Cuando tocaron el timbre de aquel lugar, el portero salió con una gran sonrisa marcada en su rostro.—¡Oh, ustedes son los clientes de hoy! —dijo aquel hombre arreglándose el corbatín mientras carraspeó su voz para agarrar firmeza, Jin afirmó con lentitud mientras Jimin le arreglaba un mechón salido del pelo de su hijo, últimamente el pelo del pequeño Nam andaban haciendo de las suyas. Jimin hasta quería untar todo el gel del mundo si fuera posible sobre los rebeldes cabellos de su pequeño, quien hizo un puchero ante el hecho que su padre no parecía quedarse quieto y pasaba su mano una y otra vez sobre él.
Yoongi miró alrededor sin mucho entusiasmo, dando un bostezo.
—Sí —respondió Jin acercándose—, hicimos una reserva. —El mayor contempló a todos lados y se percató del gran silencio a la redonda—. Disculpe, pero...¿Es este el lugar correcto? ¿Hotel Nevilú? —preguntó sacando el papel de nuevo con la fotografía.
—¡Ah, esa foto es vieja! Tenemos que actualizarla, después de la muerte de los dueños, no hemos tenido tiempo para arreglar un poco la información.
—¿Muertes... de quienes? —preguntó intrigado Jimin levantándose en ese instante y con los ojos bien abiertos.
—Los dueños. El esposo murió de un ataque en el corazón mientras se encontraba en su Suit, la esposa en cambio no lo soportó y se tiró del tercer piso —dijo el hombre señalando arriba los barandales de las escaleras—. Este lugar fue un desastre... toda la sangre se esparció por el suelo... y la hija estaba loca, dicen que la mantenían en el sótano atada, sospechaban que estaba endemoniada.
Todos se contemplaron entre sí tragando duro y los ojos muy abiertos en par, excepto Yoongi que solo enarcó una ceja y frunció el ceño.
—Dígame que es una broma —comentó serio Jin mientras trataba de mantenerse tranquilo.
Hoseok sonrió sarcástico, para girarse sobre sus talones, estaba a punto de quitar las llaves de las manos a Jin, tomar el microbús y salir huyendo como criminal de una escena. L a historia le había helado la sangre y él no se quedaría allí para morir de los nervios.
¡Por más valiente que fuera! El prefería un lugar pacífico.
Jungkook tomó de los hombros al mayor, para girarlo sobre sus talones y regresar donde los demás.
—¡Por supuesto que es una broma! —dijo el portero soltando una gran carcajada.
—¡Gracias a los dioses! —suspiró Jin poniéndose la mano en el corazón.
Todos sonrieron aliviados en ese mismo instante, hasta Hoseok infló el pecho poniéndose de valiente.
—Excepto lo de la muerte del dueño —comentó de último el portero para adentrarse al hotel.
Todos cambiaron sus rostros alegres a uno serio para contemplarse de nuevo entre ellos. Hoseok se persignó como pudo mientras juntaba sus manos para murmurar algo en bajo; pero al contrario del aspecto religioso que quería dar, parecía más invocar a los malos espíritus, hasta satán podría estar riéndose en su trono del infierno.
Sin decir más, tomaron cada uno sus maletas, mientras Hoseok iba cual campo libre dejando a un Jeon cargando todas las maletas. Al llegar a la recepción, una señora de unos cincuenta años, de pelo ondulado suelto, les contempló por un momento para después darles una sonrisa.
—Bienvenidos al hotel Nevilú, para gente hermosa como tú —dijo ella dirigiéndose a la recepción para tomar las llaves, mientras contemplaba la computadora—. Son...dos cuartos matrimoniales, uno normal.
—¿Dos cuartos matrimoniales? —preguntó Hoseok cruzándose de brazos—, creo que hay una equivocación —pronunció mientras se acercaba a la mujer—. No estoy casado.
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JungHope|| The baby and WHO?
FanfictionJung Hoseok cree que tiene las peores suertes cuando queda en cinta de un alfa, un alfa que a pesar de ser ya un adulto, es inmaduro, infantil y con casi nulo conocimiento de la palabra responsabilidad. Porque Hoseok es responsable de dos niños. Un...