⏤͟͟͞͞★ La vida es muy corto como para pasarla en el tráfico. ꗄ➺
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Catra podía ver su reflejo en la ventana del auto, mientras los ruidos exteriores del tráfico parecían eco en su mente, y la voz de Scorpia era como una mancha. No estaba prestando atención a esa anécdota (suponiendo que la peliblanca estuviera hablando con ella y no con un conductor), pero no iba a decirlo.
Las personas siempre tenían prisa para todo en general, no querían perder su tiempo porque eso nunca vuelve. Algunas veces, Catra se cuestionaba por qué, cuando era más joven, quería que todo fuera rápido, su libertad, su herencia, e incluso que el día pasara rápido en las clases de Weaver. Ahora ve el ajetreo como algo estúpido. Tal vez eso estaba en el pensamiento primitivo del ser humano, el de hacer todo más rápido para tener tiempo para otras cosas, pero eso no justifica que todos se vuelvan locos en la carretera. No importa cuántas veces toques el claxon, el auto de enfrente no avanzará mágicamente. No importa cuánto maldigas al sistema de transporte, ellos no se dignaron a avanzar solo porque le gritaste lo apurado que estás.
Observó al frente de la Van, viendo como Scorpia también tocaba bocina y gritaba, fuera de su ventana, que avanzaran, diciéndolo cortésmente. Catra suspiró, hasta su amiga caía en el pensamiento primitivo, pero no la culpaba, de seguro se cansó del silencio incómodo que generaba Catra con su sola presencia, o tenía prisa para ir a su trabajo para nada urgente, quien sabe, solo Scorpia.
No había mucho que hacer en ese automóvil -de hecho nada-, era como su cuarto, solo que ahí no podía ver su ventanal o escuchar su música favorita (podría si se lo pedía a Scorpia, pero no interrumpiría su sesión de gritos al tráfico). Su cabeza dolía y el bullicio no ayudaba, pero eso no era inconveniente para callar las voces de Hordak y Weaver.
Su infancia siempre se vio llena de presión por sus dos maestros, ellos decían que querían lo mejor para su futuro, entrenándola para el duro mundo de la adultez. Sin hobbies o pasatiempos, simplemente estudios y cargas emocionales a la corta edad de 6 años, esa tierna edad donde un niño debería de jugar con sus amiguitos y aprender los números del uno al diez, pero Catra ya sabía lo que eran las ecuaciones en derivadas parciales y como resolverlas.
¿Niña prodigio?, depende a quien le preguntaran. Para los demás niños de su edad, Catra era una nerd; para los adultos, ella era una genio con un gran futuro por delante; para sus maestros, solo una mancha más en su lista de fracasos.
Hordak decía que el ser superior en un área no la hacía inteligente, que era un desastre incorregible, no era respetuosa y no merecía un trato digno por ser como era.
"No lo mereces, Catra, estás hecha para ser grande y no mediocre. Quedas castigada un mes sin salir y tendrás doble entrenamiento físico toda la semana. Shadow Weaver hizo mal en sacarte de aquel orfanato." La voz seca y ronca de Hordak nunca fue olvidada. Aún en sus momentos más felices, él siempre lo arruinaba con su presencia imaginaria en la cabeza de Catra. Hordak también era otro gatillo para su auto-tortura, solo que en momentos menos específicos, como en esa Van, cuando el trafico atascó todo el intento de Catra por llegar rápido a su cuarto y volver a su oscura apatía y soledad.
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Soy Feliz Contigo [AU Catradora]
RomanceCatra no encontraba un sentido para seguir despertando todos los días. Quién diría que encontraría ese sentido en la persona más molesta que haya visto. Una silla de ruedas, un café y una rubia torpe fueron los elementos para que esa historia comien...