tres -misteriosamente- recibieron empleos en la misma oficina de la cadena Weaver.

Soy Feliz Contigo [AU Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora