JungHope|| The baby and WHO?

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Hoseok se encontraba tomando un vaso de agua, respiró con profundidad para dejar aquel vaso sobre la plancha, era muy noche, incluso estaba perdiendo la noción del tiempo, estaba decaído y sabía que no le hacía bien, que estaba en la etapa crítica para él como padre primerizo y su pequeño bebé. Prefería guardarse el asunto sólo para él, los señores Jeon no habían sospechado nada, Jungkook tampoco habló más al respecto.

Pensó que ya había llorado lo suficiente, solo se quedaría hasta que le pagaran y se iría, total el apartamento donde podría ir a vivir, ya lo había logrado pagar. Sus ahorros en esos 13 años habían servido, aunque también agradeció mucho la ayuda de Jin.

Escuchó unas risas proveniente de la sala, pero él no se movió, se quedó quieto al reconocer la voz de Jungkook y la del otro intruso, Yoongi. Se giró dando la espalda y miró el jardín que se ubicaba a través de aquella ventana de la cocina, debía terminar de secar los platos, el almuerzo ya estaba listo, solo debía darle de comer al joven alfa y podía descansar más tarde.

Se tocó la mordida del cuello al sentir un leve dolor en ella, gruñó en bajo con leve molestia.

—¡Oh, Hoseok!—dijo Jungkook acercándose al marco de la cocina, metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta de educación física. Hoseok bajó rápido la mano—Ha venido Yoongi de invitado, así que quiero unas galletas con chispas de chocolates para él.

Con escupitajo, de paso. Son la receta perfecta para los idiotas como tú...¡El bebé Hobi, el bebé! Nene, no aprendas malas palabras, educación y elegancia.

—Sí, te las llevaré ¿Vas almorzar?—preguntó el pelirrojo aun dándole la espalda para tomar otro vaso y seguir secando.

—No, Yoongi y yo almorzamos en el instituto, por eso venimos una hora más tarde.

¿Hizo el almuerzo por nada? ¡Solo cocinaba para ese mocoso! ya que él se podía hacer cosas rápidas; pero el joven estaba aún en crecimiento y necesitaba más proteínas.

Jungkook contempló de pie a cabeza al omega—No te preocupes, romperé el lazo—dijo de último Jungkook mientras retrocedía.

Hoseok escuchó los pasos de aquel cachorro alejarse, apretó sus manos y tragó duro, depositó el vaso sobre la plancha para suspirar en bajo, no le dolería que Jungkook rompiera el lazo, no había sentimientos profundos en medio, entonces el lazo se rompería si ninguno de los dos se habían aceptado ¿Cierto?

Porque fue un accidente y nada más, según investigaciones, o lo que recordaba Hoseok de haber estudiado en el colegio. Solo los lazos de parejas destinadas no se rompían, eran eternos. En cambio si era al contrario, el lazo se debilitaría hasta romperse y quedar como una cicatriz. Ya que ambos habían aceptado romper el lazo a voluntad, no habría dolor, ni sufrimiento. Hoseok sabía a lo sumo, que si uno de ellos sentía algo por el otro y el lazo era roto por el alfa, podía caer en una gran depresión, quedaría un vacío en él que no superaría.

Hoseok agradecía no sentir nada por Jungkook, no sufriría las consecuencias de lazo roto, el joven alfa podría tomar otra pareja y Hoseok se concentraría en su bebé.

¡Y que seas feliz; pero muy muy feliz, con ese cara pálida, muerte andante! ¡El bebé Hobi, el bebé, educación y elegancia, para no caer en la falacia.

Hoseok apretó la mandíbula, debía recordarse que no estaba bien que se concentrara tanto en las ideas negativas, no le hacían bien, podría salir perjudicado, no quería perder a su bebé. Esperaría que el tiempo delicado pasara, le diría a sus padres, aceptaría cualquier critica y se disculparía por haberlos decepcionado. Le hubiera gustado que ellos lo hubiesen visto con un traje de novio, de color blanco y un esposo.