[02]

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—Yoongi, por favor, tienes que escucharme—suplicó aquel alfa mientras seguía al otro omega de cabellos blancos, no recordaba muy bien hace cuantos minutos había estado tras ese chico disculpándose.

Y era lo mejor que podía hacer cuando dejó al chico sin avisar que ya no llegaría.

—Estuve dos horas parado como idiota—dijo aquel omega girándose de un solo con mucha molestia—incluso te esperé, aunque...lloviera ¿No pudiste ni siquiera mandarme un mensaje? ¡No de por gusto te dí mi número!—se quejó el rubio para luego seguir caminando.

—Oye, lo enmendaré ¿si? No volverá a suceder, mi niñero...¡fue culpa de ese maldito niñero que me cuida! Algo le dijo a mis padres y...

—Otra vez con la historia del niñero endemoniado que tienes—comentó aquel chico rodando los ojos para seguir caminando en dirección del comedor—Lo siento Jungkook; pero no me gusta que me dejen plantado como...lo hiciste ayer.

—Yoongi...

El de cabellera blanca pensó en algo, a él le gustaba ese alfa. Pero no sabía si el chico sentía lo mismo por él.

—¿Qué te parece si vamos a mi casa, y vemos una película? La que tu quieras—comentó Jungkook para poder salvar su amistad con el omega.

Yoongi detuvo su caminar, para luego girarse sobre sus talones al escuchar aquella idea tan tentativa, se mordió el labio inferior y fingiendo que no mucho le importaba afirmó. Cuando de nuevo le entregó la espalda al alfa, Jungkook sonrió orgulloso para luego ir corriendo al grado para comer su almuerzo que el niñero endemoniado le había hecho.

Hoseok había puesto la música a todo volumen mientras barría y bailaba muy feliz, esos momentos de gloria que le quedaban para disfrutar la paz de aquella casa, tomó el palo de la escoba y usándolo como barra show, movía sus caderas de un lado a otro

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Hoseok había puesto la música a todo volumen mientras barría y bailaba muy feliz, esos momentos de gloria que le quedaban para disfrutar la paz de aquella casa, tomó el palo de la escoba y usándolo como barra show, movía sus caderas de un lado a otro

¡Benditas sean las horas de silencio!

—¡Vamos escobín!—dijo sonriente para barrer a la derecha, él se imaginaba que estaba en un teatro vacío y que la escoba era su compañero de baile.

Buenos días señores Jeon, ¡el niñero ya llegó!

La pequeña esperanza a poner el orden, pensó.

Más el pobre no sabía, que un alfa le joderia

Toda una vida y es así como le quitó la alegría.


¡Estoy perdiendo mi mente, cuando él se pone a gritar!

¡Conejo a la parrilla, lo haría, si no fuera prohibido matar!

¡mientras el mocoso no esté, yo aprovecho a bailar!

¿Qué puedo haceeer? ¡Sálvenme! ¡El mocoso se ha puesto a chillar!

JungHope|| The baby and WHO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora